El senador republicano estadounidense Marco Rubio alertó este martes de la empresa conjunta de Ford con la empresa china Zhejiang Huayou Cobalt y con la indonesia PT Vale, subsidiaria de un conglomerado minero con sede en Brasil, apuntando que el fabricante podría estar a merced del Partido Comunista chino.
En distintas cartas enviadas a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, el fiscal general, Merrick Garland, o el secretario de Estado, Antony Blinken, entre otros, subrayó su preocupación y pidió una investigación al respecto.
El fabricante automovilístico anunció el pasado 30 de marzo que invertirá en Indonesia, junto con Zhejiang Huayou Cobalt y PT Vale Indonesia, para extraer de forma más barata miles de toneladas de níquel que utilizará en la producción de baterías para vehículos eléctricos (VE).
Rubio recalcó en sus cartas que Huayou participa en la «Belt and Road Initative», conocida también como La Franja y la Ruta, y que PT Vale tiene «una larga historia» de apoyo a esta iniciativa, a China y a empresas controladas por el Partido Comunista.
Ford no ha comunicado su participación en la inversión, pero según apuntaron a EFE fuentes del gabinete de Rubio, su capital en esta «no es mayoritario», lo que deja a la empresa «a merced del Partido Comunista».
En su carta al director interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Troy Miller, Rubio le pide investigar si esa empresa conjunta provocará que se importen a Estados Unidos «bienes fabricados en su totalidad o parcialmente con trabajo forzoso o infantil».
El senador destacó además a Yellen y a la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, que la participación de Ford «en el avance de la estrategia geopolítica de China no puede ignorarse».
También les solicitó que trabajen para implementar rápidamente un mecanismo que responsabilice a Ford «por cooperar con traficantes de personas y esclavistas» en esa estrategia.
A su vez, el senador republicano le subrayó al secretario de Estado que «los funcionarios de EE.UU. deberían condenar los esfuerzos para socavar los intereses estratégicos de Estados Unidos, no respaldarlos», y le preguntó qué medidas disciplinarias está dispuesto a tomar para abordar la situación.
Rubio dijo temer que haya «personas dentro del liderazgo ejecutivo de Ford subordinadas al Partido Comunista» que actúen «como agentes extranjeros no registrados de China en sus reuniones con funcionarios del Gobierno de EE.UU.», y solicitó al fiscal general, Garland, que investigue si es cierto.
Lisa Drake, vicepresidenta de Ford Model e, la unidad de negocios dedicada a la producción de vehículos eléctricos, afirmó en marzo que el pacto aseguraba a su compañía «el control directo para obtener el níquel» que necesita para producir vehículos eléctricos a bajo coste, y añadió que el minado y la producción del níquel se realizarían de forma sostenible.
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