Los responsables de la industria de la chatarra afirman que Estados Unidos necesita una solución universal al robo de catalizadores, porque un conjunto desigual de leyes está permitiendo que siga existiendo el mercado negro.
Billy Johnson, jefe de grupos de presión de Institute of Scrap Recycling Industry (ISRI), dijo que tiene que haber una solución federal a los robos de catalizadores porque los ladrones aprovechan las lagunas creadas por el hecho de que cada estado tenga sus propias leyes.
«Lo que ocurre en un sistema de mosaico, en el que un estado tiene una ley y otro no tiene ninguna o tiene una ley diferente, es que los ladrones saben cómo manejar y manipular las diferencias», declaró el Sr. Johnson a The Epoch Times el 7 de julio.
El Sr. Johnson dijo que su organización ha sugerido cambios en algunos proyectos de ley del Senado estadounidense, como añadir una disposición sobre un registro nacional, pero no ha recibido una respuesta definitiva. El Sr. Johnson dijo que el ISRI seguirá abogando por estos cambios porque no basta con que algunos estados tengan un registro de catalizadores y otros no.
El ISRI representa a más de 1500 empresas de reciclaje de chatarra en Estados Unidos y 40 países de todo el mundo. Proporcionan formación en defensa, educación, seguridad y cumplimiento a sus miembros y promueven la concienciación pública sobre el papel vital que desempeñan los materiales reciclados en la economía estadounidense.
Virginia
A partir del 1 de julio, en Virginia es delito vender un catalizador sin prueba de propiedad legal, quedando exentos los empleados del sector de reparación de automóviles.
Cualquier otra persona a la que se encuentre en posesión de un catalizador que no tenga documentación que acredite su procedencia o no facilite la identidad de quien le vendió la pieza podrá ser acusada de un delito grave de clase 6 y enfrentarse a penas de entre uno y cinco años de prisión.
La ley HB 2372 fue aprobada por unanimidad en el Senado del estado y por mayoría de dos tercios en la Cámara de Virginia para ayudar a frenar el aumento de los robos de catalizadores.
«Hasta el 24 de junio, el Departamento de Policía de Richmond [RPD] ha recibido informes de 133 convertidores robados en 2023. Aunque esa cifra tiende a la baja respecto a los dos años anteriores, sigue siendo un problema que se produce en toda la ciudad», dijo un portavoz del RPD a The Epoch Times en un correo electrónico.
El RPD colabora con la industria automovilística local para rotular los catalizadores como medida de prevención de robos, dijo el portavoz.
«Con una simple reserva, los automovilistas pueden llamar a Midas of Richmond y hacer que pinten el catalizador de colores brillantes para disuadir la reventa en caso de robo, y todo gratis», dijo el portavoz.
El Departamento de Policía del Condado de Arlington, en el norte de Virginia, dijo que ha registrado 310 robos de catalizadores desde enero de 2021 hasta la actualidad, y cada caso se entrega a la Unidad de Delitos contra la Propiedad, que investiga el robo.
Amir Guirguis, gerente de un taller de reparación de automóviles Shell en el norte de Virginia, dijo que en su negocio han aumentado los robos de catalizadores, y que las solicitudes de sustitución han aumentado respecto al año pasado. En su taller se produjeron unos cuatro robos en 2022, pero este año hasta ahora ha habido 15.
Es una reparación que lleva mucho tiempo y es muy costosa, porque el ladrón no sólo corta el catalizador, sino que daña el silenciador y el tubo que va al motor, dijo el Sr. Guirguis.
«No sólo dañan el catalizador, sino tres piezas, que hay que sustituir», dijo el Sr. Guirguis a The Epoch Times. El catalizador tiene que ser nuevo y normalmente se encarga directamente al concesionario donde se compró el coche, con un coste de unos 1000 dólares o más, dijo.
«Aunque un catalizador puede desmontarse en unos minutos, para los propietarios de vehículos el coste es mucho mayor que el de las piezas de recambio. Las víctimas deben encontrar un medio de transporte alternativo, programar las reparaciones necesarias y, como consecuencia, pueden perder su trabajo», declaró en un comunicado de prensa David J. Glawe, presidente y director general de la Oficina Nacional de Delitos de Seguros (NICB, por sus siglas en inglés).
Un catalizador es una pequeña pieza similar a un bote situada entre el motor y el silenciador, que reduce las emisiones nocivas. Dentro del convertidor hay materiales raros como el platino, el paladio y el rodio, que reaccionan con los gases de escape del motor para convertir contaminantes como el óxido de nitrógeno, el monóxido de carbono y los hidrocarburos en contaminantes menos nocivos: nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono y vapor de agua.
Los metales raros son la razón por la que los ladrones roban los convertidores, y actualmente el rodio es más valioso que el oro. De hecho, hay cantidades finitas de estos tres metales en Estados Unidos, dijo Johnson, y aunque los precios suben y bajan igual que el oro, siempre son valiosos.
Estados con leyes más estrictas
En 32 estados se han aplicado leyes más estrictas para frenar la oleada de robos, y en 2023 se estudiarán más proyectos de ley. El ISRI ha asesorado a muchos estados en la redacción de sus leyes de prevención de robos de catalizadores, afirma Todd Foreman, director de Difusión de la Aplicación de la Ley de la organización. Una de las disposiciones clave de cualquier proyecto de ley debe incluir directrices claras sobre quién puede estar en posesión de un catalizador y cómo puede demostrar que lo ha comprado legalmente.
Texas, Arizona, Carolina del Sur, Connecticut, Nueva York, California, Rhode Island y Oregón exigen una documentación detallada de las ventas de catalizadores, que incluya una prueba de propiedad, el número de identificación del vehículo (VIN) del vehículo del que se extrajo la pieza, el domicilio del vendedor y su permiso de conducir.
Más jurisdicciones, como Maine, exigen que los vendedores de coches nuevos y usados graben el VIN en el convertidor. Un programa piloto de Minnesota graba gratuitamente la información identificativa en los catalizadores de los 15 vehículos más buscados.
Ahora es delito robar catalizadores en Texas, Virginia y Carolina del Norte.
Nueva York, California y Colorado han endurecido sus leyes de reventa, que exigen que los coches más nuevos sólo sustituyan los catalizadores robados por piezas del fabricante de equipos originales (OEM) fabricadas por la empresa automovilística. Las piezas de recambio las fabrica otra empresa y están hechas para ser compatibles con muchas marcas y modelos.
Edward Sandul, director de YS Operations, una gran empresa de reciclaje de catalizadores del estado de Nueva York, dijo a The Epoch Times que los catalizadores usados no son legales en su estado porque no cumplen las normas sobre emisiones.
Su empresa ha observado un menor índice de convertidores robados desde que Nueva York endureció sus normas. YS Operations exige una prueba de propiedad y graba en video la transacción, dijo el Sr. Sandul.
CARB frente a la EPA
Colorado y Nueva York han adoptado las normas californianas para la sustitución del catalizador, y Nueva York exige que la instalación se realice en el mismo lugar que la del fabricante del coche; el tipo de catalizador debe ser el mismo que el original; y el conductor debe obtener del instalador una tarjeta de información sobre la garantía. Estos tres estados siguen las normas de emisiones de la Junta de Recursos del Aire de California (CARB).
La CARB es responsable de regular las emisiones de los vehículos y tiene algunas de las normas sobre catalizadores más estrictas de Estados Unidos.
La normativa de la CARB sobre catalizadores exige que los catalizadores posventa cumplan las mismas normas de emisiones que los catalizadores OEM, y los catalizadores homologados llevan una etiqueta con un número de orden específico. Manipular o retirar los catalizadores es ilegal y conlleva sanciones estrictas.
Sin embargo, la mayoría de los estados siguen las normas de emisiones de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés).
En 1986, la EPA esbozó un conjunto de leyes relativas a la sustitución de los catalizadores. Según estas normas, tu catalizador debe estar en el mismo lugar que el original; ser del mismo tipo que el original; ser el modelo correcto para tu vehículo; y estar instalado correctamente y acompañado de la garantía del instalador.
Todos los estados exigen un catalizador que cumpla las normas CARB o EPA sobre emisiones, e infringir esta norma puede acarrear multas de hasta 10,000 dólares.
Cifras nacionales de robos
Un informe de la NICB muestra un aumento de los robos de catalizadores en todo Estados Unidos. En total, el país sufrió más de 64,000 robos de catalizadores en 2022, de los cuales 32,000 se produjeron en California y Texas el año pasado. Sin embargo, Carfax cifra el número real de robos en 153,000.
La NICB declaró a The Epoch Times que se ha producido una tendencia al alza de los robos de catalizadores basándose en los datos de los seguros de los últimos tres años.
«Según las reclamaciones al seguro, los robos de catalizadores aumentaron significativamente entre 2020 y 2022. Las reclamaciones al seguro por estos robos aumentaron de 16,660 reclamaciones en 2020 a 64,701 en 2022», dijo Joe Brenckle, director de asuntos públicos de la NICB, a The Epoch Times en una declaración enviada por correo electrónico.
Además, los datos de la aseguradora Allstate muestran que las sustituciones de catalizadores entre sus clientes aumentaron un 1155% a nivel nacional entre 2019 y 2022.
Se necesita una solución federal
El ISRI ha propuesto tres estrategias para combatir estos robos. Recomiendan exigir que todos los conversores estén marcados con el número de bastidor y registrarlos en una base de datos nacional. Instan a restringir quién puede poseer legalmente convertidores y sus componentes clave, y exigen a los compradores que lleven registros detallados para documentar cada paso de la compra.
A medida que aumentaba el número de robos, se hacía más evidente la falta de un número identificativo en el catalizador que lo vinculara al número de bastidor específico.
El ISRI afirmó que el objetivo de la legislación federal debería ser eliminar los puntos de entrada de los productos robados en el mercado negro y, en última instancia, acabar con los robos de catalizadores.
El senador Bob Menendez (D-N.J.) ha redactado recientemente la Ley del Grupo de Trabajo contra el Robo de Catalizadores, cuyo objetivo es crear un grupo de trabajo interinstitucional dirigido por el Departamento de Justicia y el Departamento de Transporte, e incluir a representantes de las fuerzas policiales estatales y locales.
El grupo de trabajo federal evaluaría las leyes, normativas y prácticas y recursos policiales existentes en relación con los índices crecientes de robos de catalizadores y haría recomendaciones al Congreso sobre cómo poner fin a los robos.
Robert Julien, portavoz del Sr. Menendez, dijo a The Epoch Times que el senador es optimista respecto a que el proyecto de ley obtenga apoyo bipartidista.
A finales de 2022, la senadora Amy Klobuchar (D-Minn.) presentó la Ley de Prevención del Robo en el Reciclaje de Automóviles (PART), para combatir el aumento de los robos de catalizadores, que también se encuentra en las primeras fases del proceso legislativo.
La Ley PART exigiría que los vehículos nuevos llevaran un número de bastidor estampado en el convertidor, crearía un programa de subvenciones para pagar el estampado de los números de bastidor y codificaría estos robos como delitos penales.
«Si alguien que va a robar un catalizador se desliza por debajo del coche y ve que está marcado con el número de serie, no podrá robarlo», dijo el Sr. Johnson a The Epoch Times durante una entrevista el 7 de julio.
Pero para que el proyecto de ley de Klobuchar fuera más eficaz, necesitaría una disposición que obligara a inscribir en una base de datos o registro nacional a cualquiera que compre CC, dijo Johnson.
Los miembros del ISRI procesan el CC y lo venden a los fundidores, que luego funden los catalizadores y extraen los metales preciosos que se utilizan en otros productos, como las baterías de los vehículos eléctricos y las protecciones de la red, y que serán importantes para ayudar a cumplir los objetivos de la administración Biden para 2030 en materia de vehículos eléctricos, dijo Johnson.
«Si esto no ocurre, los catalizadores se empaquetarán y se enviarán al extranjero y nunca volveremos a ver ese material», dijo Johnson del ISRI.
Detener el robo de catalizadores ayudará a los miembros del ISRI a seguir procesando suficientes catalizadores para mantener el suministro de este metal precioso en Estados Unidos.
El proyecto de ley de la Sra. Klobuchar, en su versión actual, no comprende ni protege todo el proceso, desde la recogida hasta la venta, pasando por la fundición y la fabricación de nuevas baterías para vehículos eléctricos, dijo el Sr. Johnson.
El otro problema de la Ley PACT es que no prohíbe completamente la reventa de catalizadores, dijo el Sr. Johnson.
«No quieres que los catalizadores se revendan. Quieren que vengan a nosotros y que nosotros los destruyamos. [De lo contrario] si se pueden revender, se crea todo un mercado negro secundario para ellos», dijo el Sr. Johnson.
Mientras tanto, el ISRI tiene un programa establecido en colaboración con las fuerzas de seguridad locales llamado alerta de robo de chatarra, que envía alertas electrónicas en un radio de 100 millas del robo.
«Creo que hemos recuperado bienes por valor de unos 3500 millones de dólares con el sistema de alerta», dijo el director de Alcance de la Aplicación de la Ley, Sr. Foreman.
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