El Pentágono confirmó la pérdida de otro avión no tripulado MQ-9 Reaper cerca de Yemen, tras las afirmaciones de los rebeldes hutíes, respaldados por Irán, de que habían derribado múltiples aeronaves de este tipo en los últimos días.
«Ayer, un MQ-9 se estrelló en las proximidades de Yemen. Se está investigando, pero no tengo más detalles que compartir», dijo el portavoz del Departamento de Defensa, el general de división Pat Ryder, a los periodistas en una rueda de prensa el 17 de septiembre.
Cuando se le preguntó sobre la afirmación de los hutíes de que habían derribado 10 MQ-9 desde noviembre pasado, Ryder desestimó la cifra como «demasiado alta».
Citando «razones de seguridad de la operación», Ryder declinó facilitar el número exacto de drones perdidos en Yemen, cada uno de los cuales cuesta alrededor de 30 millones de dólares. Pero enfatizó que las cifras de los hutíes «no fueron exactas».
Desde que los hutíes se apoderaron del territorio del norte de Yemen y de su capital, Saná, en 2014, el ejército estadounidense ha visto cómo los MQ-9 Reapers son derribados en el país devastado por la guerra, en 2017, 2019, 2023 y este año.
El 16 de septiembre, los hutíes publicaron vídeos que mostraban el derribo y lo que parecen ser los restos en llamas de un MQ-9, viéndose entre el fuego una hélice similar a las utilizadas por el dron. Los hutíes afirmaron que era el tercer avión no tripulado de este tipo que derribaban en la última semana, aunque las otras dos afirmaciones no fueron respaldadas por vídeos similares u otras evidencias.
El Departamento de Estado de EE. UU. designó a los hutíes como organización terrorista en enero, tras una serie de ataques desde noviembre de 2023 contra buques comerciales en las concurridas rutas marítimas del Mar Rojo y el Golfo de Adén, por las que pasan billones de dólares en mercancías cada año. La designación también refleja los ataques del grupo contra las fuerzas militares estacionadas en la región para proteger la navegación comercial.
Los hutíes han descrito sus agresiones marítimas como actos de represalia contra Israel en nombre de los palestinos de Gaza, aunque muchas de sus víctimas no tienen relación directa con el conflicto en curso.
Uno de los ataques más recientes y graves ocurrió en el Mar Rojo y afectó al MV Sounion, un petrolero de propiedad y bandera griega, que transportaba cerca de un millón de barriles de crudo. El 21 de agosto, los terroristas hutíes atacaron el buque con armas ligeras, misiles y un barco teledirigido antes de detonar unos explosivos a bordo, provocando varios incendios.
La tripulación abandonó el Sounion, y el barco quedó a la deriva durante días en el Mar Rojo antes de ser remolcado a un lugar seguro bajo escolta militar. El 16 de septiembre, una misión naval de la Unión Europea anunció en X que la operación de salvamento había evitado con éxito un posible vertido de petróleo, que podría haber tenido consecuencias medioambientales desastrosas.
Por otra parte, el 16 de septiembre, los hutíes lanzaron lo que dijeron que era un misil hipersónico contra el centro de Israel. El ejército israelí declaró que el proyectil «probablemente se fragmentó en el aire» y no causó heridos, aunque activó las sirenas antiaéreas y obligó a los residentes a buscar refugio en la zona del aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv.
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