Elon Musk ha afirmado este miércoles que los usuarios suspendidos de Twitter no podrán volver hasta dentro de varias semanas, lo que sucede meses después de que expresara su deseo de permitir el regreso del expresidente Donald Trump a la plataforma.
«Twitter no permitirá a nadie que haya sido bloqueado en la plataforma por violar las reglas de Twitter volver a la plataforma hasta que tengamos un proceso claro para hacerlo, lo que llevará al menos unas semanas más», escribió Musk en respuesta a un posteo sobre el jefe de seguridad e integridad de la firma acerca de las elecciones de mitad de periodo.
Esto ocurrió después de que Musk dijera que se había comunicado con NAACP, the Anti-Defamation League, the League of United Latin American Citizens (LULAC), Color of Change, Free Press, The Bush Center y Asian American Foundation.
«El consejo de moderación de contenidos de Twitter incluirá a representantes con puntos de vista muy divergentes, que sin duda incluirán a la comunidad de derechos civiles y a los grupos que se enfrentan a la violencia alimentada por el odio», escribió a primera hora del miércoles.
Horas antes de la adquisición de Twitter por parte de Musk, la persona más rica del mundo envió una carta a los anunciantes en la que afirmaba que no permitiría que la plataforma se convirtiera en un «entorno desagradable de ley de la selva».
Mientras Musk se reunía con algunos de los grupos que mencionó, directivos de Anti-Defamation League, Free Press y otros lo criticaron.
«Hace apenas unos días, Elon Musk prometió a los anunciantes de Twitter que este sitio no se convertiría en un ‘entorno desagradable de ley de la selva’. Tenemos noticias para ti. Ya lo es», escribió en un tuit la codirectora ejecutiva de Free Press, Jessica Gonzalez, afirmando que el consejo propuesto por Musk no será lo suficientemente bueno para las demandas de su grupo.
«Cuando el hombre más rico del mundo/dueño de este mismo sitio trafica con teorías conspirativas días después de afirmar a los anunciantes que va a ser un líder responsable, todo lo que puedo decir es: No estoy exagerando al expresar mis preocupaciones. Los hechos siempre hablan más que las palabras», escribió Yael Eisenstat, vicepresidenta de Anti-Defamation League, que se reunió posteriormente con Musk.
Antes de comprar Twitter por 44,000 millones de dólares la semana pasada, Musk había dicho que iba a revertir algunas de las políticas de moderación de contenidos de la red social y acusó a esas normas de favorecer a los usuarios de izquierda. También ha dicho que restauraría la cuenta de Trump, que fue suspendida en enero de 2021 cuando los funcionarios de Twitter lo vincularon públicamente con la irrupción en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
A principios de este año, Trump declaró que no volverá a Twitter y que está a favor de Truth Social, su propia plataforma que compite con Twitter. Durante años, la cuenta de Trump generó una gran participación en Twitter y a menudo dio forma a los ciclos de noticias durante días —o semanas.
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