El 16 de junio, un empleado que trabajaba para el representante Jamaal Bowman (D-N.Y.) llamó a la Policía del Capitolio de los Estados Unidos (USCP) para denunciar a los nueve empleados de Stephen Colbert que fueron arrestados posteriormente, según el jefe de la USCP, Thomas Manger.
El empleado, cuyo nombre fue tapado, escuchó a un hombre gritando fuera de su oficina, según una carta de Manger a los representantes Rodney Davis (R-Ill.) y Jim Jordan (R-Ohio).
«¿Se acuerda de mí? ¿Se acuerdan de mí? Soy yo. Vamos a dejar algo debajo de su puerta», gritó el hombre, según dijo el empleado a la policía. El hombre también golpeó la puerta de la oficina de la representante Lauren Boebert (R-Colo.), que se encuentra junto a la oficina de Bowman.
El empleado dijo que estaba muy preocupado. Cerró la puerta de su despacho y llamó al número de emergencias de la USCP.
Los agentes acudieron al lugar de los hechos, dentro del Edificio de Oficinas de la Cámara Rayburn, y encontraron a siete personas. Jake Plunkett, productor senior y director del programa de Colbert en la CBS, estaba entre ellos.
Otros dos individuos regresaron a la zona unos 20 minutos después. Dijeron a los agentes que habían estado deambulando por el edificio.
Ninguno de los integrantes del grupo tenía identificación de prensa del Congreso y no había personal del Congreso con ellos. Eso significa que estaban ilegalmente dentro del edificio.
Los portavoces de Bowman y Boebert no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Advertidos previamente
Uno de los agentes que acudió al lugar reconoció al grupo. Los había detenido antes en el día, dijo Manger.
El agente dijo que estaba patrullando en el Edificio de Oficinas de la Cámara Cannon y se percató de que el grupo intentaba detener a los miembros para realizar entrevistas. El agente comprobó que el grupo carecía de credenciales de prensa y que no había miembros del personal con ellos. Les dijo que el grupo no podía estar dentro sin una escolta del personal y los sacó del edificio.
Un miembro del personal de la oficina del representante Jake Auchincloss (D-Mass.) escoltó al grupo a otro edificio de oficinas de la Cámara, el edificio de oficinas de Longworth, por la mañana, según se desprende de una investigación. Según Manger, al grupo «se le permitió indebidamente permanecer en el edificio después de que el miembro del personal lo dejara» y, al parecer, se dirigió a otro edificio.
Todos los edificios están conectados con el Capitolio de Estados Unidos.
No había indicios de que un miembro del personal del congresista Adam Schiff (D-Calif.) dejara entrar al grupo en un edificio, como se había afirmado anteriormente.
Plunkett identificó al grupo como que trabajaba para Colbert y Robert Smigel, otro miembro del grupo, dijo que el grupo «fingía dejar notas bajo las puertas de los congresistas como parte de los sketches, pero en realidad no dejó nada».
La nota era una invitación a una orgía de cocaína, según las entrevistas.
Como el grupo infringió las normas del edificio, fue detenido.
Una investigación posterior descubrió que el grupo estuvo en el interior de los edificios el 15 de junio, pero con una escolta del personal en todo momento. También se descubrió que el exjefe de la Galería de Radio y Televisión de la Cámara de Representantes le había dicho a Plunkett que sus intentos de conseguir credenciales de prensa fueron denegados porque el grupo no cumplía las normas y que su grupo no debía entrar ni permanecer en los edificios sin escolta.
Plunkett y la CBS no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Un portavoz de la CBS dijo a The Epoch Times en junio que las entrevistas del grupo «fueron autorizadas y acordadas previamente a través de los ayudantes del Congreso de los miembros entrevistados» y reconoció que el grupo permaneció en el edificio una vez terminadas las entrevistas. Colbert bromeó sobre la situación.
No procesados
El grupo fue detenido y acusado de entrada ilegal. Los detalles de lo ocurrido se presentaron ante la Fiscalía del Distrito de Columbia.
Los fiscales anunciaron esta semana que retiraban todos los cargos.
«La Fiscalía tendría que demostrar más allá de toda duda razonable que estos invitados eran culpables del delito de entrada ilegal porque su acompañante decidió dejarlos sin vigilancia. No creemos que sea probable que la Oficina pueda obtener y mantener condenas por estos cargos», dijo un portavoz de la oficina a The Epoch Times en un correo electrónico.
La USCP dijo que respetaba la decisión, pero Manger comentó por separado la medida en su carta a Davis y Jordan.
«Es lamentable que, a pesar de todas las pruebas que presentó el Departamento, incluido el hecho de que al grupo o a su líder se les había dicho varias veces que no podían estar en los edificios sin escolta, la oficina del fiscal de EE. UU. se haya negado a procesar a ningún miembro del grupo por entrada ilegal», dijo.
En Fox News el martes por la noche, Jordan dijo que «este es el doble rasero que vemos tan a menudo desde la izquierda y desde este lugar».
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