Elon Musk dijo que sentía que “se estaba muriendo” después de su segunda vacuna de refuerzo contra COVID-19.
“Tuve efectos secundarios importantes con mi segunda vacuna de refuerzo”, escribió el nuevo jefe de Twitter en un posteo en las redes sociales. “Sentí que me estaba muriendo durante varios días. Esperemos que no haya daños permanentes, pero no lo sé».
Musk no proporcionó registros médicos para respaldar su afirmación. Tampoco dijo qué compañía de vacuna de refuerzo contra COVID se puso.
The Epoch Times no pudo verificar su afirmación de forma independiente.
Moderna y Pfizer no respondieron a las solicitudes de comentarios en el momento en que se publicó el artículo.
Según Musk, recibió la vacuna contra COVID-19 de Johnson & Johnson y el primer refuerzo de ARNm sin efectos secundarios.
Musk posteó una serie de posteos en Twitter en respuesta a un posteo de Rasmussen Reports que critica la narrativa de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de que los principales efectos secundarios posteriores a la vacunación contra el COVID son «poco frecuentes».
Los estadounidenses relacionan las vacunas contra el COVID con misteriosas muertes
Una nueva encuesta de Rasmussen Reports, publicada el 2 de enero y basada en una muestra representativa de 1000 adultos estadounidenses, muestra que casi la mitad de los estadounidenses cree que las vacunas contra COVID-19 probablemente causaron un «número significativo de muertes inexplicables», mientras que más de una cuarta parte dijo que conoce personalmente a alguien cuya muerte pudo haber sido causada por efectos secundarios de la vacunación.
Los encuestadores hicieron una serie de preguntas a los encuestados, entre ellas si se habían vacunado contra COVID-19 y qué probabilidad había de que los efectos secundarios de la vacuna «hayan causado un número significativo de muertes inexplicables».
El cuarenta y nueve por ciento de los encuestados dijeron que creen que es «probable» que los efectos secundarios de la vacuna contra COVID-19 sean responsables de una cantidad significativa de muertes que siguen sin explicación.
Una gran mayoría (71%) afirmó haberse vacunado contra la COVID-19, y el 38% de ellos cree que los efectos secundarios de la vacuna son, al menos con cierta probabilidad, responsables de muertes inexplicables.
Entre el 26 por ciento que dijo no haberse vacunado, el 77 por ciento afirmó que es al menos algo probable que los efectos secundarios de la vacuna hayan causado un número significativo de muertes misteriosas, según la encuesta.
Otra pregunta fue si las personas creen que hay «razones legítimas» para preocuparse por la seguridad de las vacunas contra el COVID-19, o si las personas preocupadas por la seguridad de las vacunas «están difundiendo teorías de conspiración».
El cuarenta y ocho por ciento de los encuestados dijo que cree que hay razones legítimas para preocuparse por la seguridad de la vacuna contra COVID-19, el 37 por ciento piensa que las personas que están preocupadas por este tema están promoviendo teorías de conspiración y el 15 por ciento no está seguro.
Tom Ozimek contribuyó a este artículo.
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