Una nave espía rusa regresó a aguas internacionales frente a la costa sureste de Estados Unidos y está realizando actividades inseguras, según las declaraciones de la Guardia Costera reportadas por el The Washington Times.
Según se informó, el buque de vigilancia ruso, Viktor Leonov, está navegando frente a las costas de Carolina del Sur sin luces y sin responder a los buques comerciales que intentan evitar colisiones.
El 15 de diciembre, la Guardia Costera de Charleston, Carolina del Sur, emitió un boletín de información sobre seguridad marítima en relación con las actividades del buque, y aconsejó a todos los buques que «mantengan una atenta vigilancia y extremen la precaución al navegar en las proximidades de este buque».
«La Guardia Costera de los Estados Unidos ha recibido informes que indican que el RFN Viktor Leonov (AGI-175) está operando de manera insegura frente a las costas de Carolina del Sur y Georgia», dice el aviso citado por The Washington Times.
«Esta operación insegura incluye no activar las luces de posición en condiciones de visibilidad reducida, no responder a los saludos de los buques comerciales que intentan coordinar el paso seguro y otros movimientos erráticos», agregó.
El Leonov, descrito como un buque auxiliar ruso de inteligencia general (AGI), patrulla regularmente las aguas internacionales a lo largo de la costa oriental de los Estados Unidos y ha operado en la región desde 2015.
Toma su nombre del oficial de la marina soviética y dos veces héroe de la Unión Soviética, está equipado con una variedad de equipo de espionaje de alta tecnología, y está diseñado para interceptar señales de inteligencia.
CNN informó en 2017 que el buque ruso también opera rutinariamente en el Caribe, incluyendo Cuba y Trinidad y Tobago.
Un funcionario de la defensa explicó a la prensa que el USS Mahan de la Armada de Estados Unidos, un destructor de clase Arleigh Burke lanza misiles, estuvo operando muy cerca del barco ruso.
Se sospecha que el Viktor Leonov está espiando los cableados submarinos de Internet, conocidos como cables de comunicaciones submarinas, así como las bases militares de Estados Unidos, según el columnista del Washington Times, Bill Gertz.
Estos cables se colocan en el lecho marino de todos los océanos del mundo y abarcan una red de 683,508 millas (1600 km) Transportan el 99% de los datos internacionales, incluido el tráfico de Internet y las comunicaciones militares.
Sin embargo, el temor de que Rusia corte, interrumpa o «intercepte» los cables ha crecido a lo largo de los años entre los funcionarios, informó la BBC en 2017.
Mientras tanto, el Viktor Leonov no es el único buque espía ruso que viene operando en aguas cercanas a los Estados Unidos.
El mes pasado, el controvertido buque de la Armada rusa, el Yantar, apareció repentinamente en el Caribe frente a la costa de Trinidad y Tobago, después que se sospechara que había colocado dispositivos de escucha en cables de comunicación submarinos.
El buque, que la Marina Rusa describió como un «buque de investigación oceanográfica», había emitido previamente su posición en el Sistema de Identificación Automática (AIS) para evitar colisiones.
Sin embargo, antes de aparecer en el Caribe, el barco no había sido visible durante aproximadamente un mes después de salir del puerto, lo que despertó la preocupación de los funcionarios sobre sus actividades, informó Forbes.
Las noticias de Viktor Leonov llegan hace apenas unos días después de la visita del Ministro de Relaciones Exteriores ruso Sergey Lavrov a la Oficina Oval, donde, según se informa, expresó su preocupación por el posible desmantelamiento por parte de Estados Unidos del último tratado de armas nucleares que se estableció entre las dos potencias, el Nuevo Tratado START de la era de Obama, después que el gobierno de Trump decidiera abandonar el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) de 1987, que prohibía el desarrollo de misiles lanzados desde tierra, con un alcance de entre 310 y 3400 millas (500 y 5500 km) en el presente año.
Just had a very good meeting with Foreign Minister Sergey Lavrov and representatives of Russia. Discussed many items including Trade, Iran, North Korea, INF Treaty, Nuclear Arms Control, and Election Meddling. Look forward to continuing our dialogue in the near future! pic.twitter.com/tHecH9a9ck
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 10 de diciembre de 2019
La medida podría potencialmente reavivar una carrera armamentista entre Estados Unidos y Rusia.
El mes pasado, Lavrov acusó a Washington de «evadir cualquier discusión seria, haciendo públicas señales desalentadoras sobre el futuro de este tratado [Nuevo START]» durante una conferencia de prensa en Moscú.
Mientras tanto, algunos analistas acusaron a Estados Unidos de estar dormido frente al timón durante los últimos 15 años, ya que China, que no formaba parte del Tratado INF, está construyendo silenciosamente sus misiles de capacidad de alcance intermedio.
El analista de defensa Tim Walton, investigador del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias, dijo anteriormente a The Epoch Times: «Debido a que China no era parte del tratado INF, había acumulado el arsenal más grande y sofisticado del mundo en misiles de alcance intermedio, lanzados desde tierra, con una gama de diferentes misiles balísticos y de crucero que podían ser lanzados desde tierra y podían tener diferentes objetivos, incluidos los de los aliados y socios de los EE.UU., y las fuerzas de los EE.UU. en todo el Índico y el Pacífico».
El reportero del Epoch Times Simon Veazey contribuyó a este artículo.
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