El obispo Joseph Strickland de la diócesis de Tyler, Texas, fue destituido a la fuerza de su cargo por el Papa Francisco el sábado por la mañana.
«Tenían autoridad para destituirme del gobierno diocesano, pero animo a quienes estén molestos o confusos por este hecho a que recen por el Papa y no abandonen la Iglesia», escribió el obispo Strickland en Facebook el lunes por la mañana.
La noticia del Vaticano conmocionó y enfureció a muchos que apoyaban el respeto de las enseñanzas católicas tradicionales por parte del obispo de 65 años.
El obispo Strickland, que ha servido como el cuarto obispo de la Diócesis de Tyler desde 2012, ha sido franco en sus críticas a las opiniones progresistas del Papa Francisco sobre la comunidad LGBTQ dentro de la iglesia.
En junio, el Papa Francisco ordenó una investigación sobre el gobierno pastoral de la diócesis de Tyler por parte del obispo Dennis Sullivan de Camden, Nueva Jersey, y el obispo emérito Gerald Kicanas de Tucson, Arizona.
«Después de meses de cuidadosa consideración por parte del Dicasterio para los Obispos y el Santo Padre, se llegó a la decisión de solicitar la renuncia del obispo Strickland», según un comunicado de la Archidiócesis de Galveston-Houston.
El 9 de noviembre se pidió la dimisión del obispo, pero éste se negó a renunciar a su cargo.
Dos días después, el Vaticano anunció que el obispo Strickland había sido «relevado del gobierno pastoral de la diócesis de Tyler». No se dio ninguna razón para la destitución del obispo.
El Papa nombró a monseñor Joe Vasquez, obispo de Austin, como administrador apostólico de la diócesis de Tyler.
«Durante este tiempo de transición, rezamos para que Dios siga bendiciendo y fortaleciendo abundantemente a la Iglesia y al pueblo santo y fiel de Dios aquí y en todo el mundo», escribió la diócesis de Tyler en un comunicado.
En una entrevista con John-Henry Westen, redactor jefe de LifeSiteNews, el obispo Strickland dijo que cree que su destitución se debió a su apoyo a la «verdad del Evangelio». LifeSiteNews es un sitio web católico de noticias provida con sede en Canadá.
El obispo Strickland dijo que ha recurrido a la oración durante esta «tormenta» en su vida.
«El rosario ha cobrado para mí una vida realmente asombrosa», dijo.
El obispo dijo que no culpa totalmente al Papa por su destitución, señalando a las «muchas fuerzas que trabajan en él y que influyen en él para tomar este tipo de decisiones».
«La única respuesta que tengo a eso es porque las fuerzas en la Iglesia en este momento no quieren la verdad del Evangelio», dijo el obispo Strickland al Sr. Westen.
«Hay personas en la Iglesia que, en lugar de glorificarse en la verdad de Cristo, quieren borrar porciones significativas de las Sagradas Escrituras y decir: ‘Oh, lo entendimos mal’, o ‘Simplemente vamos a ignorarlo’.»
«[La Verdad], es perenne, es eterna, es gloriosa», continuó el obispo. «Y si quieres que cambie, entonces yo soy el problema».
«Él [Jesús] no se transforma en un ser diferente del que era cuando murió en la cruz y resucitó por nosotros. Él es el mismo Señor; Él es el Camino, la Verdad y la Vida, y aquellos que quieren cambiar eso, por un día, en términos de historia humana, tenemos que vivir a través de este día, pero es un momento que pasará, y la verdad prevalecerá», dijo.
A lo largo de la entrevista, el obispo Strickland se mantuvo firme en su fe en que Dios lo sacaría adelante y en que seguiría sirviendo a su comunidad religiosa.
Michel J. Matt, editor de The Remnant, un periódico católico nacional, reaccionó a la destitución del obispo Strickland en X, diciendo: «Esto es la guerra total. Francisco es un peligro claro y presente no sólo para los católicos de todo el mundo, sino también para el mundo entero. Ahora parece que está intentando activamente enterrar la fidelidad a la Iglesia de Jesucristo. Que sea anatema».
Abierto al matrimonio homosexual
El papa Francisco ha hecho declaraciones públicas sorprendentes como: «¿Quién soy yo para juzgarlos?», en respuesta a una pregunta sobre sacerdotes homosexuales que se remonta a su primera conferencia de prensa papal en julio de 2013.
El mes pasado, el Papa sugirió estar abierto a que los sacerdotes celebren matrimonios homosexuales en la Iglesia Católica, en respuesta a cinco cardenales conservadores que lo desafiaron a afirmar la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad antes del Sínodo de Obispos de 2023 en el Vaticano. A principios de año, el Papa había declarado que, aunque la homosexualidad no es un delito, sí es un pecado.
La Iglesia se opone desde hace tiempo a que se reconozcan los matrimonios homosexuales.
«La Iglesia tiene una comprensión muy clara del matrimonio: una unión exclusiva, estable e indisoluble entre un hombre y una mujer, naturalmente abierta a la procreación», escribió el Papa Francisco en una respuesta a los cardenales. «Sólo esta unión puede llamarse matrimonio».
«Sin embargo, en nuestras relaciones con las personas, no debemos perder la caridad pastoral, que debe impregnar todas nuestras decisiones y actitudes», continuó. «La defensa de la verdad objetiva no es la única expresión de esta caridad; incluye también la amabilidad, la paciencia, la comprensión, la ternura y el aliento. Por eso, no podemos ser jueces que sólo niegan, rechazan y excluyen».
El Papa Francisco añadió que no es necesario convertir esa caridad pastoral en norma. Más bien, la cuestión podría ser tratada de forma individual, añadiendo que la «vida de la Iglesia fluye a través de muchos canales distintos de los normativos».
La carta fue un revés de la posición del Vaticano en 2021, cuando el Papa Francisco dijo que la iglesia no podía bendecir las uniones del mismo sexo porque Dios «no bendice y no puede bendecir el pecado».
The Epoch Times se puso en contacto con el obispo Strickland para hacer comentarios. «En este momento, todavía estoy consultando con mi Dios», dijo. «Les haré saber cuándo concederé otra entrevista. Sigan siendo bendecidos».
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