En una pequeña localidad española que desde hace décadas es comunista, ahora 44 vecinos votaron por el fin de ese monopolio ideológico y decidieron votar por Vox, que fue la gran revelación en las elecciones autonómicas del pasado domingo.
«Yo he votado a Vox y más que teníamos que ser. Estoy harto de este régimen que tiene Gordillo en Marinaleda”, dijo unos de los votantes de Vox, según El Confidencial.
«A mí me ha dejado de hablar gente aquí por ser de Vox. Estoy harto de esto, no lo quiero para nadie», añadió.
Desde 1979, el sindicalista José Manuel Sánchez Gordillo es alcalde de Marinaleda (Sevilla), en el que es considerado el gran paraíso comunista de Andalucía.
El ‘soviet’ andaluz, como le dicen al gobierno del sindicalista José Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda, se llevó la sorpresa del voto en contra de su nefasta ideología comunista.
La agrupación Vox pasó de tener 3 votos en 2015 a alcanzar 44 papeletas.
En Marinaleda el pasado domingo, como sucedió en toda Andalucía, Vox sorprendió a todos, y logró 12 escaños para irrumpir con fuerza en el Parlamento andaluz al alzarse con 44 votos.
Pero que hayan votado de acuerdo con su voluntad no significó para ellos que quedaran absueltos del escrutinio y las amenazas de la izquierda del pueblo.
En los comentarios al ‘post’ de Facebook en el que Juan Manuel Sánchez Gordillo dio el escrutinio, algunos vecinos y usuarios de las redes amenazaron a los votantes: «Busca a los 44 que han votado a Vox y expulsarlos [sic] del pueblo», propuso uno. Un programa de La Sexta se desplazó para recoger comentarios de esos votantes.
La intolerancia que caracteriza a la izquierda se puso de manifiesto allí.
En esta localidad sevillana que tiene 2.600 habitantes, La Sexta, tratando de dar con esos vecinos que metieron en la urna la papeleta verde, preguntaron a varios habitantes del soviet de Gordillo su opinión sobre los resultados.
“¿Qué le parece que 44 personas del pueblo hayan votado a un partido como Vox?”, preguntó La Sexta según el diario local El Español.
“Yo no los voy a respetar. Lo siento, pero no los voy a respetar”, respondió uno de los vecinos.
A su vez en tan caldeado ambiente, la decisión del diario La Sexta de ubicar a los 44 votantes, fue cuestionada porque pondría en peligro a los propios votantes.
Hermann Tertsch así lo cuestionó: “La Sexta es ya absolutamente responsable de lo que pase a cualquier vecino de Marinaleda todos sometidos al terror de la banda comunista que gobierna desde hace décadas”, escribió en Twitter.
La agrupación Vox también criticó la conducta del diario.
🚨🚨🚨 Esto es lo más repugnante que un canal de tv ha hecho en España.
⚠ La Sexta sobrepasa todos los límites democráticos y los códigos deontológico del periodismo señalando dónde viven los votantes de VOX. Junto con Iglesias serán responsables de lo que les pueda ocurrir ⬇ https://t.co/Uxic1msmFa
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) 9 de diciembre de 2018
La cuenta oficial de Twitter de Vox publicó un texto que condenaba la persecución que había sufrido sus votantes de Marinaleda.
«Esto es lo más repugnante que un canal de tv ha hecho en España. La Sexta sobrepasa todos los límites democráticos y los códigos deontológico del periodismo señalando dónde viven los votantes de VOX. Junto con Iglesias serán responsables de lo que les pueda ocurrir», dice la publicación que adjunta un fragmento del reportaje.
Por tal razón La Sexta se disculpó por el reportaje.
No obstante, lo que ocurrió con la votación en Marinaleda, considerado como el pueblo más comunista de España, es una señal de un innegable y positivo cambio.
“Mientras Gordillo es repudiado en su propio ‘soviet’, Marinaleda, el paraíso comunista de los campesinos españoles, vive su particular hundimiento. Su historia es un reflejo en miniatura de la Unión Soviética”, sentenció El Confidencial.
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