Tras imponerse en la primera vuelta de las elecciones legislativas, la Agrupación Nacional (RN) tuvo que hacer un «frente republicano» en la segunda vuelta, con una serie de retiradas para evitar unos resultados triangulares que le habrían favorecido.
Según los resultados definitivos de las elecciones legislativas publicados por el Ministerio del Interior, la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) quedó primera con 178 escaños, por delante de Ensemble (156) y de Agrupación Nacional con sus aliados (143 escaños).
Francia busca ahora la mayoría parlamentaria, ya que ni el NFP, ni el bando presidencial, ni el RN pueden alcanzar los 289 diputados necesarios para la mayoría absoluta. Se abre ahora una fase de intensas negociaciones en el seno de la Asamblea para encontrar una nueva mayoría.
Es hora de negociar una mayoría relativa
Tras la dimisión de Gabriel Attal, el nombramiento del Primer Ministro podría llevar algún tiempo, a la espera de un hipotético acuerdo entre varias fuerzas políticas sobre un candidato para Matignon y sobre un programa.
Según Stéphane Séjourné, el Jefe del Estado «esperará a que se haya estructurado la nueva Asamblea Nacional para tomar las decisiones necesarias». Sin parte de la izquierda, los macronistas no podrán gobernar. Pero sin parte de los macronistas, el CCN tampoco tendrá éxito. El problema es que el bando presidencial ha dejado claro que no formará alianza con Francia Insumisa, hipótesis que también ha barajado el movimiento de Jean-Luc Mélenchon.
Mirar a Los Republicanos (LR), que han resistido muy bien con unos sesenta diputados electos a pesar de la adhesión de su líder Eric Ciotti a RN, también podría resultar un esfuerzo baldío: Laurent Wauquiez, de vuelta a la escena nacional con su elección en Haute-Loire, ha advertido que «no habrá coalición ni compromiso» por parte de LR. Ha llegado el momento de que Édouard Philippe, del partido de centro-derecha Horizontes, proponga una coalición de centro con el centro-derecha y el centro-izquierda en torno a su partido y se tome sus libertades con el partido presidencial.
Para el politólogo Martial Foucault (Cevipof), «esta alianza contra la RN se traduce en una forma de paradoja institucional. Los electores se han movilizado y han respondido a este llamamiento, pero para producir una Francia ingobernable en este momento».
Es hora de hacer concesiones a la izquierda
En la izquierda, los líderes del Nuevo Frente Popular tendrán que superar una vez más sus diferencias, en el seno de una alianza tan amplia como heterogénea, que va de Jean-Luc Mélenchon a Raphaël Glucksmann; del activista antifa Raphaël Arnault al expresidente François Hollande.
El grupo de extrema izquierda Insumisos sigue siendo el más numeroso de la izquierda, con unos 75 diputados, frente a los cerca de sesenta de los socialistas, que avanzan con fuerza, la treintena de los ecologistas y la decena de los comunistas.
Cuando se anunciaron los resultados, Jean-Luc Mélenchon dijo que Emmanuel Macron debe «irse o nombrar a un primer ministro» del Nuevo Frente Popular. Glucksmann, en cambio, se mostró más moderado: «Vamos a tener que hablar, vamos a tener que discutir, vamos a tener que dialogar» ante esta Asamblea «dividida», explicó el presidente de Place publique, próxima al Partido Socialista.
¿Es Francia gobernable?
Habrá que esperar al final de las negociaciones, que podrían durar varios días, para saber si Francia será gobernable y qué mayoría relativa saldrá.
Si no hay mayoría relativa, el presidente Emmanuel Macron podría optar por formar un gobierno técnico, con perfiles sin etiquetas políticas para aprobar reformas mínimas y evitar la paralización del país. Un Gobierno que será impopular en cualquier caso y bajo amenaza de otra disolución dentro de un año.
El jefe de RN, Jordan Bardella, afirmó que Francia se dirige «hacia la incertidumbre y la inestabilidad» por la próxima «parálisis» de las instituciones. Otros dirigentes de su partido se hicieron eco de esta opinión, y el vicepresidente Sébastien Chenu consideró que «el sistema (se) paralizaría», ya que «los tres bloques» tienen «muy poca diferencia» en términos de escaños. «Emmanuel Macron va a gestionar ahora la situación que impuso a los franceses (…) No sé cómo lo va a hacer», comentó Marine Le Pen.
Según el exministro de Defensa Hervé Morin, sería bastante barroco tener una mayoría relativa de izquierdas en la Asamblea y en el Gobierno cuando el país votó a la derecha. De hecho, aunque la coalición del PNF se situó en cabeza en número de diputados, quedó muy por detrás de la RN en número de votantes, ya que la RN y sus aliados obtuvieron 9,3 millones frente a los 5,1 millones del PNF.
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