El Senador Lindsey Graham (R-S.C.) les pidió a los miembros jubilados y exmilitares ayuda voluntaria para reforzar la seguridad en las escuelas de Estados Unidos tras el tiroteo masivo en la escuela Robb, en Uvalde, Texas.
El senador republicano dijo en Twitter, el 3 de junio, que el personal militar anterior y los instructores experimentados del cuerpo de entrenamiento de oficiales de la Reserva (ROTC) podrían ayudar drásticamente a mejorar la seguridad general en las escuelas.
“Tenemos cientos de miles de exmilitares bien capacitados que podrían aportar mucho en términos de seguridad escolar. A los instructores del ROTC con entrenamiento en armas de fuego se les debe permitir poseer armas para mejorar la seguridad escolar”, escribió Graham.
El legislador de Carolina del Sur dijo que está trabajando en la creación de un “proceso de certificación” que les permitirá a los exmilitares recibir capacitación en seguridad escolar y luego estar disponibles voluntariamente en los distritos escolares de todo el país.
Graham no proporcionó más detalles sobre cómo funcionaría exactamente el programa voluntario o el proceso de certificación. The Epoch Times se ha puesto en contacto con su oficina para recibir comentarios al respecto.
“Es hora de movilizar a nuestros retirados y exmilitares que están dispuestos a ayudar a asegurar nuestras escuelas”, agregó Graham en una publicación de seguimiento. “Nuestras escuelas son objetivos fáciles. Contienen nuestra posesión más valiosa, nuestros hijos, el futuro de nuestro país, y deben ser protegidos”.
“Las escuelas deben ser tratadas como juzgados, bancos, edificios capitales, etc. cuando se trata de la seguridad”, agregó.
Graham es uno de los cinco republicanos en conversaciones con los demócratas sobre la legislación bipartidista de control de armas, que se se pretende aplicar en respuesta a una serie de tiroteos en todo el país, incluida la masacre en Uvalde a 19 niños y dos maestros, y un incidente en un supermercado de Buffalo en el que Payton Gendron, de 18 años, mató a 10 personas.
Los últimos incidentes han reavivado las conversaciones sobre cuestiones relacionadas con el porte de armas, ya que algunos demócratas piden restricciones más estrictas en torno a la compra y posesión de armamento, mientras que los republicanos dicen que tales restricciones infringirían los derechos de la Segunda Enmienda de los estadounidenses.
El jueves, el presidente Joe Biden instó al Congreso a prohibir las armas de asalto, los cargadores de «alta capacidad» que contienen más de 10 rondas y a fortalecer las leyes que limitan el uso de armas tras los tiroteos masivos.
“Necesitamos prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad. Y si no podemos prohibir las armas de asalto, entonces deberíamos aumentar la edad para comprarlas de 18 a 21 años; fortalecer las verificaciones de antecedentes; promulgar leyes de almacenamiento seguro y leyes de bandera roja; derogar la inmunidad que protege a los fabricantes de armas de responsabilidad; abordar la crisis de salud mental, profundizando en el trauma que ocasiona la violencia armada”, dijo Biden desde la Casa Blanca.
“Quiero ser muy claro: No se trata de quitarle las armas a nadie, no se trata de vilipendiar a los propietarios de armas”, agregó Biden.
En respuesta, la representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) escribió en Twitter: “Biden quiere prohibir las ‘armas de asalto’ y los ‘cargadores de alta capacidad’, pero los demócratas se niegan a enjuiciar los delitos violentos en las ciudades demócratas de todo el país y se niegan a proteger a sus hijos en las escuelas con seguridad armada. Los mismos demócratas están protegidos por guardias armados todos los días”.
Mientras tanto, el representante Greg Steube (R-Fla.) le dijo el jueves a “Tucker Carlson Tonight” que tal prohibición prohibiría efectivamente “todas estas armas de fuego que millones, cientos de millones de estadounidenses usan todos los días para defenderse a sí mismos y a [sus] familias, para proteger sus hogares”.
Mientras los legisladores de todo el país debaten sobre leyes de armas más estrictas, la legislatura de Nueva York votó la semana pasada la aprobación de una serie de proyectos de ley destinados a reforzar las leyes de control de armas, incluyendo el aumento de la edad mínima, de 18 a 21 años, en la que una persona puede comprar o poseer un rifle semiautomático.
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