MELBOURNE, Australia —El esposo de una practicante de Falun Gong ha pedido al Partido Comunista Chino (PCCh) que libere inmediatamente a su esposa tras un horrendo relato de las torturas sexuales empleadas contra ella por «personal entrenado» del PCCh.
En una rueda de prensa celebrada ante el consulado chino en Melbourne el 15 de agosto, Qi Xiong detalló las torturas a las que fue sometida su esposa, Jiang Yongqin, profesora universitaria de 52 años y madre de tres hijos, al ser coaccionada para que renunciara a su fe en Falun Gong, una antigua práctica espiritual actualmente prohibida en China.
«Entre las 14:00 y las 15:00 horas del 7 u 8 de julio, la policía cubrió la cabeza de mi esposa con una capucha negra, le puso tapones en los oídos y la arrastró desde el hotel hasta un lugar secreto, donde fue agredida sexualmente por los agentes. Utilizaron una nueva y grave forma de tortura llamada ‘caja de herramientas’, que contenía palillos, instrumentos, frascos de medicamentos, cables, afrodisíacos y otros dispositivos de tortura, todos ellos diseñados para infligir un dolor insoportable a la víctima», dijo Qi.
Según Qi, cuatro hombres rociaron primero aceite de mostaza en las fosas nasales de Jiang, pusieron cigarrillos encendidos y luego dejaron las colillas dentro de sus fosas nasales. Posteriormente, Jiang tosió las colillas por la boca.
Al ver que Jiang no les daba la información que querían, el «personal capacitado» instruyó entonces a otros hombres para que agredieran sexualmente a Jiang utilizando elementos de la «caja de herramientas». Cuando descubrieron que ella estaba menstruando, el experto afirmó que los artículos funcionarían aún mejor.
Jiang Yongqin fue torturada durante casi dos horas hasta que se derrumbó, luego la obligaron a dar la contraseña de su computadora y la coaccionaron para que firmara una declaración en la que renunciaba a su fe.
Según Qi, el último secuestro de Jiang Yongqin tuvo lugar el 21 de julio, y actualmente está detenida en el Centro de Detención de Shulan, en la ciudad de Jilin. Según Qi, el abogado de Yongqin Jiang en China continental ha comenzado a ocuparse del caso.
Marc Bateman, defensor de los derechos humanos que también intervino en la rueda de prensa, dijo que en las sociedades democráticas, como la australiana, la policía está destinada a proteger a la comunidad y garantizar el bienestar de sus ciudadanos.
«Pero la policía en China recibe instrucciones del aparato comunista de agredir sexualmente a los presos de conciencia para que renuncien a sus creencias, a sus libertades y a su propia santidad humana», dijo Bateman.
La hija mayor de Jiang, Amily, que también estaba en la rueda de prensa, instó a la liberación de su madre.
«Mi corazón está realmente apesadumbrado», dijo. «Los cuatro policías que persiguieron a mi madre, especialmente el llamado ‘experto en tortura’, deben ser castigados. El PCCh nunca ha cambiado. Es tan malvado como siempre».
Bateman también pidió al PCCh que ponga fin a todas las formas de tortura contra los practicantes de Falun Gong, que libere inmediatamente a Jiang Yongqin, incluidos otros presos de conciencia, y que la comunidad australiana y mundial exija al PCCh que rinda cuentas por estos abusos contra los derechos humanos.
Antecedentes de Jiang Yongqin
Jiang era profesora del Centro de Enseñanza Experimental de Bases Mecánicas de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Zhejiang cuando fue secuestrada por la policía el 26 de septiembre de 2009. En febrero de 2010, fue condenada a tres años de prisión y enviada a la Prisión de Mujeres de Zhejiang, dejando a su hija, que entonces tenía 4 años, y a sus suegros, ancianos y enfermos, sin nadie que los cuidara.
Desde que comenzó la persecución en 1999, la policía ha acosado con frecuencia a Jiang y a su familia y ha interrumpido sus actividades laborales.
El 12 de junio, la policía local la secuestró a ella y a su familia, incluida su hija de 8 años, de su actual residencia en Jilin. La policía también saqueó su casa y confiscó su computadora y su celular.
Los miembros de la familia fueron liberados posteriormente, pero Jiang permaneció detenida en un lugar desconocido.
Según un informe de Minghui.org, un centro de intercambio de información con sede en Estados Unidos que recoge información de primera mano desde China sobre la persecución a Falun Gong, el Ministerio de Seguridad Pública estuvo implicado en el secuestro de Jiang por «razones desconocidas».
La Oficina Disciplinaria Especial (SDO, por sus siglas en inglés), dependiente del departamento de seguridad pública de la provincia de Jilin, ha sido identificada como el departamento de seguridad implicado en el secuestro de Jiang, según el informe.
Analista chino dice que el método de tortura es un «protocolo sistemático para la persecución»
El analista de China, Heng He, dijo que este caso destaca por el hecho de que el supuesto experto fue enviado desde un nivel superior y utilizó una «caja de herramientas» o «kit» con protocolos que contenían drogas para el interrogatorio.
«Este tipo de persecución sexual es muy diferente del pasado», dijo Heng.
Heng explicó que los interrogatorios con tortura han sido una herramienta sistemática bajo el Partido Comunista Chino (PCCh) en el poder. Por ejemplo, la silla de hierro y las porras eléctricas son conocidas como herramientas de tortura del PCCh en la comunidad internacional.
La aplicación de drogas y los abusos sexuales en el arsenal del PCCh son demasiado comunes, dijo Heng.
Explicó que el PCCh siempre se ha dedicado a explorar métodos de tortura que son poco comunes en otros países.
Cree que el llamado experto es en realidad alguien especializado en encontrar formas de torturar a un detenido hasta el extremo, sin matarlo, para obtener la información que las autoridades desean.
Desde el comienzo de la persecución, a partir de julio de 1999, se han denunciado casos similares de tortura, dijo Heng.
Según el Centro de Información sobre Falun Dafa, se ha presentado en el Congreso de EE. UU. un proyecto de ley titulado «H.R. 6319, la Ley de Protección de Falun Gong» para combatir éste y otros crímenes de lesa humanidad perpetrados contra los practicantes de Falun Gong.
Con información de Mary Hong.
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