El primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, anunció el 3 de septiembre que no se presentará a la reelección del Partido Liberal Democrático (PLD) en septiembre, tras un año en el cargo.
Suga, que asumió el cargo tras la dimisión de Shinzo Abe el pasado mes de septiembre por motivos de salud, citó la respuesta de Japón a la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) como razón para dimitir, y dijo a varios periodistas que no tenía tiempo para centrarse en las medidas contra la COVID-19, así como para hacer campaña por el puesto del PLD.
«He decidido no presentarme a las elecciones a la dirección del partido, ya que me gustaría centrarme en las medidas contra el coronavirus», dijo a varios periodistas.
«Pero hacer ambas cosas requiere una enorme energía y he decidido que debo elegir una u otra», dijo. «Como he dicho en repetidas ocasiones a la gente, proteger la vida y la salud de las personas es mi responsabilidad como primer ministro, y a eso me dedicaré».
La noticia se produjo cuando Suga vio cómo sus índices de apoyo caían por debajo del 30 por ciento.
Japón está lidiando actualmente con su quinta y mayor ola de infecciones por la COVID-19, impulsada por la variante Delta, más infecciosa.
Actualmente hay más de 1.5 millones de casos del virus mientras Tokio y gran parte del país siguen bajo el estado de emergencia que expirará el 12 de septiembre.
La decisión de Suga de no presentarse a las elecciones del PLD en septiembre significa que el partido elegirá un nuevo líder, que se convertirá en primer ministro.
El PLD tiene la mayoría en el parlamento japonés, lo que significa que el nuevo líder del gobierno será probablemente quien sea elegido líder del partido. El inicio oficial de la campaña es el 17 de septiembre y las elecciones se celebrarán el 29 de septiembre.
El hombre de 72 años, hijo de un agricultor de fresas de la prefectura de Akita, en el norte de Japón, disfrutó de índices de apoyo de hasta el 70 por ciento al principio de su mandato porque era un líder del pueblo llano y no de familias políticas de sangre azul como Abe.
Introdujo una serie de medidas pragmáticas que incluían la transformación digital y las reformas administrativas, sin embargo, las últimas encuestas de la prensa muestran que sus índices de apoyo han descendido hasta aproximadamente el 26 por ciento.
Actualmente no hay un claro favorito para sustituir al líder saliente.
El jueves, Fumio Kishida, uno de los dos únicos legisladores que han declarado hasta ahora su candidatura, criticó la gestión de Suga de la pandemia del virus del PCCh por considerarla demasiado escasa y lenta, e instó a que se adopte un paquete de medidas de estímulo para combatir la pandemia.
«En la gestión de la crisis, es necesario ser más minucioso al asumir el peor escenario posible, en lugar de creer que se ha hecho lo suficiente», dijo en una conferencia de prensa.
«Haría que se revisara la legislación para que los gobiernos estatales y locales tuvieran una fuerte autoridad para frenar el movimiento de la gente y asegurar los recursos médicos», dijo Kishida.
Kishida también dijo que, como jefe del partido, se propondría devolver las actividades socioeconómicas a una situación casi normal para principios de 2022, señalando que debe elaborarse «rápidamente» un paquete de estímulo que incluya pagos en efectivo a los trabajadores no permanentes y a otras personas que se verán afectadas por las medidas para contener el flujo de personas.
Con información de Associated Press y Reuters.
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