Los no ciudadanos, incluyendo los legales e ilegales, usan casi el doble de asistencia social que los estadounidenses nativos, según un estudio.
De los hogares encabezados por personas que no son ciudadanas, el 63 por ciento cuenta con algún tipo de programa de asistencia social, en comparación con el 35 por ciento de las casas encabezadas por estadounidenses nativos, dijo el Centro de Estudios de Inmigración, citando la Encuesta de Ingresos y Participación en Programas de la Oficina del Censo de Estados Unidos en 2014.
De los no ciudadanos que figuran en los datos de la Oficina del Censo, cerca de la mitad se encuentran en el país de forma ilegal. Los no ciudadanos también incluyen visitantes temporales de largo plazo, tales como estudiantes, residentes permanentes que no han sido naturalizados, o titulares de la tarjeta verde.
Los hogares de no ciudadanos tienen un uso mucho más alto de los programas de bienestar alimenticio -45 por ciento en comparación con el 21 por ciento de los hogares de ciudadanos nativos- y de Medicaid, 50 por ciento frente a 23 por ciento para estos últimos.
Incluyendo el Crédito Tributario por Ingresos del Trabajo, el 31 por ciento de los hogares encabezados por personas no ciudadanas que reciben asistencia social en efectivo, en comparación con el 19 por ciento de los hogares encabezados por nativos estadounidenses; si no se incluye el crédito; entonces la asistencia social en efectivo entre los hogares no ciudadanos baja al 6 por ciento, en comparación con el 8 por ciento para la otra categoría.
Hay barreras que se supone que impiden que la mayoría de los nuevos inmigrantes legales, o titulares de la tarjeta verde, accedan a la mayoría de los programas de asistencia social, además de los inmigrantes ilegales y los visitantes temporales; pero hay una serie de maneras de eludir las barreras. Algunos estados proporcionan asistencia social a todas las categorías, mientras que los inmigrantes ilegales pueden obtener beneficios en nombre de sus hijos nacidos en Estados Unidos.
Entre los hogares de no ciudadanos que han estado en Estados Unidos por más de 10 años, el 70 por ciento utiliza uno o más programas de bienestar social, en comparación con el 50 por ciento de los hogares que han estado en el país por menos de 10 años.
Según el centro, «la razón principal por la que el uso del servicio de asistencia social es tan alto entre los no ciudadanos, es que una proporción mayor de los mismos tienen niveles modestos de educación y, como resultado, a menudo ganan salarios bajos y califican para el servicio de bienestar a tasas más altas que los nativos». De los hogares, el 58 por ciento están encabezados por alguien que no tiene más que una educación secundaria, en comparación con el 36 por ciento de los hogares nativos.
De los hogares no ciudadanos encabezados por alguien con un título universitario, solo el 28 por ciento utiliza la asistencia social.
«Usar los niveles de educación y los probables ingresos futuros para determinar la probabilidad de uso de la asistencia social entre los nuevos solicitantes de la tarjeta verde -y negar la residencia permanente a aquellos que probablemente utilicen tales programas- casi seguro que reduciría el uso de la asistencia social entre los futuros residentes permanentes», declaró el centro.
El estudio fue publicado en diciembre.
Llamó la atención después de que el presidente Donald Trump dijera el 11 de marzo que no quiere que los inmigrantes que vengan a Estados Unidos dependan de la asistencia social.
«No quiero que venga nadie por la asistencia social», dijo Trump a Breitbart News. «Tenemos un problema, porque tenemos políticos que no son fuertes, o tienen malas intenciones, o quieren conseguir votos, porque piensan que si vienen van a votar a los demócratas, ya sabes, en su mayor parte».
La contestación fue en respuesta a una pregunta de Breitbart que citaba el estudio.
Trump dijo que, a diferencia de él, los demócratas quieren que cualquier persona entre al país, independientemente de su nivel de educación o de su capacidad para mantenerse a sí mismo. Varios demócratas han dicho que están en contra del muro fronterizo y al mismo tiempo muchos recientemente votaron a favor de que se permita votar a los inmigrantes ilegales.
«Traen cualquier persona a este país y nosotros no lo permitiremos, pero debido al éxito económico que tenemos, algunos dicen: «yo soy culpable de eso -y eso es una buena culpa, no una mala culpa- pero es por el éxito del país y aquí se necesitan trabajadores», dijo Trump.
«Necesitas trabajadores. Usted tiene casas en Houston, y no consiguen gente que las construya, al igual que en muchos otros lugares. Pero por lo que ha pasado y por la gente que viene, quieren que entren y no les importa cómo entren».
El presidente añadió: «No me gusta la idea de que la gente entre y salga de la asistencia social durante 50 años, y eso es lo que quieren que se haga, y no es bueno».
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