El mismo día en que la tormenta tropical Hilary provocó fuertes lluvias e inundaciones generalizadas en el sur de California, el 20 de agosto, un terremoto de magnitud 5.1 cerca de Ojai —al norte de Los Ángeles— sacudió la región.
Hasta el 21 de agosto, no había informes de víctimas mortales, heridos importantes o destrucción generalizada debido a estos sucesos en el estado.
Sin embargo, las autoridades han advertido que persisten los peligros potenciales, sobre todo en las zonas desérticas y montañosas, debido a la crecida de las masas de agua y a los posibles corrimientos de tierra.
La tormenta tropical tocó tierra la mañana del 20 de agosto —habiéndose debilitado desde huracán de categoría 1— con vientos de más de 60 millas por hora desplazándose hacia el norte, cubriendo el sur del condado de Orange y extendiéndose más al sur hasta San Diego, según el Servicio Meteorológico Nacional.
A medida que la tormenta avanzaba hacia el interior, las carreteras de las montañas de San Bernardino quedaron bloqueadas por deslaves de tierra y escombros, mientras que las principales carreteras de entrada y salida de Palm Springs quedaron cortadas por las inundaciones, informó el Departamento de Transportes de California (Caltrans). «Ahora mismo, tenemos inundaciones en todas nuestras carreteras. No hay forma de entrar o salir de Palm Springs, y lo mismo ocurre en la mayor parte del Valle de Coachella. Estamos todos atrapados», dijo la alcaldesa de Palm Springs, Grace Garner, en una entrevista con la CNN el 21 de agosto.
En un video posteado en X, formalmente Twitter, se veía un gran flujo de escombros que corría bajo los puentes de la Interestatal 10.
«Carecemos de infraestructuras básicas en muchas de estas zonas del interior de California, y nos queda mucho trabajo por hacer para garantizar la resistencia climática ante fenómenos meteorológicos extremos, especialmente en las comunidades de los condados de Riverside y San Bernardino», posteó en X la concejala de Palm Springs Christy Holstege.
Durante los dos últimos días, las precipitaciones más importantes se registraron en Mount Wilson, donde el servicio meteorológico informó de 8.56 pulgadas. Crystal Lake recibió casi 7 pulgadas de precipitaciones, y en la presa de Santa Anita se registraron 6.5 pulgadas.
El gobernador de California, Gavin Newsom, decretó el estado de emergencia el 18 de agosto anticipándose a la tormenta. El estado también envió a 7500 empleados para ayudar a las comunidades locales, entre ellos casi 4000 agentes de la patrulla de carreteras y 2000 trabajadores de Caltrans, dijo el Sr. Newsom.
El Departamento del Sheriff del Condado de San Bernardino emitió una orden de evacuación obligatoria la noche del 19 de agosto para varias zonas, que abarcaban Oak Glen, Forest Falls, Mountain Home Village, Angelus Oaks y el noreste de Yucaipa.
Terremoto
Mientras las regiones del interior se enfrentaban a lluvias e inundaciones, un terremoto de magnitud 5.1 sacudió cerca de Ojai el 20 de agosto hacia las 14:41 h y se sintió en todo el sur de California.
«Estamos en medio de la primera tormenta tropical desde 1939, y acabamos de tener un terremoto», declaró a Los Angeles Times Scott Thomsen, director de comunicaciones del Departamento de Bomberos del condado de Ventura. «De momento, no tenemos informes de daños, pero estamos comprobando».
Según el Servicio Geológico de EE. UU., se registraron ligeras sacudidas desde Salinas hasta Oceanside, y más de 30 réplicas.
En una transmisión en vivo, la sismóloga Lucy Jones señaló que el terremoto del 20 de agosto era el primer temblor de magnitud 5.0 registrado en la región desde 1941, informó el Ventura County Star.
Otros efectos de la tormenta
Cientos de vuelos fueron retrasados o cancelados en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, y más de 6000 vuelos sufrieron interrupciones.
Las autoridades ferroviarias interrumpieron la ruta costera de Amtrak que conecta Los Ángeles y San Diego desde la noche del 19 de agosto hasta la mañana del 21 de agosto.
Tres partidos de las Grandes Ligas de Béisbol programados inicialmente para el 20 de agosto se celebraron el 19 de agosto para evitar la tormenta, y se aplazaron varios partidos de las Grandes Ligas de Fútbol.
Todas las escuelas del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles —el mayor distrito del estado y el segundo del país— cerraron el 21 de agosto, según anunció el superintendente Alberto Carvalho la tarde del 20 de agosto.
En medio de semanas de huelga, el Screen Actors Guild y el Writers Guild of America cancelaron los piquetes que tenían programados para el 21 de agosto.
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