El investigador de video, Gary McBride, está en una búsqueda maratónica de secretos sobre el 6-enero

Por Joseph M. Hanneman
23 de julio de 2022 5:20 PM Actualizado: 23 de julio de 2022 5:20 PM

DALLAS—Luego de un período de 30 horas investigando los más mínimos detalles de la evidencia en video del 6 de enero, Gary McBride tuvo que tomar un descanso para dormir un poco.

McBride a menudo lucha contra el sueño cuando está absorto en su análisis detallado de miles de horas de video de los disturbios en el Capitolio de Estados Unidos. Decir que está concentrado sería quedarse corto. Los términos más precisos serían apasionado, incluso obsesionado.

McBride está en un viaje para descubrir los secretos de lo que sucedió el 6 de enero. Los últimos 18 meses han tenido un alto precio para el exejecutivo de la industria del petróleo y el gas, pero está decidido a continuar.

McBride ha obtenido numerosos videoclips del 6 de enero de 2021, que posteriormente analiza en profundidad. Los hallazgos de McBride jugaron un papel importante en el nuevo documental de Epoch TV, “The Real Story of Jan. 6” («La verdadera historia del 6 de enero»), que ahora se transmite en el sitio web de Epoch TV.

“Cuando recibo un video, lo que busco es la verdad. Estoy buscando la verdad”, dijo McBride a The Epoch Times. “No te voy a mostrar lo que quiero que veas; voy a mostrarte lo que no quieren que veas. Y esa es la forma más fácil de decirlo”.

El investigador de videos Gary McBride pasa horas examinando imágenes del 6 de enero. (Tal Atzmon/The Epoch Times)

Él busca en cada fotograma de las secuencias de video cosas inusuales–personas que parecen estar fuera de lugar u otras que parecen estar coordinadas usando señales de manos. Es un trabajo minucioso.

“Cuando encuentro algo nuevo, paso unas 24, 30, 36 horas seguidas, y no paro hasta que me desmayo en mi mesa o en el sofá o algo así”, dijo McBride. “No me detendré. Siento esa adrenalina y sigo investigando y buscando videos”.

Ocultos a plena vista

Muchos de sus descubrimientos se descubrieron en videos que han sido de dominio público durante mucho tiempo, ya sea publicados en redes sociales o en varios bancos de videos en Internet con grabaciones del 6 de enero.

“Son los mismos videos, no hay nada realmente diferente”, dijo. “Cuando sale algo nuevo, por supuesto, voy a verlo muy bien. Está ahí si la gente simplemente lo mira. Está todo ahí. Y es importante tener el video porque es lo que dice la verdad”.

McBride hizo importantes descubrimientos en sus innumerables horas de trabajo en la oficina de su casa al noroeste de Dallas. Ninguno fue más importante que la agresión de una oficial de policía contra Rosanne Boyland, quien yacía inconsciente, en la entrada del túnel de Lower West Terrace hacia el Capitolio.

Fue un detalle que le llamó la atención mientras veía un noticiero de televisión por cable. Estaban informando que el Departamento de Justicia de EE. UU. había publicado el video de la cámara corporal de un policía que estaba al frente del túnel.

Mientras el presentador narraba que el video mostraba a un oficial de policía siendo arrastrado hacia una multitud hostil, McBride notó que una oficial de policía golpeaba a una mujer inconsciente con un palo en la esquina inferior derecha de la pantalla.

Luego de descargar el video y examinarlo cuadro por cuadro, descubrió que la mujer inmóvil que estaba siendo golpeada era Rosanne Boyland, de 34 años, de Kennesaw, Georgia. El video mostraba a una oficial del Departamento de Policía Metropolitana de D.C. golpeando repetidamente a la mujer aparentemente sin vida.

McBride buscó otros videos desde diferentes ángulos y finalmente vio el número de placa de la oficial en su casco. Eso lo llevó a identificar a la oficial como Lila Morris, una de las oficiales conmemoradas en el Super Bowl de 2021 semanas después del 6 de enero. Eso no le cayó bien a McBride, por lo que presentó una denuncia de brutalidad policial contra Morris ante el Departamento de Policía Metropolitana en septiembre de 2021.

Luego de unos dos meses, el departamento respondió que su investigación sobre el uso de la fuerza por parte de Morris lo encontró “objetivamente razonable”.

La portavoz del Departamento de Policía Metropolitana, Alaina Gertz, dijo a The Epoch Times en un comunicado enviado por correo electrónico en mayo de 2022: “El asunto que involucra a la oficial Morris se nos informó previamente y se revisó a fondo. Esta revisión incluyó imágenes de su cámara corporal y no corroboró las acusaciones”.

Rosanne Boyland fue golpeada con un palo de madera el 6 de enero de 2021: una vez en las costillas y dos veces en la cabeza, según muestra la evidencia en video. (Cámaras corporales del Departamento de Policía Metropolitana/Gráfico de The Epoch Times)

Las imágenes de la cámara corporal de Morris y otros oficiales al frente del túnel muestran que usó un palo para golpear al manifestante Luke Coffee en el codo derecho. Volvió a golpear a Coffee, pero falló. Luego dirigió su atención a Boyland, golpeándola en las costillas una vez y en la cara y la cabeza dos veces, según muestra el video.

Boyland yacía sobre el concreto fuera del túnel mientras los transeúntes le rogaban a la policía que dejara de empujar a la gente encima de ella. Una vez que las personas en la pila se levantaron, Boyland no respiraba. El video de la cámara corporal captura las súplicas frenéticas de ayuda. Ningún oficial de policía hizo algo para ayudar a Boyland, por lo que los manifestantes la arrastraron fuera del túnel para comenzar la RCP.

Boyland fue declarada muerta a las 6:15 p.m. luego que los miembros del equipo SWAT dentro del Capitolio realizaron RCP y usaran un desfibrilador para tratar de reiniciar su corazón. El médico forense de D.C. dijo que murió de intoxicación por anfetaminas de un medicamento recetado que tomó para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Un patólogo forense contratado por la familia Boyland no estuvo de acuerdo y enumeró la causa de la muerte como asfixia manual.

McBride dijo que está contento de que los grandes medios de comunicación enmarcaran la historia de ese video de cámara corporal de la manera en que lo hicieron, ya que lo llevó a los descubrimientos sobre Boyland.

“Me mostró que no les importa lo que pasó, o que ni siquiera vieron el video, porque simplemente lo reprodujeron y nos dejaron ver a Lila golpear a Rosanne, acostada allí sin hacer nada”, dijo McBride.

Ayudando a los acusados ​​del 6 de enero

McBride ha compartido algunos de sus hallazgos con los abogados que representan a los acusados ​​del 6 de enero.

“Les hago saber que los voy a ayudar”, dijo. “Pero lo que sea que encuentre, bueno o malo, se lo daré al abogado. No les voy a dar solo las cosas buenas. Serán los dos. (…) Todos estuvieron de acuerdo con eso. Ellos solo querían que alguien los ayudara, así que eso fue lo que hice”.

El enfoque singular de McBride el 6 de enero ha tenido un alto precio. No está en la nómina de nadie y depende de las donaciones de GiveSendGo que apenas lo han mantenido a flote. También condujo a la ruptura de su matrimonio y al espectro inminente de la ejecución hipotecaria de su casa.

“Soy firme en asegurarme de que esto salga a la luz”, dijo. “Porque no me importa lo que pierdo. Lo he perdido todo. No puedes quitarme nada más que me haga daño. Pero simplemente no podemos parar. No puedo parar”.

“He trabajado hasta las 4:30 de la mañana, sin dejar de hacer lo mismo que he estado haciendo desde el 15 de enero de 2021”, dijo McBride. “No me detendré hasta que se desestimen los casos de todos y todos salgan de la cárcel porque eso es lo que debería suceder”.

El costo emocional de su video investigación del 6 de enero de 18 meses es evidente en el rostro de Gary McBride durante esta entrevista el 17 de junio de 2022. (Tal Atzmon/The Epoch Times)

El cabello de McBride es un recordatorio visible de su solidaridad con los acusados ​​del 6 de enero en prisión preventiva. Algunos han estado tras las rejas durante 18 meses, esperando su día en la corte. McBride dice que no se cortará el cabello hasta que todos los acusados del 6 de enero estén en libertad bajo fianza.

En medio de noches largas, ojos llorosos, e innumerables proyectos de maratón, McBride dijo que se dio cuenta de que el trabajo nunca termina.

“Cada vez que encuentro cosas que no creía que fuera a encontrar, no sucede así. Siempre encuentro”, dijo. «No se sabe cuánto hay por ahí, y solo tienes que seguir cavando y no rendirte y no parar».

La tensión en el rostro de McBride es evidente cuando describe su travesía. Es difícil para él hablar de ello.

“No voy a parar porque cuanto más hago esto, es…” dijo, incapaz de continuar, con la voz agarrotada por la emoción.

“Siento un nudo en la garganta. Oh, vaya».


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