El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), encabezará una delegación de 60 legisladores republicanos a Eagle Pass, Texas, el 3 de enero, destacando la crisis de inmigración ilegal que ha abrumado al servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, inundando tanto las comunidades fronterizas como las principales ciudades con hasta 12,000 personas por día entrando ilegalmente al país.
La visita se produce tras negociaciones entre la Cámara y el Senado sobre la aprobación de una solicitud suplementaria de USD 106,000 millones del presidente Joe Biden, que incluye USD 45,000 millones para Ucrania y USD 14,000 millones para Israel.
Johnson informó al Senado en diciembre que los republicanos de la Cámara de Representantes no aprobarían ayuda militar adicional para Ucrania hasta que esa cámara aprobara las disposiciones de la H.R.2, la Ley para Asegurar la Frontera, que la Cámara aprobó hace casi un año.
El presidente de la Cámara instó al presidente Biden a tomar medidas ejecutivas para abordar la crisis fronteriza en una carta del 21 de diciembre.
“La frontera abierta ha causado una tragedia humana indescriptible para los migrantes y ciertamente para nuestros propios ciudadanos”, escribió Johnson.
“Las comunidades locales han quedado devastadas y terroristas y criminales peligrosos han entrado ilegalmente y se han dispersado por todo nuestro país. Ahora somos más vulnerables que nunca a un ataque terrorista en nuestra patria”.
Johnson pidió al presidente que tome medidas ejecutivas inmediatas, incluida la de poner fin a la política de “captura y liberación” y deportar o detener a quienes crucen la frontera ilegalmente, restablecer la política de Permanecer en México instituida durante la administración Trump y reanudar la construcción del muro fronterizo.
Una semana después, Johnson reaccionó a las discusiones entre los secretarios Alejandro Mayorkas y Antony Blinken y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sobre la amnistía para los inmigrantes ilegales.
“Estados Unidos debe centrarse en políticas que disuadan, no atraigan, a las personas que intentan venir aquí ilegalmente y a los contrabandistas que se benefician de la catástrofe en nuestra frontera”, escribió Johnson el 28 de diciembre. «Este desarrollo demuestra aún más que la Administración no tiene ninguna intención real de resolver el desastre humanitario y la crisis de seguridad nacional inmediata que sus políticas han creado”.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informó un récord de unos 302,000 encuentros con inmigrantes ilegales en diciembre, una cifra mayor que la población de Newark, Nueva Jersey.
En noviembre, 12,000 menores no acompañados ingresaron ilegalmente al país, según informes de la CBP.
Eagle Pass se encuentra dentro del sector Del Río de la frontera con Estados Unidos, que incluye un tramo de 245 millas del Río Grande y el Lago Amistad. El área circundante es principalmente tierras agrícolas y ganaderas. En diciembre se reportaron más de 71,000 contactos de inmigrantes en el sector.
La Casa Blanca respondió a la noticia de la visita del Congreso a Eagle Pass el 3 de enero, acusando a los republicanos de socavar los intentos del presidente Biden de asegurar la frontera.
“Después de votar en 2023 para eliminar a más de 2000 agentes de la Patrulla Fronteriza y erosionar nuestra capacidad para incautar fentanilo, los republicanos de la Cámara de Representantes abandonaron Washington a mediados de diciembre, incluso cuando el presidente Biden y los republicanos y demócratas en el Senado permanecían para seguir adelante con un acuerdo bipartidista”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, en un comunicado por correo electrónico.
“El primer día, el presidente Biden propuso un plan integral de reforma migratoria y, a continuación, entregó fondos récord para la seguridad fronteriza cada año de su mandato”, añadió Bates.
Este artículo se actualizó para incluir una declaración de la Casa Blanca.
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