En una conferencia de prensa semanal el miércoles por la mañana, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), criticó a los gigantes de las redes sociales como Twitter y Facebook por permitir contenido de la organización terrorista talibán en sus plataformas.
Un miembro de la audiencia preguntó sobre esta situación en medio de información de que se estaban compartiendo videos de mujeres golpeadas por terroristas talibanes en las plataformas. Esto se da mientras el grupo, que alguna vez fue una insurgencia menor en Afganistán, está tomando el control total del gobierno y del pueblo de la nación a raíz de la controvertida retirada de Estados Unidos del país.
Pelosi comenzó diciendo que estaba «preocupada por el contenido ofensivo en las plataformas incluso más que Afganistán».
Pelosi ha tenido preocupaciones similares durante mucho tiempo. Durante la presidencia de Donald Trump, Pelosi afirmó en un comunicado de prensa que el problema de las redes sociales no era, como había afirmado Trump, que usaran sus plataformas para censurar ciertos puntos de vista políticos; sino, Pelosi criticó el «fracaso total de las grandes empresas de Internet para combatir la propagación de la desinformación».
El miércoles, animó a las empresas de redes sociales a responder al contenido de los talibanes por ser «muy peligroso [e] inmediato en su impacto». Ella continuó: «Espero que reaccionen de manera responsable». Para lograr esta reacción responsable, dijo, «tenemos que increpar [a las empresas de redes sociales]».
Luego, la presidenta de la Cámara compartió sus propias experiencias en el país ahora controlado por terroristas, enfatizando la difícil situación de las mujeres y las niñas ahora que los talibanes se han apoderado, y la necesidad de que dicho contenido sea excluido de las plataformas de redes sociales.
Pelosi dijo que había estado un total de nueve veces. Mientras estuvo allí, dijo, ella y otros legisladores habían tenido dos preocupaciones principales. El primero de ellos fue reunirse y agradecer a las tropas estadounidenses en el país «como una cuestión de seguridad nacional». Ella continuó: “Pero siempre, siempre, siempre tuvimos como otra prioridad lo que estaba sucediendo con las mujeres y las niñas en Afganistán. Eso fue bipartidista, fue bicameral (…) fue [la] Casa Blanca y el Congreso».
Tras la toma del país por los talibanes, Pelosi compartió su preocupación por el bienestar de las niñas en el país. Dijo que “han pasado 20 años [que Estados Unidos ha tenido presencia en el país]… por lo que algunas de estas jóvenes no han conocido otra vida que [una en la que] pudieran ir a la escuela”.
Pelosi concluyó: «Brindaremos una luz muy brillante de transparencia sobre lo que está sucediendo allí para las niñas».
«Un arma de doble filo»
Luego hablo nuevamente sobre las plataformas online que permiten el contenido de los talibanes. «Las redes sociales son un arma de doble filo», comenzó, explicando que «tienen grandes cosas en términos de comunicación y el resto». Pero, continuó, «ha permitido que personas como QAnon se encuentren entre sí y se acerquen a dos millones de personas–gracias Facebook».
QAnon es una comunidad online de personas que creen que las personas dentro del estado y de la comunidad de inteligencia, que ellos llaman el «estado profundo», están trabajando en contra de los intereses de la gente común y que Trump lideró una facción durante su presidencia para combatir estos grupos.
En 2020, después de duras críticas contra el grupo, Twitter eliminó el contenido de QAnon en la plataforma. Después de esta controversia, dijo Pelosi, las empresas de redes sociales «deberían saber mejor lo que está sucediendo en Afganistán».
Los comentarios de Pelosi se suman a un coro de debates partidistas sobre el papel que deben desempeñar las empresas de redes sociales en la vigilancia del discurso en sus plataformas.
Una crítica destacada se produjo en una carta (pdf) enviada al director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, por el representante Doug Lamborn (R-Colo.).
Lamborn comenzó por «expresar preocupaciones sobre el doble discurso y el sesgo potencial [de] los estándares de habla de Twitter». Citó como ejemplo de estos dobles discursos la decisión de la compañía de prohibir al entonces presidente de la plataforma el 8 de enero, pero luego permitió que los portavoces de los talibanes operaran en la plataforma.
También criticó a la compañía por no «verificar los hechos» de estos voceros talibanes, una práctica común durante la presidencia de Trump. «En mi revisión de estas cuentas», escribe Lamborn, «no encontré una sola verificación de hechos en ninguno de sus tweets, ni ninguna advertencia por contenido falso o engañoso».
Lamborn concluyó: “Está claro que Twitter tiene un sesgo político en sus algoritmos y un preocupante doble discurso. Espero una pronta respuesta sobre por qué un expresidente de los Estados Unidos está prohibido mientras que dos portavoces talibanes pueden quedarse”.
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