A través de su avance en materia de guerra política, dentro de 15 años la China comunista obtendría la capacidad de enviar fuerzas militares a cualquier parte del mundo, dijo Rick Fisher, uno de los principales expertos sobre el Partido Comunista Chino (PCCh) y sus agendas militares.
El objetivo del PCCh es lograr la supremacía mundial «y todo lo que puedo decir observándolos durante los últimos 20 años es que están haciendo un progreso constante», dijo Fisher, un alto miembro del Centro Internacional de Evaluación y Estrategia, en el programa Crossroads de The Epoch Times.
El PCCh creó dentro del sector empresarial estadounidense «una falange de aliados desde el comienzo de la normalización de las relaciones en la década de 1970», dijo Fisher, y ellos ayudaron al PCCh a promover sus intereses dentro del Congreso y el gobierno estadounidense. Esta es una forma de la guerra política del PCCh, explicó.
La política estadounidense hacia China cambió solo recientemente debido al exceso de alcance del PCCh, dijo Fisher. El robo de tecnología por parte del PCCh puso por ejemplo, a las empresas estadounidenses fuera del negocio.
Otra forma de guerra política china es la «propaganda generalizada» para impulsar su agenda 24 horas al día y siete días a la semana, que utiliza la televisión, los medios impresos, las redes informáticas y las aplicaciones móviles, dijo Fisher.
La guerra cibernética llevada a cabo por empresas chinas que dominan el mercado de componentes informáticos y de telecomunicaciones, como Huawei, también forma parte de la guerra política, añadió.
Estas compañías tratan de tomar el control de las redes 5G de otros países y, en el futuro, de las redes 6G. El propósito no es solo recoger datos sobre la población mundial, sino principalmente dar a la inteligencia china «un acceso mucho mayor a la infraestructura electrónica mundial», como los semáforos y la red de energía eléctrica.
Aunque empresas como Huawei son oficialmente privadas «no hay empresas privadas en China, [ya que] cada empresa tiene al menos una célula del partido comunista que opera en esa empresa», explicó Fisher. Incluso si una empresa tiene solo cuatro miembros, dos o tres de ellos formarán una célula del PCCh, dijo.
En las empresas la célula del PCCh «toma decisiones, ejerce el liderazgo y hace demandas a esa empresa».
Según Fisher, obtener el control de la infraestructura de otros países permitiría al régimen chino atacar o invadir un país. Si China pudiera apagar todos los semáforos y todas las plantas de energía de un país, sería mucho más fácil conquistar ese país, dijo Fisher y agregó que tales tácticas no se limitarían a los países fronterizos con China, sino que podrían aplicarse a cualquier país del mundo.
«Dentro de 15 años, China tendrá la capacidad de enviar marines o fuerzas armadas aéreas a cualquier país de la tierra en un día o dos», dijo Fisher.
En 2006, el Departamento de Estado de EE.UU., prohibió las computadoras fabricadas por la empresa china Lenovo en las redes clasificadas, debido a preocupaciones de seguridad nacional.
El «gobierno de Estados Unidos descubrió y decidió que las computadoras de Lenovo contenían puertas traseras y programas espía que permitirían a los servicios de inteligencia chinos explotar cualquier acceso que tuvieran a las redes informáticas clasificadas de Estados Unidos», dijo Fisher.
«Si una máquina de votos tuviera componentes chinos», también sería una preocupación real. Es al menos posible en teoría que un mal actor pueda ir a esa máquina de votación, insertar un programa que afecte el conteo de votos a favor de un amigo de China».
«Si la máquina estuviera conectada a una red, entonces la tarea de obtener el acceso de los chinos u otros actores sería asistida por el conocimiento de puertas traseras u otras puertas relacionadas con el programa que se incorporaría en el hardware chino instalado en la máquina», dijo Fisher.
Los teléfonos celulares, el hardware de las computadoras, los chips de las computadoras y las pantallas de las computadoras hechas en China pueden estar equipados con puertas traseras que «pueden entonces acceder a otras partes de una computadora o teléfono», dijo Fisher. «Esa es una política china bien establecida; es promovida por el Partido [Comunista Chino], es promovida por el Ejército de Liberación Popular [chino]; es el deber patriótico de las empresas chinas seguir las órdenes de los órganos militares y de inteligencia para crear puertas traseras siempre que sea posible».
Los vendedores de sistemas de votación estadounidenses usan algunos componentes que vienen de China. Durante una audiencia en el Congreso en enero, el CEO de Election Systems & Software (ES&S) dijo que «uno de los nueve dispositivos lógicos programables» que utilizan proviene de una empresa estadounidense que produce este componente en su fábrica en China.
En esa audiencia el director general de Dominion Voting Systems dijo que su compañía utiliza en sus productos componentes de China como pantallas de vidrio o componentes de chips como condensadores y resistencias. Los sistemas de votación de Hart InterCivic también contienen condensadores y resistencias de China, dijo su director general.
Ambiciones del PCCh hacia la supremacía
Australia fue amenazada por el régimen chino en abril después de que el país impulsara una investigación internacional sobre el origen y la manipulación del brote del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) en Wuhan. El embajador de China, Cheng Jingye, dijo en ese momento que el «público chino» podría boicotear los productos y las universidades australianas si Australia investiga el origen del virus.
«Australia ofrece un ejemplo y aliento al resto del mundo de que defender a su país de los depredadores del Partido Comunista Chino es un trabajo que mejor se debe hacer ahora y no en 10 o 15 años, cuando China puede invadirlo a uno desde el aire o desde el mar», dijo Fisher.
El PCCh realmente cree que está en una posición de poder y no duda en castigar a sus críticos y en violar la soberanía de cualquier otro país que lo enoje, añadió. «Australia fue un blanco muy visible para la ira del Partido Comunista Chino».
«Si alguna vez [el PCCh] logra un poder o una fuerza económica suficientemente mayor que la de Estados Unidos, tratará a Estados Unidos de la misma manera que está tratando a Australia», concluyó.
Con información de Caden Pearson
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