Las muertes por dengue en lo que va de año en Paraguay se elevan a 34, 14 más en relación a las registradas hace una semana, si bien el Gobierno afirmó este viernes que «la epidemia ha entrado en un descenso gradual.
El ministro de Salud Pública, Julio Mazzoleni, dijo a los medios que los casos confirmados ascendieron hasta los 11,311, al tiempo que hay 90 muertes a la espera de que se confirmen o descarten las producidas por el dengue.
Asimismo, se registran 137,423 notificaciones de cuadros sospechosos en todo el país.
La mayoría de los fallecimientos y casos proceden del área metropolitana de Asunción y del departamento Central, las áreas más pobladas de Paraguay y también las más golpeadas por la enfermedad.
Pese a esas cifras, Mazzoleni señaló, en la rueda de prensa de todos los viernes para actualizar la situación, que la epidemia está remitiendo desde que en febrero alcanzara su pico y hace dos semanas su «meseta».
«Confirmar lo que anunciamos la semana pasada, que hay una bajada significativa», dijo en referencia a las consultas por dengue en los hospitales del país.
«Todos los directores de los 21 hospitales de Asunción y el área metropolitana del ministerio de Salud nos informan sobre una disminución en el requerimiento y número de consultas, aunque estas de algún modo serán todavía importantes», explicó.
No obstante, el ministro instó a la ciudadanía a no «bajar la guardia» ante la posibilidad de que la epidemia se dirija al interior del país.
«El número de casos en el interior es todavía relativamente pequeño, pero enciende las alarmas», acotó Mazzoleni.
El serotipo predominante en la actual epidemia es el DEN-4, el más leve, que afectó al presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez.
El Congreso ya declaró la emergencia sanitaria por el dengue, al igual que la Municipalidad de Asunción.
Sin embargo, la cartera sanitaria considera que la declaración es inoportuna en cuanto que la asistencia médica y de insumos están garantizados, según aseguran.
La peor epidemia de dengue en el país suramericano fue la de 2013, con 150,000 casos y 252 muertos en una población de casi 7 millones de habitantes.
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