El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, (R-La.) ha vuelto a pronunciarse en defensa de su fe cristiana después de que un estratega demócrata dijera que lo que Johnson cree es una «amenaza mayor» para Estados Unidos que el grupo terrorista Al-Qaeda.
El estratega demócrata James Carville hizo estos comentarios durante el programa del cómico Bill Maher «Real Time With Bill Maher» el 1 de diciembre.
«Mike Johnson y lo que él cree es una de las mayores amenazas que tenemos hoy para Estados Unidos», dijo Carville.
«Le prometo que conozco a esta gente», continuó Carville, lo que provocó que Maher le pidiera que aclarara que se refería al nacionalismo cristiano y no al cristianismo en general.
«¿Está hablando de nacionalistas cristianos?» dijo Maher.
Asintiendo con la cabeza, Carville dijo: «Por supuesto. Es una amenaza mayor que Al-Qaeda para este país».
Las declaraciones de los estrategas demócratas provocaron la respuesta de Johnson, que el domingo publicó en X su respuesta.
«Es retorcido y vergonzoso que un importante estratega demócrata diga que millones de cristianos en Estados Unidos son una amenaza mayor que los terroristas extranjeros que asesinaron a más de 3000 estadounidenses», escribió Johnson. «El Partido Demócrata debería condenar esto. Pero no lo harán».
La fe de Johnson en el punto de mira
Aunque no existe un manifiesto canónico del nacionalismo cristiano ni una definición única, generalmente se considera la creencia de que la nación estadounidense se define por valores cristianos y el gobierno debe adoptar políticas -como en cuestiones de aborto o matrimonio entre personas del mismo sexo- que se alineen con esta visión del mundo.
Los progresistas han argumentado que el nacionalismo cristiano es antidemocrático. Amanda Tyler, directora ejecutiva del Baptist Joint Committee for Religious Liberty, lo calificó de «la mayor amenaza a la libertad religiosa» en Estados Unidos.
Aunque Johnson nunca se ha identificado como nacionalista cristiano, ha hablado mucho de su fe cristiana y del hecho de que sus valores guían su pensamiento y sus acciones, incluso como representante en el Congreso.
Ha hecho comentarios -como que cree que Dios «eleva a los que tienen autoridad» a puestos de liderazgo- que han suscitado críticas de secularistas y otras personas.
El ascenso de Johnson a la presidencia de la Cámara de Representantes a finales de octubre puso de relieve sus creencias cristianas y suscitó artículos de opinión críticos en publicaciones como The Washington Post (titulado «Mike Johnson es un nacionalista cristiano pro-armas. Sí, tened miedo») y The New York Times (titulado «La encarnación del nacionalismo cristiano blanco en un traje a medida»).
A pesar de las críticas, Johnson ha defendido repetidamente su fe y ha insistido en que sus valores son beneficiosos para el país.
El presidente defiende la «tradición judeocristiana
En su primer discurso internacional tras ser elegido presidente de la Cámara de Representantes, Johnson expuso varios conceptos clave de su visión para el futuro de Estados Unidos, que incluye basarse en tradiciones y valores cristianos.
Johnson hizo estas observaciones en un discurso virtual el 30 de octubre en la conferencia inaugural de la Alianza para la Ciudadanía Responsable en Londres.
Citando «tiempos sin precedentes», Johnson planteó una serie de cuestiones clave a las que hay que dar respuesta para que fructifique una «visión optimista» y una «historia mejor» para el mundo.
Entre ellas, cómo restaurar el buen gobierno y la fe en las instituciones, cómo fortalecer el tejido social y volver a centrarse en la familia, cómo proporcionar energía barata y fiable, y cómo persuadir a la gente de que encontrar las respuestas a estas preguntas «son las claves para un mayor florecimiento humano en todo el planeta».
Johnson afirmó que, en la actualidad, la falta de una narrativa común «necesaria» y de un marco moral que pueda unir a las personas está detrás de los numerosos problemas a los que se enfrenta el mundo, incluidas las tensiones que estallan en diversos puntos calientes como Oriente Medio, Taiwán y Ucrania.
Se refirió al actual punto de inflexión en la historia como un «momento civilizatorio» que, si se aborda de forma equivocada, podría llevar a la civilización al colapso.
«Perderemos nuestra conexión crítica con nuestros principios fundacionales si respondemos a esta pregunta de forma equivocada», afirmó.
«Si respondemos de la manera correcta, nos llevará a una renovación, en lugar de a una sustitución o al declive final de nuestra civilización», continuó.
En su discurso, subrayó la validez de basarse en la «tradición judeocristiana» que, según dijo, ha contribuido a guiar el «extraordinario patrimonio» de la civilización occidental.
«Creo que Dios reúne a los líderes para hacer frente a ciertos desafíos», dijo a la audiencia, y añadió que ahora es el momento de «comenzar la desafiante labor de hacer retroceder las visiones fracasadas que actualmente asolan Occidente».
Algunos de los problemas que atenazan a Estados Unidos y a la civilización occidental son el mal gobierno de los líderes políticos, la falta de confianza pública en las instituciones, las profundas y destructivas divisiones políticas y la «crisis de identidad» de Occidente en su conjunto.
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