El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, dijo este miércoles que cree que los funcionarios chavistas empiezan a darse cuenta de que Maduro es el «obstáculo clave» para la transición de Venezuela, ante las sanciones impuestas por Estados Unidos.
En una conferencia de prensa organizada por el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, Abrams señaló que la propuesta estaba diseñada a mandar un mensaje a la gente del régimen, de la armada y los venezolanos para que el país salga de esta «horrible crisis».
“Nuestra esperanza es que mucha gente en el PSUV, en el Ejército, dentro del gobierno, mire la propuesta y diga ‘bueno, Maduro tiene que dejar el poder’».
Ese camino, dijo el funcionario, es la negociación para organizar elecciones libres y justas en Venezuela. El 31 de marzo, el Departamento de Estado propuso la creación de un Consejo de Estado para convocar a futuras elecciones en Venezuela.
Luego de esta propuesta, Abrams dijo que muchas personas dentro y fuera del régimen chavista se pusieron en contacto con el gobierno de Estados Unidos.
“Todas las dictaduras en Latinoamérica (…) terminan con una negociación, con la excepción de Panamá. Uno no puede elegir con quién negocia. Se negocia con los que están allí. Tratamos de hacer una propuesta realista dada la situación”, dijo Abrams quien señaló que las negociaciones incluyen al partido oficialista (el PSUV) y las fuerzas armadas venezolanas.
A pesar de que estas elecciones permitirían la participación de partidos oficialistas y opositores, incluyendo a Maduro, el diplomático estadounidense piensa que las posibilidades de que el dictador gane, serán nulas.
“Maduro es la figura más tóxica [en Venezuela] (…) si se presenta a una elección, va a ser derrotado”.
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Ante la posibilidad de una invasión militar, Abrams dijo que solo sería posible si el presidente Trump así lo dispusiera.
«Si usted quiere proponer una invasión estadounidense, propóngala, pero si eso no va a pasar, entonces ¿cómo termina esto [la situación en Venezuela]? (…) A través de una negociación», dijo Abrams.
José Antonio Colina, presidente de la organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (VEPPEX) dijo a The Epoch Times que la “judicialización de Maduro y su pandilla” y su salida del poder está decretada.
«Maduro pasó de ser un dictador, violador de derechos humanos, a ser un narcotraficante convicto con orden de captura para él y sus colaboradores más cercanos. Es cuestión de tiempo».
En un comunicado de prensa el 26 de marzo, VEPPEX expresó que la recompensa colocada a los funcionarios chavistas representa un triunfo para los venezolanos.
«A partir de hoy, [Maduro] tendrá que cuidarse hasta de sus propios aliados que pueden terminar entregándolo a Estados Unidos», escribió la organización.
VEPPEX también instó a la conformación de un «gobierno de emergencia nacional» para tomar las riendas del país en la actual situación.
«Quien negocie o dialogue con Nicolás Maduro es un aliado del narcotráfico y del terrorismo internacional», agregó Colina.
Por otro lado, Abrams explicó que las actividades represivas de Nicolás Maduro no se han detenido a pesar de la pandemia del virus del PCCh, como la reciente detención de funcionarios de Juan Guaidó.
El 29 de marzo, Guaidó denunció la detención ilegal de dos colaboradores cercanos al presidente interino. Hasta el pasado jueves 2 de abril, se fueron sumando un total de 10 miembros del equipo de Guaidó quienes corrieron con la misma suerte.
El martes, el equipo de Juan Guaidó exigió la liberación de todos los presos políticos, alertando que en los últimos días el régimen chavista ha utilizado la excusa del virus del PCCh como una estrategia para aumentar la represión.
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