El nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, ha revelado sus planes de despedir a unos 5000 empleados públicos contratados este año, antes de su toma de posesión, como parte de un esfuerzo más amplio por recortar el gasto público en el contexto de crisis económica que vive el país.
Milei, un economista, firmó un decreto el 26 de diciembre estableciendo que su gobierno no renovará los contratos de miles de trabajadores gubernamentales recientemente contratados, según los reportajes.
Sin embargo, el decreto, publicado en el Boletín Oficial del Estado, incluye excepciones, como en los casos en que los trabajadores hayan sido contratados como parte de «cupos regulados por ley u otro tipo de protecciones especiales», incluidos los discapacitados o el personal considerado «indispensable», según el diario español El País.
El decreto también señala que otros contratos gubernamentales realizados antes de 2023 también serán sometidos a una «revisión exhaustiva» en los próximos 90 días, según la publicación.
En general, el gobierno de Milei estima que más de 5000 trabajadores se verán afectados por los recortes de empleo, aunque la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), un sindicato de trabajadores, anticipa que unos 7000 empleados podrían perder su empleo.
Un sindicato anuncia protestas planificadas
En un comunicado del 26 de diciembre, el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, dijo que su sindicato planea movilizarse al día siguiente en varias partes del país para protestar contra el decreto.
«Los trabajadores en todos los casos realizan tareas que son esenciales para garantizar el funcionamiento de todas las áreas del Estado, independientemente del tipo de su relación contractual», afirmó Aguiar.
Las protestas incluirán huelgas, movilizaciones, asambleas y cortes de carreteras, añadió.
«Los funcionarios estatales vamos a profundizar nuestro plan de lucha. No se nos puede acusar de atentar contra la gobernabilidad. Está claro que la paz social está siendo rota por un gobierno que pretende dejar en las calles a miles de familias. Es estando en la calle como vamos a parar los ajustes del gobierno», continuó Aguiar.
“Si el gobierno sigue adelante con estos despidos, los trabajadores y las familias se verán afectados directamente, pero indirectamente, toda la comunidad se verá afectada. En el Estado, cualquier despido se traduce en una pérdida de derechos para todo nuestro pueblo”, agregó.
Milei, de 53 años, asumió como nuevo presidente de Argentina el 10 de diciembre después de derrotar a Sergio Massa, ministro de Economía de la administración socialista de Alberto Fernández.
Una era de “paz y prosperidad”
Durante su primer discurso oficial, prometió enterrar lo que describió como «décadas de fracasos, luchas internas y disputas sin sentido» y embarcarse en una nueva era de «paz y prosperidad».
También advirtió a los argentinos que se preparen para un «shock» económico como resultado de las diversas reformas que planea introducir en las próximas semanas y meses en un esfuerzo por transformar la economía en dificultades de Argentina, afirmando que no hay «alternativa posible a los ajustes».
«Tampoco hay una discusión entre el shock y el ‘gradualismo’; en primer lugar, porque la experiencia muestra que todos los programas ‘gradualistas’ terminaron mal», añadió.
Sus comentarios se producen cuando la inflación en Argentina ha aumentado un 143 por ciento anual, y los expertos esperan que alcance alrededor del 200 por ciento para fin de año.
El alto costo de vida y el aumento del saqueo generalizado y la pobreza es, en parte, lo que llevó a la victoria de Milei en las últimas elecciones después de que muchos votantes acusaran al exlíder Alberto Fernández de no asumir la responsabilidad por la paralizante crisis económica.
Además de reformar el gasto público y las nóminas, Milei también ha prometido permitir la privatización de empresas de medios de comunicación estatales y de empresas estatales de petróleo y gas, como el gigante petrolero YPF, como una forma de impulsar las exportaciones y la inversión en Argentina.
Además, su gobierno se había comprometido a hacer recortes a los subsidios a la energía y al transporte y a cerrar algunos ministerios para controlar el gasto público.
Con información de Associated Press.
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