Múltiples servicios de reparto de comida presentaron el 5 de julio una demanda contra la ciudad de Nueva York para bloquear una nueva ley que establece salarios mínimos más elevados para los trabajadores de reparto de comida, incluidos los trabajadores de reparto a través de aplicaciones.
DoorDash y Grubhub presentaron una demanda conjunta contra la ciudad ante la Corte Suprema del Estado de Nueva York, mientras que Uber, la empresa matriz de Uber Eats, presentó su demanda por separado, al igual que Relay Delivery, con sede en Nueva York.
En su demanda conjunta (pdf), las plataformas de reparto de comida DoorDash y Grubhub calificaron la nueva ley de «ilegal, arbitraria y caprichosa», y afirmaron que se basaba en «datos de encuestas inherentemente sesgados y poco fiables» que perjudicarían a los repartidores en lugar de ayudarles.
En un comunicado, DoorDash afirmó que la ley es una «mala política», pero subrayó que ya ha abogado anteriormente por normas salariales mínimas en estados de todo el país.
En cambio, la empresa apuntó a la «dudosa metodología» que subyace al aumento salarial.
«En lugar de identificar a un grupo amplio de trabajadores de reparto para fundamentar sus conclusiones, el DCWP se limitó a extraerlas de la muestra más conveniente», afirmó la empresa. DCWP se refiere al Departamento de Protección de los Consumidores y Trabajadores.
«En lugar de presentar su cuestionario de forma reflexiva y sin prejuicios, el DCWP utilizó preguntas capciosas para empujar a los trabajadores a responder de la forma que quería la agencia. Y en lugar de analizar rigurosamente los datos, el DCWP optó por utilizar selectivamente la información que había recogido para confirmar lo que quería encontrar», añadió.
«No podemos permitir que este tipo de políticas entren en vigor sin hacer todo lo que esté en nuestra mano para defender a los clientes, a las empresas locales y a los propios trabajadores a los que esta norma pretende apoyar», afirmó DoorDash.
Uber y Relay Delivery, por su parte, argumentaron que el aumento del salario mínimo dejaría a las empresas fuera del negocio a menos que, a su vez, aumentaran las tarifas que cobran a los restaurantes.
«Toda la norma de la ciudad depende de la falsa suposición de que los restaurantes no ganan dinero con las entregas: debe detenerse antes de perjudicar a los restaurantes, a los consumidores y a los mensajeros a los que pretende proteger», afirmó en un comunicado Josh Gold, portavoz de Uber.
La Ley del Salario Mínimo de Nueva York explicada
Todos los servicios de reparto solicitan una orden de restricción temporal y un mandato judicial preliminar que impidan la aplicación de la norma del salario mínimo mientras se desarrolla el litigio.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, promulgó el mes pasado las normas sobre salario mínimo para los conductores de reparto.
Según las nuevas normas, las aplicaciones de reparto que sólo pagan por el tiempo de viaje (el tiempo que transcurre desde que se acepta una oferta de reparto hasta que se entrega) deben pagar a los conductores unos 0.50 dólares por minuto de cada tiempo de viaje en 2023, sin incluir las propinas.
Las aplicaciones que pagan a los trabajadores por todo el tiempo que un trabajador está conectado a la aplicación (el tiempo de espera de las ofertas de viaje y el tiempo de viaje) deben pagar al menos USD 17.96 por hora en 2023, lo que equivale aproximadamente a USD 0.30 por minuto, sin incluir las propinas, a partir del 12 de julio.
Después aumentará a USD 19.96 a partir de abril de 2025.
Las empresas pueden decidir si quieren pagar a los repartidores por viaje, por hora trabajada o mediante otra política creada por la empresa, pero deben cumplir el salario mínimo.
El salario también se ajustará anualmente a la inflación, según la ciudad.
Los repartidores de comida a domicilio de Nueva York ganan actualmente un promedio de 7.09 dólares por hora, y hay más de 60,000 trabajadores de este tipo en la ciudad, según el alcalde Adams.
Cuando firmó las nuevas normas, el alcalde Adams dijo que las nuevas tarifas salariales «garantizarán que estos trabajadores y sus familias puedan ganarse la vida, acceder a una mayor estabilidad económica y contribuirán a que la legendaria industria de la restauración de nuestra ciudad siga prosperando».
Las demandas «no son una sorpresa»
Sin embargo, los servicios de reparto, que pagan a los conductores un salario base por cada viaje más una propina —una cantidad variable elegida por el cliente— alegan que no emplean a sus conductores, que son considerados contratistas independientes, lo que significa que no se les deben aplicar las leyes ordinarias sobre salario mínimo.
Además, las empresas de reparto temen que compensar a los trabajadores por el tiempo que pasen conectados a la aplicación pueda dar lugar a que varias aplicaciones paguen a un conductor por las mismas horas, ya que los conductores de reparto suelen estar activos en varias aplicaciones al mismo tiempo.
El interventor municipal Brad Lander, uno de los principales promotores de la ley salarial, arremetió contra las empresas y sus demandas en una declaración el jueves.
«No es de extrañar que Grubhub, DoorDash y Uber quieran sacar hasta el último céntimo de los repartidores de cuyo trabajo dependen: ése es el modelo de negocio gig. Tampoco reciben prestaciones por un trabajo que implica sortear el tráfico de Nueva York —a menudo con mal tiempo— subir escaleras de apartamentos y tratar con clientes hambrientos, entre otros peligros», declaró el Sr. Lander al New York Daily News.
En septiembre de 2021, DoorDash, GrubHub y Portier demandaron a la ciudad de Nueva York por limitar la cantidad que pueden cobrar a los restaurantes.
«Las empresas gig han demandado a la ciudad de Nueva York en repetidas ocasiones: para bloquear los requisitos de accesibilidad para las personas con discapacidad, para reducir el tiempo de crucero y para impedir el requisito de salario mínimo para los conductores temporales que se convirtió en ley en 2019. Pero la ley de la ciudad de Nueva York sobre el salario mínimo de los conductores temporales beneficia a los conductores sin perjudicar a los usuarios, y la ley sobre el salario mínimo de los repartidores funcionará tal como está previsto», dijo el Sr. Lander.
En una declaración separada a The Wall Street Journal, el DCWP, que redactó la ley, dijo: «Los trabajadores de reparto, como todos los trabajadores, merecen un salario justo por su trabajo, y nos decepciona que Uber, DoorDash, GrubHub y Relay no estén de acuerdo».
«Estos trabajadores afrontan tormentas, calores extremos y arriesgan sus vidas para repartir a los neoyorquinos, y nosotros seguimos comprometidos a hacer algo por ellos», continuó el departamento. «El salario mínimo ayudará a sacar de la pobreza a miles de neoyorquinos trabajadores y a sus familias».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Grubhub y Relay Delivery para obtener más comentarios.
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