Elmer Yuen, un empresario y comentarista político de Hong Kong, dijo de que demandará a la RPC (República Popular China) en la corte suprema del Reino Unido, por violar la Declaración Conjunta Sino-Británica.
«[El Partido Comunista Chino (PCCh)] dijo que era un «documento histórico«, y rompió la Declaración Conjunta Sino-Británica al aprobar la ley de seguridad nacional», dijo Yuen a The Epoch Times en un mitin anti-PCCh frente a la embajada china en Londres.
«Si rompes un contrato, ese contrato debe ser (…) declarado nulo y sin efecto», dijo Yuen a NTD.
El empresario dijo que la soberanía sobre Hong Kong, como resultado de la violación de la declaración por el régimen comunista chino, debía ser devuelta al Reino Unido.
«El gobierno británico sigue durmiendo”
Mientras elogiaba el sistema judicial independiente del Reino Unido, Yuen criticó la ingenuidad del gobierno británico respecto al PCCh.
«El gobierno británico sigue durmiendo», dijo. «Todavía piensan que el PCCh está [dirigiendo] un país. ¡No! Es una organización criminal. Toda China [está dirigida por] una organización criminal».
Yuen dijo que hacer tratos con el PCCh es como tratar con la mafia.
«¿Cómo se puede pensar que el PCCh cumplirá el contrato?» dijo. «¡Eso es imposible!».
Sobre la imposición de la Ley de Seguridad Nacional en Hong Kong por parte de Beijing, él dijo que es «una broma, una gran broma», que el Reino Unido «todavía crea en ‘un país, dos sistemas’, la ‘Declaración Conjunta Sino-Británica’ y la ‘Ley Básica'», dijo Yuen.
«Donald Trump entiende que la situación actual no es ‘un país, dos sistemas’ sino ‘un país, un sistema’, lo cual significa que Hong Kong y Shanghai son lo mismo».
Yuen ha hablado repetidamente de cómo China no está funcionando como un país.
«El país es una fachada; el gobierno es una fachada. Cada funcionario del gobierno, incluso el primer ministro, tiene un miembro del partido detrás de él, el cual es Xi Jinping, moviendo los hilos», dijo durante un seminario online el 20 de julio.
En el mismo seminario online, el abogado canadiense de derechos humanos David Matas hizo la misma observación.
«La relación entre el Partido Comunista Chino y el estado chino no se parece a nada de lo que vemos en los países democráticos. Los funcionarios del estado son títeres. Es el Partido el que mueve los hilos», dijo Matas.
La capital británica es utilizada como rehén
Cuando se le preguntó por qué pensaba que el gobierno británico no ha sido más duro con el régimen chino, Yuen dijo que el gobierno británico tiene miedo de perder sus intereses económicos.
«El ferrocarril de alta velocidad, la planta de energía nuclear, y también hablaron sobre una fábrica de chips (…) todos son intereses económicos. Todo el mundo piensa que es lucrativo [hacer negocios con China]».
Yuen, quien ha estado haciendo negocios en China desde la década de 1980, dijo que no es realmente lucrativo.
«¡Es una farsa! ¿Quién hizo dinero?, Ningún país se benefició de hacer negocios con China», dijo. «Se puede pensar que Alemania ganó dinero. Alemania está ahora atrapada allí y no puede salir por sí misma».
Yuen dijo que es debido a los negocios que el gobierno británico siente que no puede hacer nada.
«Así que ahora no se atreven a sancionar [al PCCh] porque tienen que pensar en sus propios intereses. Jardine Matheson y Swire Group son ambas compañías británicas, HSBC y Cathay Pacific, etc. ¿Qué hacen entonces? Ahora son rehenes del PCCh».
HSBC y Cathay Pacific han sido duramente criticadas por «inclinarse» ante la presión del PCCh.
El secretario de Estado de EE. UU. Mike Pompeo ha criticado a HSBC por ponerse del lado de Beijing en su supresión de la libertad de los ciudadanos de Hong Kong, manteniendo las cuentas bancarias de personas que fueron «sancionadas» por negar la libertad a los hongkoneses, y presuntamente negando a los ejecutivos del periódico prodemocracia Next Media, con sede en Hong Kong, el acceso a sus cuentas bancarias personales y tarjetas de crédito.
El bloqueo del acceso a las cuentas de HSBC fue solo un ejemplo de la intimidación de China hacia los “amigos de Estados Unidos en el Reino Unido», dijo Pompeo.
Los manifestantes denunciaron a Cathay Pacific Airways, otra compañía británica, por ceder ante la presión de Beijing de despedir a su tripulación por participar o apoyar las manifestaciones contra la invasión del régimen comunista.
La compañía china Ping An Insurance aumentó la semana pasada su participación en HSBC, inyectando más capital chino en el prestamista británico.
Cuando se le preguntó si el gobierno británico todavía puede proteger a las empresas británicas en Hong Kong, Yuen no fue optimista.
«Por supuesto que no», dijo. «¿Qué se puede hacer cuando estás atrapado con la mafia?»
Yuen ha pasado los últimos tres meses presionando a los políticos estadounidenses para que designen al PCCh como una organización criminal, utilizando la Ley para Organizaciones Corruptas y Estafadoras (RICO), una ley federal de 1970 en Estados Unidos que apunta específicamente al crimen organizado, para presentar cargos contra los jefes y los actores clave de cada una de las «familias».
El empresario dijo que no va a presionar a los parlamentarios de Reino Unido, porque no cree que él pueda lograr «despertarlos».
Pero tampoco cree que le lleve mucho tiempo al Reino Unido cambiar su actitud.
«Cuando todas las empresas británicas de Hong Kong sean tomadas como rehenes y el continente empiece a comprar HSBC, el [Reino Unido] empezará a despertar. Parece que está a punto de despertar, no tardará mucho».
La manifestación a la que asistió Yuen es una de las varias manifestaciones anti-PCCh que se celebraron en el Reino Unido el 1 de octubre, un día que el PCCh llama Día Nacional de la República Popular China y lo que muchos disidentes llaman el día de la conmemoración.
«Ese es el día del juicio final [del PCCh]», dijo Yuen.
Con información de Stacey Tong de la edición de Hong Kong del Epoch Times, Jane Werrell de NTD, y los reporteros de The Epoch Times Mary Clark, Jeremy Sandberg y Bonnie Evans.
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