Mientras esta semana suben las temperaturas en todo Estados Unidos, un nuevo informe revela que muchas vías fluviales y playas costeras estadounidenses están contaminadas con niveles inseguros de bacterias fecales.
En 2022 se descubrió que aproximadamente la mitad de las playas estadounidenses contenían niveles potencialmente inseguros de la bacteria, según un reciente informe anual Safe for Swimming sobre el estado de las playas estadounidenses. El informe fue encargado por el grupo de investigación Environment America, una federación de organizaciones estatales de defensa del medio ambiente fundada en 2007.
«En 2022, 1761 de las 3192 playas analizadas en todo el país (el 55%) experimentaron al menos un día en el que la contaminación fecal alcanzó niveles potencialmente inseguros, es decir, que superaron el ‘Valor de Acción en Playas’ más protector de la EPA, una herramienta conservadora y de precaución que los estados pueden utilizar para tomar decisiones de notificación de playas», afirma el informe Safe for Swimming, publicado esta semana. «Las playas también pueden haber experimentado contaminación en días en que no se realizaron pruebas».
«Y 363 playas —aproximadamente una de cada nueve playas analizadas en todo el país— presentaban niveles potencialmente inseguros de contaminación fecal al menos el 25% de los días en que se realizaron las pruebas», añade.
El grupo, citando un estudio, afirmó que en EE. UU. hay unos 57 millones de casos de enfermedades derivadas del baño en lagos, ríos, estanques y océanos, y que la inmensa mayoría de los casos no se denuncian. Algunos síntomas de enfermedades causadas por el agua contaminada son infecciones oculares y de oído, y erupciones cutáneas.
«El agua contaminada también puede desencadenar advertencias sanitarias o cierres que interfieren en nuestra capacidad de disfrutar de la playa», se afirma. «En 2022 hubo más de 8700 advertencias sanitarias o cierres en las playas costeras y de los Grandes Lagos de EE. UU., lo que afectó a uno de cada 12 días en que había bañistas».
Citó las infraestructuras «anticuadas», incluidos los sistemas sanitarios, como causa del aumento de los niveles de bacterias fecales en las playas, así como el desarrollo descontrolado cerca de las costas.
«Las aguas residuales son una amenaza especialmente peligrosa para la seguridad de las playas, porque contienen bacterias, virus y parásitos propensos a causar enfermedades en los seres humanos. Por desgracia, las infraestructuras de alcantarillado de todo el país son inadecuadas o están en mal estado, lo que permite que las aguas residuales lleguen a nuestras vías fluviales», afirma.
Mara Dias, del grupo Surfrider, declaró a Yahoo Noticias que «las fosas sépticas y los pozos negros, cuando llueve, pueden filtrar efluentes a las vías fluviales locales», y añadió que «los síntomas más comunes son erupciones cutáneas, infecciones de oído, nariz y garganta, y gastrointestinales».
Las playas de la costa del Golfo registraron los niveles más altos de contaminación, con un 84% de aguas potencialmente inseguras al menos un día de 2022. Las playas de la costa oeste también se consideraron muy contaminadas, con un 70% con agua posiblemente insegura durante al menos un día de las pruebas, según el informe.
Las playas de Alaska y Hawái parecían tener los niveles de contaminación más bajos, con un 24%. Las playas de la costa este registraron un 48 por ciento, y el 63 por ciento de las playas de los Grandes Lagos tuvieron niveles inseguros de bacterias durante al menos un día del año pasado, según el informe.
Para determinar los niveles de bacterias en el agua de las playas, los investigadores utilizaron el Valor de Acción en Playas (BAV) de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE. UU. (EPA, por sus siglas en inglés) para declarar avisos de cierre de playas por niveles elevados de bacterias. El grupo declaraba las playas «inseguras» si sus hallazgos revelaban una tasa estimada de enfermedad de 32 por cada 1000 bañistas, según el informe.
Respuesta
En una declaración a los medios de comunicación esta semana, la EPA afirmó que «las playas del programa en las costas estadounidenses y a lo largo de los Grandes Lagos estuvieron abiertas y fueron seguras para nadar el 92% del tiempo en 2022» y que «estas jurisdicciones tomaron muestras de agua en las playas de baño para ver si los niveles de bacterias indicadoras específicas superaban las normas de calidad del agua aplicables».
«Como parte de la Ley de Agua Limpia, la Ley BEACH de 2000 obliga a los estados a cumplir las normas de seguridad del agua para garantizar que las aguas costeras no estén excesivamente contaminadas con gérmenes causantes de enfermedades, incluidas las especies E. coli y Enterococcus», declaró el jueves a Fox News Kelly Johnson-Arbor, del Centro de Control de Intoxicaciones de la Capital Nacional.
Pero Keith Lambert, que lleva 30 años trabajando en el control de la contaminación, dijo que el agua contaminada puede ser sólo una fuente de enfermedades bacterianas.
«Creo que la cruda realidad es que un día cualquiera puedes contraer un agente nocivo —gérmenes, especies o bacterias— de una serie de fuentes, una de las cuales es el agua en la que te sumerges», dijo Lambert a Fox. «Todo se reduce a estar en el lugar equivocado en el momento equivocado», continuó. «Nuestro ecosistema es orgánico, y le aportamos constantemente elementos inorgánicos y nocivos, así que es una receta para que aumenten las interacciones negativas».
Ryan Searcy, investigador de la calidad del agua en la Universidad de Stanford, dijo a Yahoo Noticias que los bañistas deben seguir algunas precauciones.
«Hay unas cuantas reglas generales: la primera es intentar no [nadar] en una playa durante tiempo húmedo o en los últimos 3 días de tiempo húmedo», dijo. La gente tampoco debe nadar «cerca de embarcaderos o muelles que puedan hacer que el agua se estanque y no circule» y que las personas deben tener «cuidado de no nadar cerca de desagües pluviales o ríos que fluyan».
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