El Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) eliminará sus unidades anticrimen vestidas de civil y transferirá este personal a tareas de investigación y vigilancia policial en vecindarios, dijo el lunes el comisionado de la NYPD, Dermot Shea.
«Afortunadamente, aquí en la ciudad de Nueva York, las manifestaciones violentas se han vuelto pacíficas. Han surgido discusiones reflexivas sobre la reforma», dijo Shea durante una conferencia de prensa, añadiendo que afectará a unos 600 oficiales.
«Nosotros damos la bienvenida a la reforma, pero también creemos que una reforma significativa comienza desde el interior», dijo a los periodistas.
Shea señaló que el traslado «no está exento de riesgos», preguntándose si la decisión tendría como resultado que se decomisaran menos armas de las calles de la ciudad de Nueva York. Pero él dijo que el riesgo recae «directamente sobre mis hombros».
El traslado se produce luego que tras la muerte de George Floyd, bajo la custodia de la policía de Minneapolis, se registraran manifestaciones violentas a menudo, incluyendo incendios, disturbios y vandalismo, lo cual reavivó el movimiento de protesta Black Lives Matter.
«Este es un cambio brusco en la cultura de cómo la policía de Nueva York controla esta gran ciudad», dijo. «Yo consideraría esto en el ámbito del cierre de uno de los últimos capítulos de ‘Stop, Question and Frisk'(…) Creo que es hora de avanzar más y de cambiar la forma en que vigilamos esta ciudad. Podemos hacerlo con el cerebro. Podemos hacerlo con astucia. Podemos alejarnos de la fuerza bruta».
Shea añadió que los agentes anticrimen están involucrados en un número significativo de tiroteos y son los que generan la mayor cantidad de quejas en comparación con otras unidades de la policía de Nueva York.
«Seguirá habiendo unidades de civil en el NYPD, ya sea en equipos de vigilancia, ya sea en narcóticos o cosas de esa naturaleza, pero (…) cuando se mira el número de agentes anticrimen que operan dentro de la ciudad de Nueva York y se observa una proporción desproporcionada, francamente, de quejas, disparos (…) de nuevo, creo que podemos hacerlo mejor», dijo el comisionado.
«Hemos demostrado que podemos construir casos procesables, con pruebas, con inteligencia, con vídeo, y no se equivoquen, necesitaremos la cooperación de los cinco fiscales de distrito (…) pero también tenemos que hacerlo con las comunidades a las que servimos», añadió Shea. «Necesitamos cooperación, necesitamos confianza y todo esto va de la mano con esta decisión».
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, han pedido reformas policiales, aunque ambos han solicitado poner fin a los llamados de desfinanciar a los departamentos de policía. Cuomo dijo el 7 de junio que los departamentos de policía no serán desfinanciados, señalando que hay tensiones y desconfianza entre la policía y los civiles.
«Miren ese saqueo. Fue aterrador», dijo después de días de disturbios. «Fueron los delincuentes que se aprovecharon de la situación, los que fueron oportunistas, los que solo robaron».
El lunes, el gobernador Cuomo dijo que firmaría a principios de mes más reformas para las fuerzas del orden aprobadas por la legislatura del estado.
Los jefes de los sindicatos del NYPD, sin embargo, criticaron a los legisladores y a los medios de comunicación por los intentos de satanizar a los oficiales durante las protestas.
«Yo no soy Derek Chauvin; ellos no son él», dijo Mike O’Meara, presidente de la Asociación de Asociaciones Benéficas de la Policía de Nueva York, refiriéndose al oficial que se arrodilló sobre el cuello de Floyd, en declaraciones a los periodistas la semana pasada. «Él mató a alguien. No fuimos nosotros».
Los medios de comunicación y los legisladores «tratan de humillarnos para que nos avergoncemos de nuestra profesión», comentó.
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