El senador Ted Cruz (R-Texas) ha intensificado sus exigencias de que Anheuser-Busch entregue documentos en relación con una investigación sobre si la promoción de marketing de Bud Light con un influencer transgénero estaba promocionando la cerveza entre los niños.
El Sr. Cruz lleva varios meses pidiendo los documentos de Anheuser-Busch, pero hasta ahora no ha cumplido. Señaló que la fecha límite del Senado para que la empresa cumpliera con la solicitud fue hace unos tres meses.
«El nivel de cooperación que reciba el Comité influirá significativamente en mi evaluación de si esto es parte de un problema más amplio en toda la línea de productos de Anheuser-Busch InBev y si son necesarios cambios en la ley federal para prohibir a Anheuser-Busch InBev la comercialización de cerveza para niños», escribió el senador republicano en una carta (pdf) dirigida al CEO de Anheuser-Busch InBev, Michael Doukeris, la semana pasada.
El Sr. Cruz está buscando conversaciones entre la empresa y el influencer transgénero, Dylan Mulvaney, así como los guiones de contenido de las redes sociales, la política corporativa de la empresa para la publicidad y los datos que posee la empresa cervecera sobre la edad demográfica de los seguidores del influencer en las redes sociales.
El senador tomó nota de la opinión disidente de un miembro de la Junta de Revisión del Cumplimiento del Código (CCRB, por sus siglas en inglés), según la cual «Mulvaney atrae a personas por debajo de la edad legal para beber con un ‘atractivo especial’… es especialmente atractivo para jóvenes adolescentes y niñas; suele ser reconocido como preadolescente; y se dirige a gente muy joven». En última instancia, la mayoría de la CCRB consideró que no había nada en los posteos de Instagram que pudiera «tener un atractivo especial por debajo de la edad legal de consumo de alcohol», según su informe.
La Junta también determinó que más del 80% de la demografía de la audiencia del influencer tenía 21 años o más. La junta tiene un estándar de cumplimiento de más del 73 por ciento.
«Además, incluso ahora que la CCRB ha completado su revisión, Anheuser-Busch persiste en negarse a proporcionar los documentos solicitados, 15 lo que revela claramente que la revisión en curso de la CCRB nunca fue la verdadera razón de la negativa de Anheuser-Busch a cooperar. Anheuser-Busch sugiere ahora que la revisión de la CCRB fue suficiente, y que no necesita cooperar con las solicitudes de documentos del Congreso», decía la carta del Sr. Cruz. «Esta posición es insostenible; Anheuser-Busch no decide si una investigación del Congreso ha concluido y cuándo».
Dando a Anheuser-Busch un plazo hasta el 29 de agosto para cumplir, su carta decía que «estas tácticas dilatorias de su filial deben terminar. De lo contrario, Anheuser-Busch InBev no dejará otra opción al Congreso que deducir que este obstruccionismo pretende ocultar información inculpatoria de la investigación del Comité”.
Pero en una declaración al Washington Times, Anheuser-Busch dijo que se toma «muy en serio su papel en la promoción del consumo responsable de alcohol, y nuestro marketing está dirigido a adultos en edad legal para beber».
En los últimos meses, las ventas de Bud Light han experimentado caídas semanales tras los posts de Mulvaney en las redes sociales, mientras los conservadores llamaban a boicotear la marca, acusándola de ceder a la cultura «woke». La semana pasada, un analista pronosticó que Bud Light no verá mejorar sus perspectivas en 2023.
“Suponemos que Bud Light no se recuperará [este año]», escribió James Jones, analista de RBC Capital Markets, en una nota esta semana, según Yahoo Finanzas.
Los recientes datos de ventas muestran que las ventas en dólares de la marca en tiendas comerciales cayeron un 26.1 por ciento en la semana que terminó el 15 de julio y un 26.8 por ciento en la semana que terminó el 22 de julio, en comparación con el año anterior. Al mismo tiempo, la cerveza perdió su puesto número 1 frente a Modelo Especial en mayo y junio, según las cifras.
En mayo, el CEO de AB-InBev, Michel Doukeris, intentó distanciar a la marca de cerveza con el incidente de Mulvaney y dijo que solo se fabricó “una lata” con la cara del influencer.
«Fue un solo post. No era un anuncio», dijo Doukeris a Financial Times en mayo.
El influencer no formaba parte de una campaña de marketing oficial, dijo Doukeris. Agregó que la «desinformación» y la «confusión» impulsadas por las redes sociales eran parte del problema sin dar más detalles.
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