Elecciones de Taiwán se observan por los legisladores y analistas políticos de EE.UU.Ahora que Taiwán encara las últimas horas de su ciclo electoral presidencial, los legisladores y analistas de política exterior de Estados Unidos se preparan para ver cómo afectará el resultado de las elecciones a las relaciones internacionales con China.
Aunque Taiwán se gobierna como una nación independiente, la República Popular China considera la isla parte de su territorio. Funcionarios del gobernante Partido Comunista Chino (PCCh) han aludido en repetidas ocasiones a la posibilidad de afirmar el control político sobre Taiwán mediante una estrategia de la llamada «reunificación» entre la isla y el territorio continental chino, y no han descartado acciones militares como medio para alcanzar este objetivo. En este contexto, analistas de política exterior como John Dotson, subdirector del Global Taiwan Institute, están atentos a los próximos movimientos de Taiwán y a las reacciones de China.
«La dirección del Partido Comunista Chino está realizando sin duda un esfuerzo muy amplio para intentar influir en las elecciones de Taiwán», declaró Dotson a NTD News.
Dotson, antiguo oficial de la Marina estadounidense, afirmó que los esfuerzos chinos por influir en el resultado de las elecciones han incluido actos manifiestos de intimidación militar, como la operación de aviones militares y globos de vigilancia cerca de la isla. Sin embargo, la parte china también ha adoptado un enfoque menos abierto, con propaganda y desinformación, así como esfuerzos para ganarse el favor de figuras políticas y otros funcionarios locales de Taiwán.
«Otra cosa que hemos visto en los últimos dos meses ha sido un programa financiado por el gobierno chino para invitar a funcionarios locales de bajo nivel de Taiwán a viajes a la República Popular China, donde serán… agasajados y cultivados, etc.», dijo. «Así que hay un esfuerzo muy amplio para tratar de influir en las elecciones de Taiwán, que ha tomado múltiples formas».
El resultado preferido del PCCh
Las elecciones presidenciales taiwanesas enfrentan al candidato del Partido Democrático Progresista (PDP) -y actual vicepresidente taiwanés- Lai Ching-te, también conocido como William Lai, con el candidato del Kuomintang (KMT) Hou Yu-ih, actual alcalde de Nuevo Taipei. Los votantes acudirán a las urnas y decidirán el resultado el sábado.
Según el Sr. Dotson, existe la percepción popular de que el KMT es más afín a China, mientras que el DPP es visto como partidario de una mayor independencia y separación de China y el PCCh.
La plataforma política del KMT afirma que el partido aspira a mejorar las relaciones entre ambos lados del estrecho, pero trabajará para disuadir la agresión militar de China.
La presidenta saliente de Taiwán, Tsai Ing-Wen, que es miembro del DPP, ha perseguido el aumento del gasto en defensa durante todo su mandato desde 2016.
«Hay elementos en el pasado del DPP en los que a veces se le ha considerado como si fuera el partido más independentista o el partido más identitario de Taiwán», dijo Dotson. «Y es por este motivo por el que la RPC ha sido extremadamente hostil con el DPP, bajo la actual administración del DPP».
Dotson dijo que Tsai ha sido en realidad más moderada que otros elementos del DPP, y no ha hecho ningún esfuerzo por afirmar la independencia de jure de China. El Sr. Dotson dijo que el Sr. Lai también ha prometido no afirmar la independencia de jure de Taiwán, «pero el gobierno de China, de Beijing, sigue siendo muy hostil al DPP».
En un comunicado de prensa del jueves, la Oficina de Asuntos de Taiwán de China dijo que si Lai es elegido, él y el DPP «seguirán por el mal camino de la provocación por la ‘independencia’ y el viejo camino de la confrontación y el enfrentamiento, llevando a Taiwán cada vez más lejos de la paz y la prosperidad, y cada vez más cerca de la guerra y la recesión».Dotson no llegó a afirmar que el KMT actuaría necesariamente por un sentimiento de deuda o lealtad a China si gana Hou.
Si el candidato del KMT, Hou Yu-ih, ganara la presidencia, probablemente se produciría, al menos durante un periodo limitado de tiempo, una cierta descongelación de las relaciones. No sé si duraría realmente, porque creo que aunque la RPC ha dejado muy claras sus preferencias por una victoria del KMT en estas elecciones, creo que probablemente se sentirían decepcionados bajo una administración del KMT», dijo Dotson.
Los taiwaneses rechazarán la influencia del PCCh, según los analistas
Dotston cree que Taiwán «ha dado una respuesta impresionante» a una campaña concertada de influencia e interferencia exterior, rechazando los intentos de influencia a través de diversas organizaciones de la sociedad civil y esfuerzos de base.
El representante Mario Díaz-Balart ( R-Fla.) dijo que duda de que los votantes taiwaneses se dejen influir.
«Es una democracia vibrante, con prensa libre y elecciones agresivas, como debe ser», declaró Díaz-Balart a NTD News. «Así que no creo que los taiwaneses se sientan intimidados. Creo que es de esperar que acudan a las urnas, como creo que harán, y elijan a un nuevo presidente. Es algo hermoso. Es algo emocionante. Y es importante que la China comunista sepa que no va a influir ni a intimidar al pueblo taiwanés para que tome la decisión que quiera tomar».
Independientemente de la decisión que tomen los votantes taiwaneses, Díaz-Balart afirmó que Taiwán «contará con el firme apoyo del Congreso de Estados Unidos».
El representante Tim Burchett (R-Tenn.), miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, instó a mantener la vigilancia.
«Creo que es mejor que nos preocupemos de que China, con sus avances tecnológicos, nos robe las elecciones y corrompa el sistema, alejando aún más al buen pueblo de Taiwán de la verdad», declaró Burchett a NTD News.
Impacto en las relaciones EE.UU.-China
Dotson insistió en que el resultado de las elecciones taiwanesas debe depender de los votantes, y no del régimen de Beijing ni del gobierno de Washington.
«Cualquiera que sea el candidato que gane la presidencia y cualquiera que sea el partido que obtenga la mayoría en la asamblea legislativa, yo esperaría que el gobierno de Estados Unidos quisiera trabajar de forma productiva con cualquiera de ellos», afirmó.
Si Lai y el DPP ganan, Dotson predijo que la vicepresidenta taiwanesa tendrá una gran continuidad con su predecesora, Tsai.
«Incluso si se produjera un cambio de gobierno, si hubiera una ligera sorpresa, y si Hou Yu-ih ganara, y una administración del KMT entrara en funciones, creo que habría, por supuesto, cierta recalibración en la relación, pero creo que esas relaciones culturales continuarían», continuó Dotson.
A pesar de las divisiones políticas dentro de Estados Unidos, Díaz-Balart cree que existe un fuerte consenso de apoyo a Taiwán dentro del país.
El gobierno estadounidense ha mantenido durante mucho tiempo una posición de «ambigüedad estratégica» respecto a la disputa de soberanía a través del estrecho de Taiwán, evitando al mismo tiempo un reconocimiento claro de la independencia taiwanesa pero continuando manteniendo relaciones informales con Taiwán. En el marco de esta estrategia ambigua, Estados Unidos también suministra armas a Taiwán, pero no se compromete definitivamente a intervenir en su favor si es invadido por China.
Bajo la administración del presidente Joe Biden, Estados Unidos ha seguido realizando transferencias de armas a Taiwán.
En algunas ocasiones, el presidente Biden ha dicho que Estados Unidos se compromete a defender a Taiwán, sólo para que la Casa Blanca emitiera declaraciones de seguimiento indicando que el presidente no estaba comunicando ningún cambio en la política oficial de Estados Unidos hacia Taiwán.
«Creo que el presidente Biden ha mostrado una gran debilidad en la incertidumbre, confusión, en el mejor de los casos. Eso no ayuda. Eso hace al mundo entero, francamente, menos seguro. Dicho esto, el Congreso ha sido muy claro a la hora de apoyar a Taiwán, su soberanía, su capacidad para decidir su propio liderazgo. Y es importante que la China comunista entienda que Estados Unidos es fuerte», afirmó el republicano de Florida.
Además de armarse y prepararse para defender potencialmente a Taiwán militarmente, Burchett argumentó que Estados Unidos necesita estar preparado para «defender económicamente a Taiwán». Dijo que la parte estadounidense también debería disminuir su dependencia de las cadenas de suministro chinas y, en su lugar, ampliar los esfuerzos internos para adquirir recursos clave como los minerales de tierras raras.
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