Un juez federal falló en contra de un entrenador de fútbol que fue despedido tras negarse a recibir la vacuna contra COVID-19.
El exentrenador de la Universidad Estatal de Washington, Nick Rolovich, no presentó evidencia que respaldara su afirmación de objeción religiosa a la vacunación contra COVID-19, indicó el juez federal Thomas O. Rice en una decisión del 6 de enero.
«El demandante expresó frecuentemente preocupaciones seculares sobre la vacuna contra COVID-19 a amigos, familiares y compañeros de trabajo. En las miles de páginas de pruebas, el demandante no invoca una objeción religiosa a la vacuna. Esto por sí solo es una base para negar la objeción religiosa reclamada por el demandante», dijo Rice.
La ley federal de derechos civiles impide que los empleadores despidan a sus trabajadores o discriminen de alguna otra forma a los empleados por su raza, color, religión o nacionalidad.
Según el precedente judicial, las personas despedidas o presuntamente discriminadas pueden presentar demandas si demuestran que sus empleadores no tuvieron en cuenta sus creencias religiosas. Los empleadores pueden ganar una demanda si demuestran que intentaron adaptarse a las creencias de un empleado o que no podían hacerlo sin causar dificultades excesivas.
Incluso si Rolovich hubiera ofrecido pruebas de su objeción religiosa, la Universidad Estatal de Washington presentó argumentos no refutados de que complacer a Rolovich habría incrementado los costos de viaje, aumentado el riesgo de exposición para el equipo de fútbol y otros entrenadores, y dañado la reputación de la universidad, dijo el juez.
«La abrumadora evidencia muestra que la negativa del demandante a vacunarse causaría dificultades indebidas al demandado».
Rice concluyó que la universidad tenía una justificación válida para despedir a Rolovich y falló a favor de la universidad en relación con las acusaciones de Rolovich, incluyendo el incumplimiento de contrato.
Un abogado que representa a Rolovich no respondió a una solicitud de comentarios.
«Esta decisión reafirma el compromiso de la universidad de mantener los requisitos de salud y seguridad en el lugar de trabajo, especialmente durante la pandemia COVID-19, la más letal en la historia de EE. UU.», dijo un portavoz de la Universidad Estatal de Washington a The Epoch Times por correo electrónico.
«Como reconoció la corte, la abrumadora e indiscutible evidencia demostró que permitir que un entrenador principal de fútbol no vacunado continuara en su puesto durante el pico de la pandemia habría puesto en peligro la salud y seguridad de la comunidad universitaria», agregó el portavoz. «Por lo tanto, la decisión de la universidad de negar la solicitud de exención del Sr. Rolovich y despedirlo fue coherente con la proclamación del gobernador, nuestro deber de proteger a la comunidad universitaria y la ley».
La escuela despidió a Rolovich y a cuatro entrenadores asistentes en 2021 por no cumplir con el mandato estatal de vacunación contra COVID-19.
La demanda, presentada en 2022, acusó a la escuela de violar los derechos constitucionales de Rolovich, el contrato entre Rolovich y la universidad, y la ley estatal contra la discriminación.
Según un documento presentado junto con la demanda, un experto externo, el Dr. Jay Bhattacharya de la Universidad de Stanford, dijo a la escuela que podía tener en cuenta a las creencias de Rolovich y al mismo tiempo mantener seguros a los demás empleados.
Los funcionarios estatales no estuvieron de acuerdo, argumentando que Rolovich no podía ser acomodado de forma segura.
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