Estados Unidos acusó el 5 de diciembre a las fuerzas de seguridad iraníes de matar a más de 1000 personas como parte de la represión contra las recientes protestas. El Pentágono, mientras tanto, está considerando la posibilidad de enviar más tropas estadounidenses para ayudar a combatir la represión violenta.
Brian Hook, representante especial de Estados Unidos para Irán, dijo a los periodistas que el recuento se basó en una variedad de informes procedentes de Irán, así como en análisis de inteligencia. La última cifra es mucho más alta que las estimaciones anteriores. El presidente Donald Trump pidió el 3 de diciembre que los medios de comunicación entren a Irán para ayudar a monitorear e informar sobre la evolución de la situación.
Hablando en el Departamento de Estado, Hook comentó que Estados Unidos había recibido y revisado un video de un incidente específico de represión en la ciudad de Mahshahr, en el que el Cuerpo de Guardias Revolucionarios Iraníes (IRGC, por sus siglas en inglés) había acribillado a por lo menos 100 manifestantes con ametralladoras.
La administración Trump declaró en abril oficialmente al IRGC como una organización terrorista extranjera en un acto simbólico y sin precedentes. Irán condenó inmediatamente la medida.
John Rood, subsecretario de Defensa para Políticas, declaró a la Comisión de Fuerzas Armadas del Senado que el secretario de Defensa Mark Esper «tiene la intención de hacer cambios» en el número de tropas desplegadas en la región. Otros funcionarios dijeron que las opciones que se están considerando podrían incluir el envío de entre 5000 y 7000 efectivos al Oriente Medio, pero todos recalcaron que no se han tomado decisiones definitivas.
Tras las revelaciones del Departamento de Estado, el senador Ben Sasse (Republicano por Nebraska), miembro del Comité Selecto de Inteligencia del Senado, condenó las acciones del IRGC. El IRGC es una rama del ejército iraní controlada por el líder supremo del régimen, Ali Jamenei.
«Los mullah de Irán están empapados de sangre. La matanza de al menos mil hombres, mujeres y niños muestra lo que realmente es la dictadura de Irán: un poder absoluto y brutal», señaló Sasse en un comunicado. «Si los mullah sirvieran al pueblo iraní en lugar de su ideología viciosa, no estarían derribando a manifestantes inocentes y apilando los cuerpos como si fueran madera».
«Las sanciones estadounidenses han puesto nerviosos a los verdaderos asesinos de Teherán, y están arremetiendo contra ellos», declaró. «Estados Unidos debe seguir apretando las riendas y nuestros aliados en todo el mundo deben ayudar».
Amnistía Internacional informó el 2 de diciembre, que se cree que al menos 208 personas fueron asesinadas durante las manifestaciones antigubernamentales en Irán.
Las protestas contra el gobierno también se han apoderado de Irak desde el 1 de octubre, cuando miles de personas salieron a las calles en Bagdad y el sur, predominantemente chiíta. Los manifestantes sin líderes, acusan al gobierno de corrupción y también ha denunciado la creciente influencia del régimen iraní en los asuntos del estado iraquí.
Hook mencionó que el video fue una de las decenas de miles de presentaciones que Estados Unidos ha recibido desde que el Secretario de Estado Mike Pompeo solicitó a los iraníes en noviembre que presentaran pruebas de las atrocidades cometidas por las autoridades al sofocar las protestas.
El régimen reconoció el 27 de noviembre que 200,000 personas participaron en las protestas y 7000 fueron arrestadas, lo que posiblemente marcó las mayores manifestaciones antigubernamentales en los 40 años de historia del régimen.
El 15 de noviembre estallaron protestas generalizadas en Irán después de que las autoridades anunciaran un nuevo plan de racionamiento de gasolina que aumentaría los precios de la gasolina hasta en un 50 por ciento.
En un caso anterior de enfrentamientos violentos, al menos 45 manifestantes fueron asesinados a tiros por las fuerzas de seguridad iraquíes, el 28 de noviembre después de que los manifestantes prendieran fuego a un consulado iraní la noche anterior.
Los manifestantes incendiaron el consulado iraní en la ciudad iraquí de Najaf, en lo que según los informes fue uno de los peores ataques contra los intereses iraníes en el país desde que estallaron las primeras protestas hace dos meses. Ningún miembro del personal iraní resultó herido en el ataque, ya que escaparon por la puerta trasera.
The Associated Press contribuyó a la elaboración de este informe.
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