El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) emitió el lunes una guía, detallando cómo la agencia limitará el alcance de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), el programa de la era de Obama que brinda protección contra la deportación y autoriza el trabajo para los inmigrantes ilegales que fueron traídos al país cuando eran niños.
El USCIS, que supervisa la naturalización y otros procesos legales de inmigración, dijo que la guía respetará un memorando del 28 de julio del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS). En específico, la agencia rechazará a todas las personas que solicitaron por primera vez permisos de trabajo y estatus del DACA, y reducirá el plazo de renovación para los actuales beneficiarios del DACA a un año en lugar de los dos años habituales.
La guía también redujo la autorización de la «libertad condicional anticipada» de la era de Obama, la cual los beneficiarios del DACA podían usar para viajar internacionalmente con «fines educativos, humanitarios y laborales», incluyendo la participación en programas de estudios en el extranjero. Según la nueva regla, los beneficiarios del DACA pueden obtener un permiso anticipado para viajar fuera de los Estados Unidos en algunos casos, como un interés urgente de seguridad nacional o de aplicación de la ley de EE. UU. o la necesidad de un tratamiento médico de soporte vital que se puede realizar solo en un país extranjero.
«En la mayoría de los casos, viajar al extranjero con fines educativos, propósitos relacionados con el empleo, o para visitar a miembros de la familia que viven en el extranjero no garantiza la libertad condicional anticipada», dice la guía, lo que sugiere que será muy poco probable, si no imposible, que los estudiantes del DACA obtengan un programa de permiso anticipado para estudiar en el extranjero.
La medida podría cerrar un posible vacío legal de inmigración ilegal, el cual fue señalado por el presidente del Comité Judicial del Senado, Chuck Grassley (R-Iowa) en 2017. Según el senador, en ese momento más de 45,000 beneficiarios del DACA habían sido aprobados para la libertad condicional anticipada la cual permite que un destinatario del DACA viaje fuera del país y regrese legalmente, haciéndolo elegible para ajustar su estado migratorio y recibir la residencia permanente.
El memorando del DHS se produjo luego de que la Corte Suprema rechazara el intento de la administración Trump de terminar DACA en 2017, diciendo que la administración no proporcionó una justificación suficiente para la terminación de DACA. No obstante, el tribunal superior no se pronunció sobre si los beneficiarios de DACA tienen el derecho permanente a vivir en los Estados Unidos, lo que significa que el DHS aún podría finalizar el programa, siempre que siga los procedimientos legales adecuados.
«La política del DACA, como mínimo, presenta serias preocupaciones de política que pueden justificar su total rescisión», dijo Chad Wolf, secretario interino del DHS, en el memorando. «Al mismo tiempo, he llegado a la conclusión de que rescindir por completo la política sería una decisión administrativa importante que merece una consideración cuidadosa adicional».
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