Comentario
En las horas y días posteriores a que Gregory Timm estrellara su vehículo contra una carpa de voluntarios del Partido Republicano que registraban a los votantes en el estacionamiento del centro comercial Kernan Village en Jacksonville, Florida, la cobertura nacional del evento ha sido alarmantemente escasa.
El canal local de noticias WJXT informó días después sobre el informe de arresto, que mostraba a Timm diciendo a la oficina del sheriff que su «desaprobación de Trump» fue el factor motivador del ataque. Mostró a la oficina un video autograbado de él conduciendo directamente hacia los voluntarios, expresando su frustración de que el video se cortara antes de «la parte buena». Incluso entonces, mientras escribo esto, lo mejor que el New York Times pudo reunir fue la cobertura por cable.
No se enviaron equipos de reporteros para descubrir sus oscuras motivaciones, educación o tendencias políticas. No se ha escrito ningún perfil psicológico, ni ningún experto ha sopesado cómo esto es una amenaza creciente. Todas estas son herramientas que habrían sido utilizadas por un ejército de reporteros si Timm hubiera sido un partidario de Trump arrasando contra voluntarios del Partido Demócrata que registran votantes.
El problema no es que el ataque de Timm al Partido Republicano no haya sido cubierto por la mayoría de los medios. Es que no fue cubierto con el mismo apetito voraz que tienen las agencias de noticias cuando alguien que está asociado con la derecha hace algo a un demócrata.
Esto no es un supuesto; esto es realismo. Llega al corazón de por qué la gente, especialmente los conservadores, creen que los medios de comunicación no solo tienen un sesgo liberal sino que además no cubren las historias que muestran cuando los conservadores son atacados o los entierran.
Jeryl Bier, un escritor independiente cuyos artículos se pueden encontrar en The Wall Street Journal y National Review, dice que ningún periodista puede abordar las noticias completamente desinteresado. «Pero me parece que muchos periodistas y reporteros que se presentan como apartidistas o sin ideología o que parecen creer que lo son o que lo sobrepasan en sus reportajes no pueden hacerlo realmente», dijo.
En el extraño caso de la débil cobertura del ataque a los voluntarios republicanos, Bier dice que la selección de la historia es claramente un problema, y es algo que ha llevado a los medios sociales para amplificarlo repetidamente.
A Bier también le llamó la atención la ironía de que al mismo tiempo que señalaba en Twitter que The New York Times estaba literalmente ignorando el ataque, su editor nacional, Marc Lacey, twitteó que había «una gran cantidad de fabulosos nuevos trabajos en el personal de @NYTNational, todos dirigidos a profundizar nuestra cobertura del país. Todos ellos estarán basados fuera de NY y DC».
«Me pareció bastante irónico y revelador», dijo Bier, añadiendo que puede ser un signo seguro de que el periódico entiende que no ha llegado al centro del país durante mucho tiempo.
Una cosa es que un periodista se lance en paracaídas para cubrir un evento. Otra cosa es tenerlo emocionalmente involucrado y unido a la comunidad que está cubriendo.
Una de las muchas capas de la historia no contada sobre el ataque fue que la intención de Timm era probablemente para infundir miedo en la gente que quería hacer cualquier cosa que los asociara con el presidente en público, incluyendo ayudarle a ser reelegido.
El senador Rick Scott de Florida, dijo en una entrevista que la reacción había sido la opuesta en la sede del Partido Republicano del Condado de Duval, de donde procedían los voluntarios que fueron atacados.
«El presidente del Partido Republicano de Duval, Dean Black, dijo que no solo el interés en el voluntariado ha aumentado desde el incidente, sino que un grupo de demócratas entró en la oficina para renunciar personalmente a lo que ocurrió», dijo.
No debería sorprender, sobre todo si eres conservador o independiente, que cuando se trata de confiar en los medios de comunicación, la gente esté muy dividida.
Según un nuevo estudio del Centro de Investigación Pew, más demócratas e independientes de tendencia demócrata confían, en lugar de desconfiar, en la mayoría de los 30 medios de comunicación del estudio, entre los que se encuentra The New York Times. Lo contrario es evidente entre los republicanos y los independientes de centro-derecha. De hecho, la brecha se ha ampliado sustancialmente en los últimos seis años sobre la confianza de los republicanos en los medios de comunicación para obtener la historia verdadera, o sin sesgo, o para reportarla en absoluto.
Bier dice que el peligro para las agencias de noticias de derecha es sobrecompensar lo que ellos ven como sesgo de izquierda. «Es realmente difícil caminar sobre la línea, pero los medios de comunicación tienen que esforzarse más por ese equilibrio», dice.
Una de las observaciones más comunes que escucho de la gente sobre cómo mi profesión informa sobre la política en este país se centra en cómo el presidente Donald Trump ha sido cubierto desde que se convirtió en presidente.
La conversación típicamente va algo así: «No me importa que usted escudriñe cada movimiento que hace o cuáles son sus motivaciones. Ese es su trabajo. Solo quiero saber por qué no cubrió usted al último tipo con el mismo gusto, que también era su trabajo».
Es justo decir que la lógica también debería aplicarse a la forma en que se cubren los incidentes que afectan a los republicanos. Habría sido una semana de cobertura de noticias por cable, varias protestas a nivel nacional y alguien llamando a una conversación nacional a estas alturas si las víctimas del ataque hubieran estado apoyando a cualquiera menos a Trump.
Salena Zito ha tenido una larga y exitosa carrera como reportera política nacional. Desde 1992, ha entrevistado a todos los presidentes y vicepresidentes de los Estados Unidos, así como a los principales líderes de Washington, incluidos los secretarios de estado, los presidentes de la Cámara de Representantes y los generales del Comando Central de los Estados Unidos. Su pasión, sin embargo, es entrevistar a miles de personas en todo el país. Llega a todos los hombres y mujeres a través del arte perdido del periodismo de zuelas desgastadas (tradicional), habiendo viajado por las carreteras secundarias de 49 estados.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de The Epoch Times.
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