Un grupo de empleados de la administración Biden celebró una vigilia frente a la Casa Blanca el miércoles por la noche, pidiendo un alto el fuego en el conflicto entre Israel y Hamás.
La vigilia, organizada por un autodenominado grupo interreligioso de cargos políticos, personal de la administración y funcionarios de carrera, mostraba una pancarta en la que se leía: «Presidente Biden, su personal exige un alto el fuego», y lo que parecían ser velas dispuestas para deletrear «alto el fuego».
El grupo se situó frente a la Casa Blanca, ocultando sus rostros tras máscaras, gafas, gorros, sudaderas con capucha, bufandas normales y bufandas keffiyeh palestinas -una bufanda a cuadros blancos y negros que se ha convertido en símbolo de la causa palestina.
Entre sus demandas figuraban que el presidente Joe Biden y los miembros del Gabinete exigieran un alto el fuego y una desescalada del conflicto; la liberación de los rehenes, aunque su declaración no mencionaba a Hamás; el «restablecimiento del suministro de agua, combustible, electricidad» y otros servicios; y ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
«El pueblo estadounidense y respetadas instituciones como las Naciones Unidas están pidiendo un alto el fuego, pero esta administración aún no ha escuchado», reza su declaración. «Exigimos al presidente Biden y a los miembros del Gabinete que hablen: pidan un alto el fuego permanente, la liberación de todos los rehenes y una desescalada inmediata ya».
Josh Paul, ex funcionario del Departamento de Estado que dimitió a mediados de octubre por su oposición a la gestión del conflicto por parte de la administración, hizo una declaración en nombre del grupo que se congregó frente a la Casa Blanca. La declaración fue compartida por un corresponsal senior de la NBC en la Casa Blanca en X.
Paul expresó el horror del grupo tanto por el atropello del grupo terrorista Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel como por «la respuesta desproporcionada del gobierno israelí». Acusaron al ejército israelí de matar «indiscriminadamente» a «miles de civiles palestinos inocentes en Gaza y desplazar a más de un millón».
Más de 800 miembros del grupo han firmado una carta dirigida al presidente, al vicepresidente y a los miembros del gabinete exigiendo un alto el fuego y una desescalada.
Más de 18,000 civiles han muerto durante la actual campaña militar de Israel, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás, que no distingue entre civiles y terroristas de Hamás. El conflicto de Israel tiene como objetivo destruir a Hamás tras su ataque del 7 de octubre, en el que murieron más de 1200 israelíes y 240 personas fueron tomadas como rehenes, 100 de las cuales fueron liberadas durante una tregua de siete días.
«El alto el fuego temporal terminó hace 13 días, y hemos asistido horrorizados a la plena reanudación de los asesinatos, desplazamientos y bombardeos de civiles palestinos en Gaza. Una pausa temporal de esta violencia nunca fue suficiente. Debemos actuar con urgencia para salvar tantas vidas como sea posible y lograr un acuerdo de alto el fuego inmediato y permanente y la devolución de todos los rehenes», reza su declaración.
La acción del grupo se produce un día después de que la Asamblea General de las Naciones Unidas votara a favor de una resolución que insta a un alto el fuego después de que el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, invocara el artículo 99 de la Carta de la ONU, reservado a las crisis que amenazan la paz y la seguridad internacionales, para obligar al Consejo de Seguridad a abordar el conflicto entre Israel y Hamás.
Antes de la votación de la Asamblea General de la ONU, el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, subrayó la postura del país de que un alto el fuego solo es posible si Hamás libera a los 240 rehenes capturados durante su ataque del 7 de octubre.
«Diga a Hamás que deponga las armas, se entregue y devuelva a nuestros rehenes», dijo Erdan en la sala de las Naciones Unidas el martes. «Esto traerá un alto el fuego completo que durará para siempre».
Un alto el fuego antes de que se cumpla esta condición solo significaría «la supervivencia de Hamás», según Erdan, que subrayó que el grupo terrorista está «comprometido con la aniquilación de Israel y de los judíos.»
«Hamás violó a mujeres, cometió atroces actos de violencia sexual, tomó como rehenes a mujeres y niñas, y no sólo se niega a liberarlas, sino que también rechaza el acceso de la Cruz Roja a ellas», dijo Erdan.
«No hay crímenes de guerra más atroces que las atrocidades cometidas por Hamás, y quienes apoyan esta resolución están dando carta blanca a los terroristas», añadió.
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