En una entrevista exclusiva, la científica Valentina Zharkova declaró a The Epoch Times que su artículo de 2015 en el que predecía el inicio de un gran mínimo solar entre 2020 y 2053 se ha confirmado, lo que le ha llevado a advertir que las temperaturas podrían descender rápidamente.
Los grandes mínimos solares duran varios ciclos solares, durante los cuales el sol produce menos energía y la actividad de las manchas solares es baja. Durante un gran mínimo solar anterior, el mínimo de Maunder entre 1645 y 1715, los glaciares se expandieron y el río Támesis en Inglaterra se congeló con frecuencia.
«La temperatura durante el gran mínimo solar actual será ligeramente más alta que durante el mínimo de Maunder, y este gran mínimo solar será más corto», predijo Zharkova.
En su publicación de 2015, Zharkova y sus colegas derivaron un par de componentes principales del campo magnético de fondo solar. Relacionaron estos componentes con un par de ondas magnéticas que se originan en diferentes capas del sol.
Mediante un análisis más profundo, el equipo extrapoló esas ondas hacia atrás en el tiempo, obteniendo resultados que coincidían estrechamente con la actividad de las manchas solares en los 800 años anteriores. Utilizó la misma metodología para predecir un gran mínimo solar en las próximas décadas.
Como prueba del gran mínimo solar, Zharkova citó los datos de manchas solares del Real Observatorio de Bélgica junto con las bajas temperaturas y los climas extremos recientes, incluyendo el invierno más frío registrado en el Polo Sur, así como el tiempo inusualmente frío y nevado de Texas a principios de 2021.
Por su parte, la NASA declaró en 2019 que «el pronóstico para el próximo ciclo solar dice que será el más débil de los últimos 200 años», lo que es consistente con el período del mínimo de Dalton de baja actividad de manchas solares y temperaturas globales relativamente bajas que abarca aproximadamente desde 1790 hasta 1830.
Sin embargo, la agencia ha afirmado que un gran mínimo solar, en caso de producirse, «solo serviría para compensar unos pocos años de calentamiento causados por las actividades humanas».
Zharkova, por el contrario, ha argumentado que un gran mínimo solar podría reducir las temperaturas globales hasta 1 grado Celsius.
También declaró a The Epoch Times que los costos del dióxido de carbono atmosférico podrían estar algo exagerados, señalando que su aumento se produjo al mismo tiempo que se duplicó la esperanza de vida mundial.
Un estudio reciente sugería que el aumento del dióxido de carbono atmosférico era responsable de hasta el 40% de las mejoras en el rendimiento de los cultivos clave de Estados Unidos desde 1940.
Zharkova cree que los gobiernos del hemisferio norte deberían preparar a sus ciudadanos para un fuerte descenso de las temperaturas durante las próximas décadas.
Sin embargo, por el momento, los gobiernos de todo el mundo se han posicionado para hacer frente al calentamiento global antropogénico, como lo demuestra la reciente cumbre COP26 en Glasgow, Escocia.
El registro de la temperatura actual ha sido objeto de controversia. Diversas fuentes, entre ellas los datos de los satélites recogidos por la Universidad de Alabama en Huntsville (UAH), la Unión Europea y otros organismos, han mostrado temperaturas globales inusualmente altas en las últimas décadas, que muchos científicos consideran coherentes con el calentamiento global provocado por la actividad humana. Otras fuentes critican algunos de estos datos, concluyendo que las conclusiones en torno al calentamiento global antropogénico son falsas, exageradas o engañosas.
Zharkova cree que al menos algunas de las personas involucradas en la promoción del calentamiento global son conscientes de la posibilidad de un enfriamiento de la Tierra en un futuro muy cercano.
«Quieren ganar su dinero —los impuestos, o lo que sea que obtengan de la tecnología verde— lo antes posible, porque quedarán expuestos muy rápidamente», dijo.
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