Calin Georgescu, candidato populista independiente de derechas que hizo campaña principalmente en TikTok, ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Rumanía el 25 de noviembre.
Georgescu, de 62 años, y Elena Lasconi, líder del partido opositor de centro-derecha Salvar Rumanía, pasaron a la segunda vuelta, fijada para el 8 de diciembre.
Marcel Ciolacu, actual primer ministro del gobernante Partido Socialdemócrata (PSD), quedó tercero y no pasó a la segunda vuelta.
George Simion, un nacionalista de derecha de la Alianza para la Unidad de los Rumanos (AUR), terminó en cuarto lugar, con otros nueve candidatos también compitiendo en el campo.
La Oficina Electoral Central de Rumanía informó que habían votado 9.4 millones de personas, lo que representa una participación del 52.4 por ciento.
Georgescu hizo campaña contra la OTAN y la Unión Europea. En una entrevista de 2021, se refirió al escudo antimisiles balísticos de la OTAN, situado en la ciudad rumana de Deveselu, como una «vergüenza de la diplomacia».
Argumenta que la OTAN no protegería a sus miembros en caso de ser atacada por Rusia y aboga por estrechar los lazos con el Kremlin y reducir el apoyo a Ucrania.
Según la Constitución rumana, el presidente tiene un mandato de cinco años y poder de decisión en materia de seguridad nacional, política exterior y nombramientos judiciales.
Georgescu, doctor en Ciencias del Suelo, fue funcionario del Ministerio de Medio Ambiente de Rumanía durante la década de 1990. De 1999 a 2012, representó a Rumanía en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Entre el año 2000 y 2013 dirigió el Centro Nacional de Desarrollo Sostenible de Rumanía y desde entonces se ha reinventado como político populista.
En la cuenta de TikTok de Georgescu, que ha conseguido 1.6 millones de «me gusta», aparece asistiendo a la iglesia, practicando judo, corriendo y hablando en podcasts.
A lo largo de su campaña, publicó con frecuencia en TikTok vídeos cortos y mordaces en los que criticaba a la Unión Europea, la OTAN y la clase política rumana.
Tras depositar su voto, Georgescu escribió en un post de Facebook el 24 de noviembre: «He votado por los agraviados, por los humillados, por los que sienten que no importan en este mundo… ¡ellos son los que importan!».
Revuelta contra el establishment
Cristian Andrei, consultor político afincado en Bucarest, dijo que los resultados de Georgescu, mejores de lo esperado, eran una «gran protesta o revuelta contra el establishment».
«Los principales partidos políticos han perdido la conexión con los rumanos de a pie», afirmó Andrei. «No tienen candidatos fuertes ni líderes fuertes… hay candidatos débiles, líderes débiles, y los partidos en general están bastante desconectados».
Dijo que Georgescu carecía de un programa claro y sólo tenía un manifiesto vago y populista, habiendo adoptado posiciones políticas que estaban «más allá del discurso normal».
Georgescu quiere apoyar a los agricultores rumanos, reducir la dependencia del país de las importaciones y aumentar la producción tanto de alimentos como de energía.
Georgescu describió a Ion Antonescu, que alió a Rumanía con la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y a Corneliu Zelea Codreanu, líder de la antisemita Guardia de Hierro en la década de 1940, como héroes nacionales.
Simion, partidario declarado del presidente electo Donald Trump, felicitó a Georgescu por su victoria y dijo estar «muy contento de que aproximadamente el 40 por ciento de los votos de los rumanos se decantaran por la opción soberanista».
Simion había hecho campaña a favor de la unificación con la vecina Moldavia. Moldavia renovó recientemente una prohibición a Simion de cinco años de entrada al país por motivos de seguridad. También tiene prohibida la entrada en Ucrania.
Rumanía celebra elecciones parlamentarias el 1 de diciembre para elegir al próximo gobierno y primer ministro.
Con información de The Associated Press y Reuters
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