Tras una semana del aviso de que comprará Twitter, Elon Musk pidió una investigación sobre las organizaciones de izquierda que están presionando a las empresas para que boicoteen la plataforma en caso de que el empresario cambie las políticas de moderación de contenido de la firma de redes sociales.
Unas dos docenas de grupos de izquierda habrían enviado cartas (pdf) a Coca-Cola, Kraft y Disney para que boicoteen Twitter tras la compra de Musk, indican los informes. Entre esos grupos se encuentran Black Lives Matter Network Foundation, NARAL Pro-Choice America, Women’s March, Media Matters for America y GLAAD.
Los grupos escribieron conjuntamente que «como principales anunciantes en Twitter, su marca se arriesga a ser asociada con una plataforma que amplifica el odio, el extremismo, la desinformación sobre la salud y los teóricos de la conspiración», dice la carta. «Bajo la dirección de Musk, Twitter corre el riesgo de convertirse en un pozo negro de desinformación, con su marca adjunta, contaminando nuestro ecosistema de información en un momento en el que la confianza en las instituciones y los medios de comunicación ya está en su punto más bajo».
Como respuesta, Musk pidió una investigación sobre esos grupos.
«¿Quién financia a estas organizaciones que quieren controlar su acceso a la información? Vamos a investigar (…)» escribió Musk en Twitter. «La luz del Sol es el mejor desinfectante».
La semana pasada, el CEO de Tesla escribió que los ataques contra su personaje estaban «llegando con fuerza», pero sobre todo «desde la izquierda, lo que no es una sorpresa».
«Sin embargo, debo tener claro que la derecha probablemente también estará un poco descontenta», continuó Musk. «Mi objetivo es maximizar el área bajo la curva de la felicidad humana total, lo que significa el ~80% de las personas en el medio».
A fines del mes pasado, tanto Musk como Twitter anunciaron que él compraría la compañía por 44,000 millones de dólares antes de llevarla al mercado privado. Anteriormente, Musk criticó las prácticas de moderación de contenidos de la compañía y las comparó con la censura, indicando que podría cambiar algunas de las políticas.
El acuerdo, que podría tardar meses en cerrarse, aún no se ha completado. La alta directiva de Twitter, incluido su CEO, Parag Agrawal, sigue al frente de la empresa.
«He invertido en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma de la libertad de expresión en todo el mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo social para una democracia que funcione», dijo Musk más tarde en una presentación ante la Comisión de Valores. «Sin embargo, desde que realicé mi inversión me he dado cuenta de que la empresa no prosperará ni servirá a este imperativo social en su forma actual. Twitter necesita transformarse en una empresa privada».
Mientras tanto, Musk indicó el martes que podría cobrar una pequeña cuota a las cuentas corporativas o gubernamentales.
«Twitter siempre será gratuito para los usuarios ocasionales, pero quizás un ligero costo para los usuarios comerciales/gobierno», escribió el CEO de Tesla en la red social.
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