El Parlamento francés adopta el proyecto de ley del certificado sanitario en medio de protestas

Por Noticia de agencia
26 de julio de 2021 3:38 PM Actualizado: 26 de julio de 2021 3:38 PM

El Senado francés adoptó este domingo de forma definitiva el proyecto de ley que regula el uso del certificado sanitario para acceder a una mayoría de establecimientos públicos y obliga a los sanitarios a vacunarse, tras cuatro días y noches de discusiones parlamentarias.

Tras una primera votación del Senado a favor del texto y con múltiples introducciones, la comisión mixta paritaria, formada por diputados y senadores, alcanzó esta noche un acuerdo con ligeras modificaciones, como la limitación de estas medidas extraordinarias hasta el 15 de noviembre, mientras impere el estado de emergencia.

El texto final fue aprobado con 195 votos a favor y 129 en contra.

Ya desde el pasado miércoles, el certificado sanitario -de vacunación, de haber pasado la enfermedad en los últimos seis meses o un test negativo de las 48 horas anteriores- se impuso mediante decreto para la entrada en museos, cines, teatros y salas de deporte.

Pero el Ejecutivo quiere también que el documento se extienda en agosto para entrar a bares, restaurantes, cafeterías, centros comerciales y transportes públicos de largo recorrido. El objetivo: acorralar al máximo a los que no quieren vacunarse.

Una mujer sostiene una pancarta en la que se lee «NO a la tarjeta sanitaria» durante una manifestación contra la vacunación obligatoria para determinados trabajadores y el uso obligatorio de la tarjeta sanitaria convocada por el Gobierno francés, en Nantes, oeste de Francia, el 24 de julio de 2021. (Sebastien Salom-Gomis/AFP vía Getty Images)

El proyecto de ley empezó a ser debatido el pasado miércoles en la Asamblea Nacional hasta su aprobación 48 horas más tarde, y tardó casi 24 horas en ser aceptado por el Senado, la pasada madrugada.

Las medidas aprobadas estarán en vigor mientras impere el estado de emergencia, fijado hasta el 15 de noviembre. Cualquier nueva prolongación deberá ser previamente aprobada por la Asamblea Nacional.

En el caso de los centros comerciales, corresponderá al delegado de Gobierno de cada departamento establecer la forma de entrada al sitio, sin vetar el acceso a bienes de primera necesidad.

Un manifestante sostiene un cartel en el que se lee «Libertad» durante una manifestación contra la vacunación obligatoria para ciertos trabajadores y el uso obligatorio de la tarjeta sanitaria convocada por el Gobierno francés, en Marsella, sur de Francia, el 24 de julio de 2021. (Clement Mahoudeau/AFP vía Getty Images)

Finalmente, el certificado será necesario para poder entrar al interior de bares, restaurantes y cafés, pero también en terrazas, que los senadores habían excluido de la obligación en un principio.

Vacunación adolescente y sanitarios

Los menores de entre 12 y 18 años no tendrán que presentarlo hasta el 30 de septiembre y podrán vacunarse con el consentimiento de uno de los dos padres, y entre 16 y 17 años podrán hacerlo sin requerir la autorización paterna.

Finalmente, el aislamiento obligatorio de los contagiados será controlado por la seguridad social, y no por las fuerzas del orden, aunque éstas podrán ser advertidas si se cree que una persona no está respetando la cuarentena.

Manifestantes antivacunas marchan por las calles de París protestando contra las nuevas restricciones anunciadas por el presidente Macron el lunes alegando que las nuevas medidas van en contra de las libertades civiles el 17 de julio de 2021 en París, Francia. (Kiran Ridley/Getty Images)

Además, las sanciones pasan a ser graduales para los establecimientos que deben controlar el certificado: primero habrá multas, luego cierres administrativos de dos semanas y riesgo de cárcel en caso de una tercera reincidencia.

En cuanto a la obligación de la vacunación de los sanitarios, la sanción no será el despido, como preveía el texto inicial, pero sí una suspensión de salario y empleo que se aplicará también a los trabajadores de establecimientos en los que haya que presentar un certificado.

El 15 de septiembre habrán de tener al menos una dosis y el 15 de octubre, ambas.

«Cuando la ciencia da armas, hay que utilizarlas», dijo este domingo el presidente francés, Emmanuel Macron, que insistió durante una visita oficial a la Polinesia Francesa en que «la vacuna es la única protección eficaz de luchar contra el virus».

El sábado 24 de julio más de 161,000 personas marcharon en varias ciudades de Francia para protestar contra el certificado sanitario.

Tras el acuerdo de senadores y diputados, el texto pasa ahora al Consejo Constitucional, a petición del Gobierno, que revisará todas las enmiendas y dará su opinión sobre el proyecto de ley antes de su promulgación como muy tarde a principios de agosto, cuando el Ejecutivo quiere que el dispositivo esté en funcionamiento.

En otros países europeos se han propuesto sistemas similares a los de los pasaportes de vacunación, como Italia, que ha ideado el llamado «pase verde», que obliga a mostrar un pase antes de entrar en restaurantes, ferias, estadios y otros lugares. La gente también salió a la calle en Roma, Nápoles y otros lugares para manifestarse.

En Dublín, Londres, Atenas y otras ciudades se produjeron manifestaciones similares durante el pasado fin de semana.

En Estados Unidos, algunos estados liderados por el Partido Republicano han aprobado leyes que prohíben a los gobiernos locales exigir pasaportes de vacunas. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó recientemente una medida que prohíbe a todas las empresas implantar estos sistemas en su estado.

El reportero de The Epoch Times Jack Phillips contribuyó a este artículo.


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