Múltiples informantes confidenciales del FBI se encontraban entre la multitud del Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, según un exfuncionario.
Steven D’Antuono, quien fue el director adjunto a cargo de la oficina de campo del FBI en Washington hasta que se retiró en noviembre de 2022, dijo a los miembros del Congreso en un testimonio reciente que se enteró después del 6 de enero de los recursos humanos confidenciales (CHSes).
«Ahora tengo entendido que había CHS en el lugar. Por aquel entonces yo no sabía que iba a haber CHS in situ. No lo sabía», dijo el Sr. D’Antuono en el testimonio, que se hizo público (pdf) el 20 de septiembre.
La oficina de Washington (WFO) no envió informadores a la multitud, pero al menos un informador de la oficina de Washington también pudo haber participado sin decírselo al FBI, según el exfuncionario.
«La gente tiene un derecho ciudadano a ir a protestar. Nosotros no vamos a impedir que lo hagan», declaró a continuación.
«Entonces, si un CHS estaba allí y luego lo descubrimos, eso no significa necesariamente que hubo una acción maliciosa y nefasta por parte del FBI para poner a esa persona allí, ¿verdad? Es posible que simplemente hubieran estado allí y luego nos lo dijeran después del hecho de que ellos fueron. Eso sucede todo el tiempo. Nosotros no tenemos mucho control sobre los CHS».
A lo largo de la investigación, el tema se convirtió en un foco de atención.
«Yo pienso que en un momento nos dijimos que necesitábamos saber cuántos CHS había allí, porque esa va a ser una pregunta», dijo el Sr. D’Antuono. «Yo creo que le pedimos a la sede que hiciera una encuesta o publicara algo para la gente diciendo si había algún CHS involucrado. Y creo que fue entonces cuando comenzamos a recibir respuestas. Creo que también a lo largo de algunas investigaciones descubriríamos que había un CHS involucrado».
El exfuncionario del FBI señaló a un informante, que testificó en un caso que le dijeron que podía violar la ley si necesitaba hacerlo para que la multitud lo dejara en paz. Ese informante fue a Washington desde Kansas City, Missouri.
«El que recuerdo en particular fue el CHS de Kansas City, del que creo que el agente del caso sabía que él vendría porque yo creo que él se los dijo», dijo el Sr. D’Antuono. Esa persona informaba a su responsable del FBI mientras estaba entre la multitud.
La encuesta de otras oficinas de campo mostró que había varios informantes entre la multitud.
«Creo que fueron un puñado, pero sinceramente no estoy seguro», dijo el Sr. D’Antuono. «Mi recuerdo es tal vez de un puñado de personas, pero no puedo decirlo con certeza», añadió más tarde.
También dijo que el número incluye informantes que no les dijeron a sus encargados que irían, así como informantes que sí notificaron a sus encargados que asistirían.
Se supone que las oficinas de campo deben informar a sus colegas de otras oficinas si una fuente ingresa a su territorio, pero eso no siempre sucede, según el Sr. D’Antuono.
«Incluso, incluso viniendo Baltimore, que está justo al lado, al entrar a WFO, técnicamente, se supone que nos deben decir cuándo van a entrar al territorio de WFO. Siendo realistas, ¿siempre sucede? No. Y eso es lo que causa cierta consternación, como, ¿por qué está haciendo una operación en nuestra ciudad?, dijo el exfuncionario. «Y la razón de esto es que si hay un tiroteo o sucede algo, uno necesita saberlo, ¿verdad? Si de repente agentes del FBI se involucran en un tiroteo y el subdirector me llama diciendo que la gente de uno es (…) mi gente no está desplegada. ¿Qué diablos está pasando? Entonces es un mal día. Eso es un problema, ¿verdad? Así que eso es lo que sucede normalmente».
El FBI gasta unos USD 42 millones al año en su programa CHS, según la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia de Estados Unidos. El FBI no cumplió repetidamente las directrices en el manejo de los informantes, según descubrió un organismo de control (pdf).
El Sr. D’Antuono estaba testificando ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Los abogados de los acusados del 6 de enero dijeron que el 6 de enero había más de 50 fuentes confidenciales trabajando para el FBI y otras agencias. Otros acusados han intentado identificar a los informantes sospechosos. Según Steven Sund, exjefe de la Policía del Capitolio de Estados Unidos, entre la multitud había informantes y agentes encubiertos. El Sr. D’Antuono dijo que, hasta donde él sabía, el FBI no tenía agentes allí.
Nuevo escrito
El representante Jim Jordan (R-Ohio), presidente del comité de la Cámara de Representantes, dijo que el testimonio del Sr. D’Antuono «refuerza nuestras preocupaciones existentes sobre la selección, investigación y uso de CHS por parte del FBI».
El Sr. Jordan informó al director del FBI, Christopher Wray, que el testimonio indica que el FBI no puede monitorear adecuadamente las fuentes confidenciales.
«Esta nueva información es extremadamente preocupante. Sugiere que el FBI no puede rastrear adecuadamente las actividades y operaciones de sus informantes, y que perdió el control de sus CHS presentes en el Capitolio el 6 de enero», dijo el Sr. Jordan.
El representante pidió al FBI que proporcione un informe sobre cómo se utilizaron las fuentes confidenciales el 6 de enero y si recibieron alguna directriz específica.
Además, pidió todos los documentos que detallan los informes de las fuentes.
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