Las exequias fúnebres del cantante mexicano José José, fallecido en el sur de la Florida (EE.UU.) el pasado 28 de septiembre, han comenzado este viernes con carácter privado en una funeraria de Westchester, un barrio popular del centro de Miami.
Las dos hijas del cantante, Sarita y Marysol, han entrado por la puerta trasera del recinto, mientras se esperaba que el otro vástago, José Joel, regresara de México en las próximas horas para sumarse al velorio.
Hasta el lugar se habían acercado además seguidores del denominado «Príncipe de la canción» para rendirle un último homenaje.
Luis Brito, un joven venezolano, trajo una ofrenda floral en recuerdo al intérprete de «El triste», un artista que, según ha dicho, lo marcó a lo largo de su vida.
«Queremos homenajear este artista con este tributo floral, es una manera de despedirlo porque fue un ser muy querido por el mundo, especialmente por los venezolanos», apuntaba.
El último adiós al artista mexicano había quedado empañado por la disputa familiar protagonizada por sus hijos. Los hermanos mayores habían perdido la comunicación con su hermana pequeña, Sarita Sosa, que se había hecho cargo de los cuidados del cantante en el último año y medio.
Después de un periplo por el hospital, donde supuestamente había fallecido, dos funerarias y una comisaría, los tres limaron asperezas esta semana y llegaron a un acuerdo para organizar despedidas en Miami y Ciudad de México.
«Creo que todo esto que pasó no lo merecía él, un personaje que ha dado mucha alegría y ha tenido un récord muy grande», apuntaba Ángela Páez, otra vecina de Miami que se desplazó la funeraria para rendir tributo al mexicano.
Por deseo expreso de la familia, el velorio no ha sido abierto al público y solo podían acceder aquellos que disponían de una invitación por su parte.
Aquejado de un cáncer de páncreas, José José llegó a Miami en 2018 para tratarse la dolencia y en el sur de Florida falleció a los 71 años de edad el pasado sábado.
José José nació en Ciudad de México en 1948 en el seno de una familia de músicos. Comenzó su carrera en la adolescencia tocando la guitarra y más adelante se unió a un trío de jazz y bossanova en el que se encargaba de cantar y tocar el bajo y contrabajo.
Pero fue su interpretación de la canción «El Triste», de Roberto Cantoral, en el II Festival de la OTI en 1970, lo que propulsó su carrera hasta convertirse en un referente de la canción romántica.
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