El líder de Hizbulá, Hassan Nasrallah, habló por primera vez desde que el ataque de Hamás contra Israel intensificó drásticamente las tensiones en la región, y amenazó el viernes con que sus fuerzas están «preparadas para todas las posibilidades» de intensificar la guerra.
En un discurso televisado del que se esperaba mucho que indicara si el grupo terrorista con sede en Líbano libraría una guerra en toda regla contra Israel, Nasralá amenazó con una nueva escalada mientras Israel descarta un alto el fuego en Gaza, pero no llegó a prometer que dedicaría todas sus fuerzas a abrir un segundo frente, según las traducciones al inglés de Sky News y el medio israelí Haaretz.
«Ya nos hemos unido a la batalla desde el 8 de octubre», declaró Nasralá, clérigo chiíta que dirige Hizbulá desde 1992. En el último mes han aumentado drásticamente los enfrentamientos a lo largo de la frontera entre el Líbano e Israel, donde murieron 55 terroristas de Hizbulá, el mayor número de bajas que ha sufrido el grupo desde que libró una guerra de 34 días con Israel en 2006.
El líder terrorista elogió el «heroico» ataque de Hamás, calificándolo de decisión «cien por cien palestina».
«Esta gran operación a gran escala fue puramente el resultado de la planificación y ejecución palestinas», dijo. «El gran secretismo hizo que esta operación tuviera un gran éxito».
Según Nasralá, Israel está cometiendo errores al fijarse objetivos que «no puede alcanzar» en respuesta a los atentados del 7 de octubre, una aparente referencia a que los dirigentes israelíes dicen que su objetivo es destruir a Hamás y traer a casa a los rehenes que Hamás tiene en su poder.
Israel solo recuperará a los rehenes «mediante la negociación», afirmó.
Amenaza de guerra regional
En cuanto a si Hizbulá entraría en guerra con Israel, Nasralá indicó que dependería de la situación en Gaza. «Estamos preparados para todas las posibilidades», dijo, advirtiendo que «quienes quieran evitar una guerra regional deben detener rápidamente la agresión en Gaza».
Financiado y equipado por Irán, Hizbulá ha afirmado contar con una fuerza de combate de 100,000 hombres. En comparación, el ejército libanés cuenta con unos 80,000 efectivos en activo. Israel ha convocado recientemente a más de 360,000 reservistas para unirse a sus esfuerzos bélicos.
Incluso sin entrar en una guerra total, la presencia de Hezbolá ya está obligando a Israel a mantener una parte significativa de sus fuerzas en alerta en tierra, aire y mar en la frontera norte, en lugar de desplegarlas en Cisjordania o Gaza. El posible estallido de hostilidades con Hizbulá también ha llevado al gobierno israelí a ordenar la evacuación de decenas de miles de civiles de sus hogares en las comunidades cercanas a la frontera.
En cuanto al papel de Estados Unidos en el conflicto, Nasralá afirmó que «Estados Unidos es completamente responsable de la actual guerra en Gaza e Israel es solo su instrumento».
También dio las gracias a los miembros de lo que denominó el «eje de la resistencia», una coalición de extremistas islámicos que incluye a los que han estado disparando contra las fuerzas estadounidenses en Siria e Irak, y a los rebeldes Houthi de Yemen, respaldados por Irán, que afirmaron haber lanzado ataques con misiles y drones dirigidos contra Israel.
La Casa Blanca reitera su advertencia
Tanto Estados Unidos como Israel han advertido a Hizbulá que no abra un segundo frente en la guerra. En su tercer viaje a Israel desde que estalló la guerra, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, reiteró que cualquier intento de este tipo sería respondido con represalias.
«Con respecto al Líbano, con respecto a Hizbulá, con respecto a Irán, hemos sido muy claros desde el principio en que estamos decididos a que no se abra un segundo o tercer frente en este conflicto», dijo Blinken en una conferencia de prensa en Tel Aviv, en respuesta a una pregunta sobre si Washington estaría dispuesto a «utilizar realmente su poder de fuego en la región» en ese escenario.
«El presidente Biden dijo el primer día a cualquiera que esté pensando en abrir un segundo frente, aprovechando la situación: ‘No lo haga'», continuó, diciendo que la administración Biden está respaldando esas palabras con «hechos prácticos», incluyendo el envío de los portaaviones a la región, el derribo de misiles disparados desde Yemen hacia Israel y los ataques de represalia tras los múltiples ataques contra personal estadounidense en Irak y Siria.
«Estados Unidos ha respondido y seguiremos respondiendo a los ataques de los apoderados de Irán para defender a nuestro personal en la región, personal que está aquí en Irak y en Siria para ayudar a prevenir el resurgimiento de ISIS», dijo a los periodistas. «Haremos lo que sea necesario para disuadir y responder a cualquier ataque».
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