Un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores del Partido Comunista Chino (PCCh) confirmó el martes que el buque de rastreo por satélite del régimen ha atracado en el puerto de Sri Lanka para su reabastecimiento, tras un retraso debido a que India se opuso a la llegada del barco, alegando problemas de seguridad.
El buque de investigación, Yuan Wang 5, llegó al puerto de Hambantota el martes por la mañana y permanecerá allí durante siete días. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Sri Lanka dijo que el barco fue aprobado tras «extensas consultas a alto nivel».
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del régimen chino, afirmó que las «actividades de investigación científica marina» del barco son «coherentes con el derecho internacional», e insistió en que no deben ser «obstruidas por ningún tercero».
«No afectan a la seguridad ni a los intereses económicos de ningún país y no deben ser obstruidas por ningún tercero», dijo Wang a los periodistas.
Sri Lanka había concedido inicialmente la aprobación para que el barco atracara entre el 11 y el 17 de agosto, pero posteriormente solicitó a China que retrasara la llegada del barco debido a las objeciones de seguridad de India.
India había advertido anteriormente que tomaría «todas las medidas necesarias» para salvaguardar su seguridad y sus intereses económicos en relación con el Yuan Wang 5, que ha sido descrito como un «barco espía» o algo más por los medios de comunicación indios.
El Yuan Wang 5 tiene un alcance aéreo de aproximadamente 750 kilómetros (466 millas), que podría rastrear varios puertos indios en Kerala, Tamil Nadu y Andhra Pradesh mientras atraca en el puerto de Sri Lanka, reportó Indian Express.
«Se trata de un barco de instrumentación de alcance de misiles muy sofisticado, con antenas y equipos electrónicos superiores para apoyar el lanzamiento y seguimiento de misiles y cohetes», reportó CNN-News 18.
Otros, como los sitios web de análisis de buques, han calificado al Yuan Wang 5 de buque de investigación y reconocimiento.
Un día antes de la llegada del buque, el gobierno indio regaló un avión de reconocimiento Dornier a Sri Lanka para «reforzar la seguridad marítima» del país y mejorar la seguridad de la región del océano Índico en general.
La reestructuración de la deuda está en peligro
Al parecer, China solicitó reuniones con altos funcionarios de Sri Lanka por el retraso del barco y expresó su «insatisfacción» con la gestión del asunto por parte de Sri Lanka, reportó Nikkei Asia, citando a funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores de Sri Lanka.
«[Los funcionarios del régimen chino] estaban especialmente enfadados porque se concedió la aprobación y luego fue retirada [por Sri Lanka]», dijo uno de los funcionarios, que habló bajo condición de anonimato.
Al parecer, el régimen chino amenazó a Sri Lanka con posibles repercusiones en la reestructuración de su deuda por préstamos chinos, las negociaciones para un paquete de ayuda de 4000 millones de dólares y un pacto de libre comercio con China.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Sri Lanka acabó aprobando el barco y dijo que su objetivo era «salvaguardar los intereses legítimos de todos los países, de acuerdo con sus obligaciones internacionales».
Sri Lanka dejó de pagar su deuda en mayo. El país tiene 51,000 millones de dólares de deuda externa pendiente, de los cuales 6500 millones se deben a China.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dicho que Sri Lanka debe trabajar con su mayor acreedor, China, para resolver los problemas de la deuda. Sri Lanka también está en conversaciones con el FMI para un paquete de rescate.
«China es un gran acreedor, y Sri Lanka tiene que comprometerse de forma proactiva con él en una reestructuración de la deuda», dijo a Reuters Krishna Srinivasan, director del departamento de Asia y el Pacífico del FMI. Japón e India también son acreedores bilaterales de Sri Lanka.
La nación afectada por la crisis solicitó a China que modificara las condiciones de un servicio de canje de 1500 millones de dólares en yuanes que firmó el año pasado, y que estipula que el fondo solo puede utilizarse siempre que Sri Lanka tenga suficientes reservas de divisas para tres meses.
Sri Lanka es también una parte clave de la iniciativa china de la Franja y la Ruta que otros países han criticado como una «trampa de la deuda» para las naciones más pequeñas. Varios de sus proyectos de infraestructuras financiados con inversiones extranjeras no han generado ingresos, lo que ha sumido al país en la deuda.
En diciembre de 2017, el gobierno de Sri Lanka alquiló el puerto de Hambantota a China durante 99 años para convertir sus préstamos adeudados de 1400 millones de dólares en acciones, pero a India le preocupa que Beijing utilice el puerto como base militar.
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