Elon Musk defendió la decisión de Twitter de poner fin a una política en la que las publicaciones en la plataforma irían acompañadas de una etiqueta de advertencia de «información engañosa» si el contenido se relacionaba con el COVID-19. El magnate acompañó la determinación diciendo que la pandemia «ya no es un problema».
El servicio de microblogging, que fue asumido por el industrial multimillonario el año pasado, dijo en un informe que, a partir del 23 de noviembre de 2022, que Twitter “ya no aplicará la política de información engañosa sobre COVID-19”.
Musk comentó sobre el asunto el 11 de abril durante una entrevista con el reportero de la BBC, James Clayton. En la polémica entrevista, Musk dio un giro a la pregunta de Clayton cuando el entrevistador le preguntó al ejecutivo de Tesla sobre las etiquetas de advertencia de la plataforma para los tuits falsos y engañosos relacionados con el COVID-19.
«¿Ha cambiado la BBC su desinformación sobre COVID?», respondió Musk con firmeza a la pregunta de Clayton.
Luego, Clayton dijo que le estaba preguntando a Musk sobre las políticas de Twitter y señaló que la entrevista es sobre Twitter, no sobre la compañía de transmisión.
“La BBC no establece las normas sobre Twitter, así que le estoy preguntando a usted», dijo Clayton. «Ustedes cambiaron las etiquetas, las etiquetas de desinformación COVID, antes había una política, pero luego desapareció, ¿por qué hacer eso?», añadió el periodista.
“Mira, el COVID ya no es un problema”, respondió Musk. «¿La BBC se hace responsable de la información errónea sobre el enmascaramiento y los efectos secundarios de las vacunas, y no informa sobre eso en absoluto?», agregó el fundador de SpaceX.
Clayton no respondió a estas preguntas. En cambio, el reportero cambió de tema y afirmó que no es un representante de la política editorial de la BBC.
NTD contactó a la BBC en busca de comentarios.
Musk ha sido un crítico desde hace mucho tiempo de los mandatos de vacunas contra el COVID-19, los bloqueos y otras medidas impuestas por el gobierno de EE.UU. En mayo de 2020, Musk envió a los empleados de Tesla de regreso a trabajar en la fábrica del fabricante de automóviles en California desafiando las órdenes locales de refugio en el lugar, que describió como «encarcelamiento forzoso».
“Tesla está reiniciando la producción hoy en contra de las reglas del condado de Alameda. Estaré en la línea con todos los demás. Si alguien es arrestado, pido que solo sea yo”, dijo Musk en una publicación en Twitter en ese momento.
Durante una entrevista con TIME en diciembre de 2021, Musk dijo que él y sus hijos aptos para las vacunas están vacunados y que “la ciencia es inequívoca”, pero también enfatizó que está en contra de los mandatos de vacunación contra el COVID-19.
La política de Twitter, que se introdujo para frenar la propagación de «información errónea dañina» relacionada con COVID-19, resultó en la eliminación de casi 100,000 piezas de contenido de la plataforma y provocó la suspensión de más de 11,000 cuentas entre enero de 2020 y septiembre de 2022.
Desde que se hizo cargo de la plataforma, Musk prometió revertir las políticas de censura de Twitter que, según muchos conservadores, son discriminatorias y equivalen a la supresión de la libertad de expresión. Al mismo tiempo, Musk prometió que no permitiría que la plataforma se convirtiera en un «infierno de todos contra todos» donde se pudiera decir cualquier cosa, «sin consecuencias».
Los médicos hacen sonar las alarmas
Desde que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) autorizó las primeras vacunas anti-COVID a finales de 2020, los gobiernos de todo el mundo y gran parte de los medios de comunicación han insistido en que los medicamentos desarrollados en un tiempo récord son «seguros y eficaces”.
Sin embargo, numerosos estudios y expertos médicos no están de acuerdo con el mensaje oficial del gobierno sobre la respuesta a la pandemia, lo que sugiere que las vacunas contra el COVID-19 pueden conducir a un riesgo excesivo de enfermedades inducidas por proteínas espiga.
El Dr. Joseph Fraiman, médico de urgencias con sede en Luisiana y autor principal de un estudio revisado por pares que reexaminó los ensayos clínicos originales de Pfizer y Moderna para las vacunas contra el COVID-19, le dijo al National Citizen’s Enquiry (NCI) el 17 de marzo que las vacunas se han asociado con un exceso de riesgo de eventos adversos graves de especial interés en aproximadamente una de cada 565 personas.
«Es un número bastante elevado de efectos adversos graves de una vacuna. Normalmente hemos suspendido vacunas a uno de cada 10,000», dijo Fraiman, que habló virtualmente en el NCI el segundo día de la audiencia que se celebró en Canadá.
Los autores descubrieron que las vacunas anti-COVID de Pfizer y Moderna se asociaban, respectivamente, a un exceso de riesgo de acontecimientos adversos graves de especial interés en 10.1 y 15.1 por cada 10,000 vacunados respecto a los valores de referencia de placebo de 17.6 y 42.2. Combinadas, las vacunas de ARNm se asociaron con un exceso de riesgo de acontecimientos adversos graves de especial interés en 12.5 por cada 10,000 vacunados, o una de cada 565 personas.
Mientras tanto, el ministro de Salud alemán, Karl Lauterbach, dijo el mes pasado que las reacciones adversas pueden ocurrir a una tasa de “una en 10,000 [dosis]”, y agregó que las vacunas han causado “discapacidades graves” a los ciudadanos alemanes. Sin embargo, el principal funcionario de salud del país también señaló que cree que los beneficios aún superan los riesgos y dijo: «No es que las lesiones [de la vacuna] sean frecuentes».
“Siempre he estado al tanto de los números y se han mantenido relativamente estables… uno de cada 10,000 [están lesionados]”, dijo Lauterbach, citando datos oficiales (pdf) del Paul-Ehrlich-Institut que se publicaron en diciembre de 2022. Cabe señalar que el ministro de salud dijo que la vacuna puede causar lesiones graves en una de cada 10,000 dosis, no en una de cada 10,000 personas.
Matthew Horwood contribuyó a este artículo.
De NTD News
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