Bajo el creciente escrutinio en los mercados de capitales de EE.UU., una serie de importantes empresas chinas buscan cotizaciones secundarias en Hong Kong.
La semana pasada surgieron informes de los medios de comunicación de que dos empresas tecnológicas chinas, la compañía de juegos y entretenimiento online NetEase y el gigante del comercio electrónico JD.com, están tratando de vender acciones en Hong Kong a finales de este año.
El apuro hacia Hong Kong ha sido impulsado por las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, que han puesto bajo presión a muchas empresas chinas que cotizan en Estados Unidos, dijeron los analistas.
Los recientes escándalos financieros que involucran a las compañías chinas Luckin Coffee e iQiyi, Inc. han aumentado aún más la desconfianza entre los inversores estadounidenses hacia las acciones chinas.
Mudarse más cerca a casa
El grupo tecnológico chino NetEase, que actualmente cotiza en el Nasdaq, se convertirá en la próxima gran empresa continental en vender sus acciones en Hong Kong, informó Reuters el 5 de mayo.
La compañía con sede en Hangzhou podría intentar recaudar hasta USD 2000 millones en la venta de Hong Kong. Tiene una capitalización de mercado de USD 42,500 millones, según Refinitiv.
La decisión de NetEase de llevar a cabo una cotización secundaria sigue un movimiento similar de JD.com, una empresa china de comercio electrónico, que tiene como objetivo recaudar hasta USD 3000 millones en un acuerdo que podría ocurrir tan pronto como junio, según Reuters.
Varias empresas chinas han estado explorando cotizaciones secundarias en Hong Kong luego de que Alibaba Group Holding recaudara USD 13,000 millones en su venta de acciones secundarias en 2019, según un informe de Bloomberg.
A principios de este año, los medios de comunicación también informaron que el motor de búsqueda chino Baidu y el gigante de viajes online Ctrip estaban en conversaciones con los bancos sobre cotizaciones secundarias en Hong Kong.
Fraude expuesto
Las compañías chinas que cotizan en las bolsas de valores de Estados Unidos han estado bajo presión para abrir sus libros de auditoría a los reguladores estadounidenses. Pero el régimen chino impide que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) u otros reguladores estadounidenses examinen los documentos de trabajo de auditoría de las empresas chinas, diciendo que contienen «secretos de estado».
La falta de transparencia ha abierto la puerta al fraude financiero. A principios de abril, la marca china de bebidas Luckin Coffee admitió que su director de operaciones y otros expertos hicieron USD 310 millones en ventas en 2019. Las acciones de Luckin cayeron hasta un 82 por ciento en el comercio de EE.UU., poniendo en peligro los balances de Haitong Securities, Morgan Stanley y Credit Suisse, que prestó al CEO de Luckin USD 340 millones en función del valor de sus acciones.
El líder de transmisión de videos de China, iQiyi, apodado el «Netflix de China», también fue acusado recientemente de exagerar sus ingresos en 2019 por hasta USD 1900 millones.
En junio pasado, un grupo bipartidista de legisladores liderados por el senador Marco Rubio (R-Fla.) presentó proyectos de ley al Senado y a la Cámara de Representantes para obligar a las empresas chinas y a otras empresas extranjeras que cotizan en EE.UU. a cumplir con las regulaciones estadounidenses de divulgación financiera, o enfrentar su exclusión de la lista.
Reuters contribuyó a este informe.
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