En medio del aumento de las peticiones de que renuncie y de las numerosas acusaciones de mentiras y mala conducta, el representante George Santos (R-N.Y.) declaró a The Epoch Times que no tiene intención de dimitir y que está centrado en servir a sus electores.
A principios de esta semana, a pesar de una creciente campaña de presión por parte de los críticos de ambos lados del pasillo, Santos, de 34 años, fue asignado a dos comisiones, la Comisión de la Cámara de Representantes sobre Pequeñas Empresas y la Comisión de la Cámara de Representantes sobre Ciencia, Espacio y Tecnología.
El congresista, que se enfrenta a investigaciones supuestamente de las autoridades federales por posibles violaciones de la financiación de la campaña, y de fiscales locales por declaraciones falsas durante la campaña, dijo que, en lugar de renunciar, volvería a someter el asunto a los votantes dentro de dos años, cuando se presente a la reelección.
«Me contrataron los votantes y me despedirán los votantes, no el Partido Demócrata ni el Republicano ni los medios de comunicación», dijo Santos.
«Sirvo a los 142,000 votantes que votaron por mí y a los otros 125,000, más o menos, que no votaron por mí. Así que mi objetivo en los próximos dos años es servirles en la medida de mis posibilidades», añadió.
Santos es acusado de mentir sobre una creciente lista de temas, entre ellos su educación, su historial laboral, su herencia judía, que es descendiente de supervivientes del Holocausto y que su madre sobrevivió al atentado del 11-S.
Santos ha admitido haber mentido sobre su asistencia a la universidad, al tiempo que ha reconocido haber adornado su currículum al afirmar que trabajó para empresas de Wall Street cuando en realidad trabajó con otras empresas que hacían negocios con ellas.
«Soy humano y tomé una mala decisión. Mentir nunca es excusable», declaró a The Epoch Times.
«Sobre lo de la educación superior, no me gradué en una institución de educación superior», añadió. «Siento haber engañado a la gente haciéndoles creer eso».
Un grupo de funcionarios y legisladores del Partido Republicano, muchos de ellos de Nueva York, han pedido la renuncia de Santos.
El congresista dijo que algunos de los que pidieron públicamente su renuncia le avisaron de que «lo hacían por razones políticas».
«No voy a dar nombres, pero después me consultaron y me dijeron: ‘Mira, yo entiendo que esto es política'», dijo.
«He recibido un enorme apoyo de gente que me dice: ‘Oye, yo he pasado por esto a nivel local. Sé que es un poco diferente cuando es nacional. Pero lo superarás».
Asignación de comisiones
Santos se mostró agradecido por tener la oportunidad de trabajar en las comisiones de Pequeñas Empresas y Espacio, Ciencia y Tecnología.
Anteriormente, Santos había declarado a The Epoch Times que esperaba que se le asignara una comisión de servicios financieros, pero se retiró de la consideración para ese panel a raíz de la controversia.
«Obviamente, quería servicios financieros, pero no con toda la polémica. Es una comisión muy grande, con grandes tareas, y fue inteligente por mi parte retirarme de ella», para no distraer la atención del trabajo de la comisión, dijo el congresista.
Sobre Ciencia, Espacio y Tecnología, Santos dijo que Estados Unidos es particularmente vulnerable a la tecnología de China que se despliega aquí.
«China va a ser sin duda un gran tema de conversación. Tenemos que asegurarnos de que podemos entender las vulnerabilidades que tenemos con China, Rusia y todas las amenazas de ciberseguridad que plantean a Estados Unidos», dijo.
En cuanto a las pequeñas empresas, Santos dijo que le gustaría ver a la agencia «apoyando a las empresas para darles las bases para construir cimientos fuertes. Para que en tiempos de crisis, puedan resistir una crisis».
En concreto, le gustaría ver más por parte de la SBA para crear accesibilidad a los préstamos de capital de crecimiento ofrecidos por la agencia.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la SBA para recabar sus comentarios.
Alegaciones
Además de las presuntas afirmaciones falsas durante la campaña, han surgido reportes sobre posibles infracciones en la financiación de la campaña. A Santos se le acusa de recaudación de fondos y gastos indebidos, que han sido objeto de denuncias ante la Comisión Electoral Federal.
Cuando se le preguntó acerca de las presuntas violaciones, Santos expresó su desconcierto, diciendo que contrató a una empresa de cumplimiento para administrar los gastos de su campaña para ambos ciclos electorales en 2022 y 2020, durante su fallida candidatura al Congreso.
«Que yo sepa, siempre han hecho un gran trabajo. Nunca hemos recibido ninguna infracción. Y no fue hasta que comenzó la histeria mediática que ahora están afirmando que he malversado fondos de campaña», dijo.
«Así que estoy tratando de entender de dónde viene todo esto porque la misma empresa que contraté representa a muchos republicanos de alto perfil y parece que yo soy el único que está recibiendo críticas».
El presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer (R-Ky.), dijo el domingo que Santos será destituido del Congreso si incumple las normas sobre financiación de campañas.
«Es un mal tipo», dijo Comer al programa «State of the Union» de CNN. «No depende de mí ni de ningún otro miembro del Congreso determinar si puede ser expulsado por mentir. Ahora, si violó las leyes de financiación de campaña, entonces será expulsado del Congreso».
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ha dicho que dejará que el Comité de Ética y los votantes decidan sobre la suerte de Santos.
En respuesta a las revelaciones de que los fiscales de Brasil han reavivado un caso de fraude de 2008 contra Santos en relación con un talonario de cheques robado, el congresista dijo que no ha estado en contacto con las autoridades de ese país.
«He contratado a un abogado para que investigue el caso y vea qué está pasando», dijo. «No han sido capaces de entregar una carta de confesión, no han sido capaces de entregar una foto de ficha policial, huellas dactilares o cualquier cosa que pruebe estas acusaciones contra mí».
«Parte de la prueba de que no soy un delincuente buscado allí es que, entre 2008 y 2015, la Policía Federal me expidió dos pasaportes brasileños nuevos, que son el equivalente a los de Seguridad Nacional/FBI aquí en Estados Unidos», añadió.
«Entré en el país unas ocho veces en ese periodo. Ni una sola vez me pararon, detuvieron o me hicieron preguntas sobre ningún delito».
El congresista republicano alegó que los medios de comunicación y los demócratas le están aplicando un doble estándar que no se aplicó en los casos del senador Richard Blumenthal (D-Conn.), que hizo afirmaciones falsas sobre su historial en la guerra de Vietnam, o de la senadora Elizabeth Warren (D-Mass.), que mintió sobre su ascendencia nativa americana.
«También creo que los medios de comunicación están tratando de dirigir la narrativa y de crear algún tipo de oportunidad para una elección especial, sabiendo que en una elección especial, este escaño iría a los demócratas. Solo se trata de eso. No tiene nada que ver conmigo», añadió Santos.
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