Más de 4000 personas murieron a causa del COVID-19 en los Estados Unidos, mientras que se han confirmado más de 189,633 casos, según los últimos datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins, que está haciendo un seguimiento de la pandemia mundial.
El presidente Donald Trump comentó en una reunión informativa en la Casa Blanca el martes que es «una cuestión de vida o muerte» que los estadounidenses presten atención a las directivas de su administración y predijo que el país pronto verá una «luz al final del túnel» en la lucha contra el brote.
«Quiero que todos los estadounidenses estén preparados para los días difíciles que se avecinan», dijo Trump.
«Esta va a ser una de las dos o tres semanas más duras que hemos tenido en nuestro país», añadió Trump. «Vamos a perder miles de personas».
Hasta el 1º de abril, se ha informado de que han muerto 4081 personas a causa del COVID-19, y 1096 de esas muertes se produjeron en la ciudad de Nueva York, que se ha convertido en el epicentro del brote en los Estados Unidos. Hasta la fecha, 7136 personas en los Estados Unidos se han recuperado de la enfermedad respiratoria.
La coordinadora de la Casa Blanca para la respuesta al coronavirus, la Dra. Deborah Birx, citó las proyecciones de que entre 100,000 y 240,000 personas pueden morir a causa del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) antes de que la pandemia disminuya.
La Casa Blanca también extendió las pautas federales de distanciamiento social hasta el 30 de abril. El presidente y los funcionarios hicieron un llamado a los estadounidenses a hacer su parte para derrotar al virus.
«Son las comunidades las que harán esto. No hay una bala mágica. No hay una vacuna o terapia mágica», expresó Birx. «Son solo comportamientos. Cada uno de nuestros comportamientos se traduce en algo que cambiará el curso de esta pandemia en los próximos 30 días».
El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, mencionó que hay indicios de que las medidas de atenuación están funcionando, pero que pasará tiempo antes de que se vea el impacto del distanciamiento social.
«Así que lo vamos a ver y tenemos que prepararnos, en los próximos días a una semana más o menos, vamos a seguir viendo que las cosas aumentan», explicó Fauci. «No podemos desalentarnos por eso, porque la atenuación está funcionando y funcionará».
Birx aseguró que las experiencias del estado de Washington y California le dan la esperanza de que otros estados puedan mantener el coronavirus bajo control a través del distanciamiento social. Eso se debe a que se movieron rápidamente para contener los primeros grupos de coronavirus cerrando escuelas, instando a la gente a trabajar desde sus casas, prohibiendo grandes reuniones y tomando otras medidas que ahora son familiares para la mayoría de los estadounidenses, anotó.
«Me tranquiliza ver la situación de Seattle», añadió. «California y el estado de Washington reaccionaron muy pronto a esto». Muchos otros estados y gobiernos locales ya tienen rígidos controles sobre la movilidad y las reuniones.
«Nuestro país se encuentra en medio de una gran prueba nacional, como ninguna que hayamos enfrentado antes», aseguró Trump en la sesión informativa del martes. «Todos estamos en guerra con un virus mortal. El éxito en esta lucha requerirá la medida completa y absoluta de nuestra fuerza, amor y devoción colectiva».
Para la mayoría de las personas, el coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos, que desaparecen en dos o tres semanas. Para algunos, especialmente los adultos mayores y las personas con problemas de salud existentes, puede causar una enfermedad más grave, incluida la neumonía, y la muerte.
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