El PCCh crea un “kit de tortura” y una nueva agencia para perseguir a Falun Gong

Por Mary Hong
11 de agosto de 2022 4:11 PM Actualizado: 11 de agosto de 2022 4:11 PM

Si bien la brutalidad en la campaña para perseguir a Falun Gong ha sido expuesta durante muchos años con testimonios de víctimas, un reportaje reciente reveló que el régimen ha desarrollado un «kit» para «personal capacitado» con el propósito de que lo usen específicamente contra los practicantes de Falun Gong.

Jiang Yongqin, una practicante, ha sido encarcelada varias veces por el régimen desde 2009 a causa de su creencia en Falun Gong, una práctica de cultivación basada en la antigua cultura china. El régimen comunista, bajo el mando de Jiang Zemin, comenzó a perseguir a Falun Gong en 1999. A lo largo de los años, la campaña ha provocado numerosos encarcelamientos y muertes, y ha resultado en la sustracción forzada de órganos de practicantes encarcelados.

Minghui.org, un sitio web con sede en EE.UU. que documenta la persecución a Falun Gong por parte del Partido Comunista Chino (PCCh), proporcionó los detalles de lo que le pasó recientemente Jiang Yongqin.

Según el reportaje, el último secuestro a Jiang Yongqin tuvo lugar el 12 de junio.

Una fuente reveló que fue trasladada a un lugar secreto en algún momento entre el 7 y el 8 de julio para ser interrogada. El “experto capacitado” y su asistente aplicaron el kit de tortura para abusar sexualmente de ella hasta que colapsó por completo.

El experto le dijo a Jiang que dejarían el equipo en el sitio del interrogatorio solo para ella hasta que les diera la información que querían.

Él dijo: “Hay ciertas restricciones en el uso del kit; pero, cuando se trata de Falun Gong, lo usamos cuando queremos”.

El culpable: La policía provincial de Jilin

Jiang era profesora en el Centro de Enseñanza Experimental para Bases Mecánicas en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Zhejiang cuando la policía la secuestró por primera vez el 26 de septiembre de 2009. En febrero de 2010, fue sentenciada a tres años de prisión y enviada a la prisión de mujeres de Zhejiang, dejando a su hija de 4 años y a sus suegros ancianos y enfermizos sin nadie que los cuidara.

Desde que comenzó la persecución en 1999, la policía acosó con frecuencia a Jiang y a su familia e interrumpió su empleo.

Policías vestidos de civil observan cómo un oficial de policía chino lleva a la fuerza a una practicante de Falun Gong a una camioneta policial, el 11 de mayo de 2000, en la plaza Tiananmen, en Beijing. (Stephen Shaver/AFP vía Getty Images)

El 12 de junio, la policía local la secuestró a ella y a su familia de su residencia actual en Jilin. La policía también saqueó su casa y confiscó su computadora y teléfono celular.

Posteriormente, los miembros de su familia fueron liberados, pero Jiang permaneció detenida en un lugar desconocido.

Una fuente le dijo al corresponsal de Minghui.org en Jilin que el Ministerio de Seguridad Pública estuvo involucrado en este secuestro por razones desconocidas.

Por primera vez, la agencia secreta fue nombrada: Oficina Disciplinaria Especial (SDO) bajo el departamento de seguridad pública de la provincia de Jilin.

Un interrogatorio pervertido

Según la información privilegiada, el «experto en kits» y su asistente eran ambos de la SDO. Junto con otros dos policías de seguridad nacional de Jilin, de apellido Tang y Lu, los cuatro hombres comenzaron a trabajar en Jiang.

Dentro del botiquín había palillos de dientes, pequeños instrumentos, drogas, alambres, afrodisíacos y otros artículos.

Según la fuente, los cuatro hombres primero rociaron aceite de mostaza en las fosas nasales de Jiang, agregaron cigarrillos encendidos y luego dejaron las colillas dentro de sus fosas nasales. Jiang luego tosió las colillas por la boca.

Al ver que Jiang no les daría la información que querían, el experto instruyó a otros hombres para que la agredieran sexualmente usando elementos del kit. Cuando descubrieron que estaba menstruando, el experto afirmó que los artículos funcionarían aún mejor.

Todo el proceso tomó casi dos horas hasta que colapsó y se rindió. Les dio el código de acceso de su computadora.

Ilustración de un interrogatorio de tortura del PCCh: Cigarrillos encendidos colocados en las fosas nasales. (Minghui.org)

“Un Protocolo Sistemático para la Persecución”: Analista

El analista chino, Heng He, dijo que los interrogatorios de tortura son comunes dentro de las prisiones chinas; sin embargo, por lo general las lleva a cabo el personal penitenciario u otros reclusos.

Este caso destaca por el hecho de que el llamado perito fue enviado desde un nivel superior y utilizó un kit con protocolos que contenían drogas para su interrogatorio.

Dijo: «Este tipo de persecución sexual es muy diferente del pasado».

Heng explicó que los interrogatorios bajo tortura han sido una herramienta sistémica bajo el gobernante Partido Comunista Chino (PCCh). Por ejemplo, la silla de hierro y las porras eléctricas son conocidas como herramientas de tortura del PCCh en la comunidad internacional.

La aplicación de drogas y agresiones sexuales en el arsenal del PCCh son demasiado comunes, dijo Heng.

Explicó que el PCCh siempre se ha dedicado a explorar métodos de tortura que son raros en otros países. Él cree que el llamado experto es en realidad alguien especializado en encontrar formas de torturar a un detenido al extremo, sin matarlo, para obtener la información que desean las autoridades.

La sentencia sin ley

Con respecto al uso sin restricciones del kit en practicantes de Falun Gong, Heng dijo que afirmaciones similares han sido ampliamente reportadas desde que el régimen inició la persecución en 1999.

Dijo que el sistema judicial del PCCh ha tratado a los practicantes de Falun Gong como casos excepcionales; es decir, todas las regulaciones pueden ser inválidas si un caso está relacionado con Falun Gong.

“Debido a que ha sido una campaña de persecución política desde el principio, no está sujeta a ninguna ley”.

Heng usó la Oficina 610 como ejemplo. Es un organismo “extralegal” establecido en junio de 1999 para atacar específicamente a los practicantes de Falun Gong.

“Esto es suficiente para probar que, en el proceso de persecución a Falun Gong, el PCCh no habla de leyes”, dijo Heng.

Haizhong Ning y Yi Ru contribuyeron a este artículo.


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