Una enfermera de 23 años fue asesinada mientras atendía a otra víctima durante un tiroteo masivo en una tienda de comestibles de Arkansas el 21 de junio, informó la policía el domingo. Era madre de una niña de 10 meses.
“En lugar de huir de la tienda, se detuvo para prestar ayuda en uno de los actos más desinteresados que he visto en mi vida”, dijo el coronel Mike Hagar, director de la Policía Estatal de Arkansas, sobre la enfermera Callie Weems.
La joven enfermera estaba en la tienda de comestibles Mad Butcher cuando ocurrió el tiroteo el viernes por la mañana en Fordyce, un pequeño pueblo a unas 70 millas al sur de Little Rock. A pesar del peligro, decidió quedarse y ayudar a una víctima de un disparo. Trágicamente, la Sra. Weems recibió un disparo mortal mientras intentaba ayudar.
“Murió haciendo lo que siempre hace: ayudar”, dijo Tommy Weems, su padre, al Arkansas Democrat-Gazette.
La madre de la Sra. Weems, Helen Browning, compartió uno de sus últimos mensajes.
“Apuesto a que te sientes como una nueva mamá”, recordó la Sra. Browning, refiriéndose a Ivy, la hija pequeña de la Sra. Weems. Apenas una hora antes del tiroteo, la Sra. Weems estaba maravillada de que su pequeña la hubiera dejado dormir hasta las 9 de la mañana.
La señora Browning planea criar a Ivy ahora.
“Ella sabrá que su madre la amaba”, dijo. “Y que ella era la luz del sol en los ojos de mamá”.
El tiroteo en la tienda de comestibles de Arkansas en Fordyce fue un “acto completamente aleatorio y sin sentido”, según el coronel Hagar.
El sospechoso, Travis Eugene Posey, de 44 años, comenzó a disparar indiscriminadamente en el estacionamiento y luego dentro de la tienda. Estaba armado con una escopeta calibre 12 y una pistola, y disparaba principalmente perdigones, dijo el coronel Hagar.
El tiroteo resultó en un total de 15 personas baleadas. Murieron cuatro personas. Las víctimas supervivientes tienen entre 20 y 65 años. Cinco siguen hospitalizadas, incluida una mujer en estado crítico, según las autoridades.
“Durante el incidente, observamos lo mejor y lo peor de la humanidad”, dijo el coronel Hagar, elogiando a los seis agentes de policía que respondieron y se interpusieron entre el tirador y los civiles.
“Es trágico y nuestros corazones están destrozados”, dijo el coronel Hagar. “Nuestras oraciones, junto con las del gobernador Sanders y todo el estado de Arkansas, estarán con esta comunidad y las víctimas afectadas”.
La Sra. Browning dijo que el Sr. Posey iba a la escuela con su hermana menor y que nunca hubiera pensado que él podría hacer algo tan violento.
La policía dijo el domingo que el motivo del Sr. Posey aún no estaba claro, pero que no parecía tener conexión personal con ninguna de las víctimas. La investigación continúa.
Con información de Reuters y Associated Press
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