A ocho kilómetros del cerro del Cubilete, inmortalizado por José Alfredo Jiménez en la canción Camino de Guanajuato, se encuentra el viñedo más alto de México (2.400 metros sobre el nivel del mar), escenario este fin de semana del arranque de la vendimia en ese estado mexicano.
«Ya producimos en Guanajuato 370.000 botellas y llegaremos (en el 2020) al millón con todo lo que tenemos cultivado», dijo en entrevista con Efe Fernando Olivera Rocha, secretario de Turismo de Guanajuato, el cuarto estado productor de vino en México.
Caminos D’ Vinos, situada en la ex Hacienda de Jesús y María, fue la bodega anfitriona de una celebración que congregó este año a unos dos mil invitados que disfrutaron de música de estudiantina (tuna), mariachis, un menú de cinco tiempos, fuegos artificiales y mucho vino.
Desde hace seis años, Guanajuato consagra un calendario de actividades turísticas para recuperar la tradición vitivinícola del llamado Valle de la Independencia.
«El padre de la Patria (Miguel Hidalgo) nos enseñó tres oficios: la alfarería, la vitivinicultura y la producción de seda», explicó Olivera.
Los visitantes tienen la sensación de que en cualquier rincón de la ex hacienda minera, a un lado de los magueyes, puede aparecer Hidalgo, el sacerdote que inició la gesta independentista de la corona española, un gran conocedor y amante de los frutos de la vid.
Hidalgo incluso tuvo, a pocos kilómetros de estas tierras, en el mismo estado de Guanajuato, algunos viñedos consagrados a la producción destinada a celebrar las misas.
Posteriormente la corona, a través de su virrey, prohibió la producción de vino, causando con tal medida una fuerte desazón en la población. Así, en la zona se dejó de cultivar la vid, perdiéndose por varias décadas la tradición.
Olivera dijo durante la inauguración de la vendimia que en la región hay unos 29 viñedos que suman 359 hectáreas cultivadas, las cuales han creado unos 1.500 nuevos empleos. Además señaló que los vinos de Guanajuato ya suman 40 medallas en concursos internacionales.
Las actividades de esta sexta edición del inicio de la vendimia, que se realiza en otras ocho bodegas y acabará el 8 de septiembre, incluyeron la tradicional pisada de la uva, catas y talleres.
Y también una feria con productos locales como artículos de cuero, venta de delicias como el queso provolone, jamón serrano, café de malta, cerveza y helados de sabores tan peculiares como el de garambullo (fruto de una cactácea de la zona) o el José Alfredo Jiménez, con tequila para honrar al célebre compositor guanajuatense oriundo de la ciudad de Dolores.
La Ex Hacienda de Jesús y María operó una mina de plata que fue explotada desde el siglo XVI y que vivió su mayor auge productivo a partir de 1860.
En su bodega, Caminos D’ Vinos, se están produciendo variedades blancas como chardonnay o semillón y tintas como merlot, malbec, tempranillo, pinot noir, cabernet sauvignon o syrah con riego por goteo para garantizar el adecuado desarrollo de la uva.
Este año comienza a vinificarse por primera vez la uva de las 9 hectáreas que se plantaron en 2015.
El complejo ofrece restaurantes y un hotel donde los visitantes pueden disfrutar de la hospitalidad guanajuatense.
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