El magnate multimillonario de la tecnología, Elon Musk, dijo el jueves que la razón por la que está tratando de comprar Twitter no es para ganar dinero, sino para convertirlo en un bastión de la libertad de expresión y reducir el «riesgo civilizatorio» para la libertad y la democracia de las restricciones excesivas y opacas a la expresión.
En su intervención en un evento TED en Vancouver (Canadá) el 14 de abril, Musk dijo que Twitter se había convertido en «una especie de plaza de la ciudad de facto», un espacio en el que las conversaciones importantes deberían poder tener lugar con las menores restricciones posibles.
«Es muy importante que la gente tenga tanto la realidad como la percepción de que puede hablar libremente dentro de los límites de la ley», dijo Musk.
«Máxima confianza y amplia inclusión»
Conseguir el equilibrio adecuado entre la libertad de expresión y la protección contra el discurso perjudicial es una cuestión de importancia existencial, dijo Musk el jueves, el mismo día en que saltó a los titulares al ofrecer comprar Twitter por más de 40,000 millones de dólares en efectivo.
Twitter dijo a The Epoch Times que estaba revisando la oferta de Musk y que tomaría las decisiones que considere más convenientes para la empresa y los accionistas.
Más tarde surgieron informes de que la empresa estaba tratando de bloquear el intento de adquisición de Musk, tal vez mediante la dilución de las acciones existentes en un movimiento conocido como una táctica de «píldora de veneno» que haría más difícil financieramente para un adquirente, aunque la empresa se negó a comentar.
Musk dijo a la audiencia en Vancouver que su objetivo al tratar de comprar Twitter era transformarlo en un «escenario inclusivo para la libertad de expresión», haciéndolo privado y de código abierto para una máxima transparencia.
«En mi opinión, Twitter debería ajustarse a las leyes del país», dijo Musk, reconociendo límites legales razonables a la libertad de expresión, como la incitación directa a la violencia o el equivalente a gritar «fuego» en un cine, por ejemplo.
«Pero ir más allá y que no esté claro quién hace qué cambios y dónde, que los tuits se promuevan y degraden misteriosamente sin saber qué está pasando, que un algoritmo de caja negra promueva algunas cosas y otras no, creo que puede ser bastante peligroso», dijo.
«Mi sensación más fuerte e intuitiva es que tener una plataforma pública de máxima confianza y ampliamente inclusiva es extremadamente importante para el futuro de la civilización», añadió Musk.
Disminución del «riesgo de civilización»
Describiendo su visión de Twitter como bastión de la libertad de expresión como algo importante para la democracia y para «la función de Estados Unidos como país libre», Musk argumentó que cuanto más aumente la confianza del público en Twitter como plataforma pública, «disminuirá el riesgo civilizatorio».
Una de las cosas que Musk dijo que Twitter debería hacer es abrir su algoritmo al escrutinio público, de forma similar a como se comparte el software de código abierto en plataformas como GitHub.
Si los tuits de la gente «se enfatizan o se desestiman, esa acción debe hacerse evidente para que cualquiera pueda ver que se ha tomado esa acción, de modo que no haya manipulación entre bastidores, ni algorítmica ni manualmente», dijo Musk.
Preguntado sobre las limitaciones de los algoritmos para diferenciar con precisión los tuits meramente «odiosos» de los que infringen la ley, y sobre la necesidad de que los moderadores humanos participen en la toma de decisiones difíciles, Musk reconoció que no tiene «todas las respuestas».
Deja que el tuit exista
En aras de promover discusiones lo más libres posible en un foro que sirve de «plaza del pueblo», Musk dijo que es mejor errar por el lado de la libertad de expresión.
«Si es una zona gris, yo diría que hay que dejar que el tuit exista», dijo, añadiendo que en caso de tuits especialmente controvertidos, entonces los algoritmos deberían establecerse para no «promover necesariamente ese tuit».
También dijo que Twitter debería tener menos ganas de prohibir permanentemente a los usuarios problemáticos de la plataforma, sugiriendo en su lugar «tiempos de espera».
Musk insistió en que el algoritmo de Twitter debe ser de código abierto y que cualquier ajuste manual debe ser transparente e identificado para que la gente pueda controlar si se hizo algo «para promover, degradar o afectar de otra manera a un tuit».
«No será perfecto, pero creo que queremos que realmente tenga la percepción y la realidad de que la expresión es tan libre como sea razonablemente posible», dijo Musk.
«Una buena señal para saber si hay libertad de expresión es que alguien que no te gusta pueda decir algo que no te gusta. Y si ese es el caso, entonces tenemos libertad de expresión».
Musk ha cuestionado en el pasado el compromiso de Twitter con la libertad de expresión. El mes pasado, hizo una encuesta entre sus 80 millones de seguidores de Twitter, preguntando si la plataforma se adhería a los valores de la libertad de expresión. Recibió 2 millones de votos, y más del 70 por ciento de los que respondieron votaron que no.
Twitter ha negado repetidamente las acusaciones de censura de algunos puntos de vista minoritarios y políticamente conservadores.
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